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Región del Negev, en Israel. Afp
Israel ve en el cambio climático una oportunidad de reconstrucción tras la guerra

Israel ve en el cambio climático una oportunidad de reconstrucción tras la guerra

Más de 700 startups trabajan el ecosistema tecnológico climático en un país que busca que su economía resista tras el conflicto en Gaza

Fernando Morales

Enviado especial. Tel Aviv

Miércoles, 11 de septiembre 2024, 18:11

El 7 de octubre de 2023 marcó un antes y un después en Israel. Los ataques terroristas de Hamas que acabaron con la vida de 1.200 ciudadanos y el secuestro de 240 personas detuvieron por unos días la vida social y económica de un estado que quedó conmocionado por la masacre. El país se centró en buscar un plan para rendir a los muertos y traer de vuelta a casa a los rehenes que fueron llevados a los túneles controlados por la organización terrorista en Gaza. Israel respondió a los ataques con una guerra que todavía continúa y en la que ya han muerto, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, más de 40.000 palestinos, entre ellos cerca de 14.000 menores. A esto hay que sumar que muchos de los rehenes que continúan en manos de los terroristas van siendo asesinados, lo que ha provocado las primeras manifestaciones masivas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu tras once meses de conflicto.

Pero en el Negev -un desierto del sur de Israel que representa más del 60% del territorio nacional aunque alberga a menos del 10% de la población- está asentada InNegev, una aceleradora tecnológica que trabaja por hacer que esta zona prospere cuando haya acabado la guerra. Es decir, según el director de este proyecto, para «ganar con el desierto».

InNegev inició su andadura en 2020, pero con el estallido de la guerra, la incubadora -levantada en una zona que alcanza los 50 grados- cambió su forma de trabajar. Pasaron de estar centrados en la sequía y la gestión del agua - 2 mil millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a agua potable segura y limpia- a desarrollar estos proyectos con una visión de supervivencia pese a la adversidad. Para ello, desde el 7 de octubre, el centro estableció una «sala de control», en colaboración con la Autoridad de Innovación de Israel, para ayudar a las empresas jóvenes a superar los impactos del conflicto y que la guerra no tenga efectos indeseados a largo plazo en el ecosistema israelí.

Para 2029 esperan tener 120 iniciativas trabajando en la zona así como haber generado 700 empleos nuevos, aproximadamente. Aún así, estas expectativas están ligadas al desarrollo económico del país. Así, hay que tener en cuenta que solo para este año el Gobierno israelí prevé que el país crecerá un 1,1%, ocho décimas menos de lo estimado, lo que dejaría a la economía creciendo al menor ritmo desde 2009, a excepción de los años de pandemia.

Pero, según los responsables de InNegev, la guerra acabará más pronto que tarde, por lo que ven una oportunidad para mejorar un entorno en el que las condiciones de vida ahora, no solo por la cercanía al conflicto, sino por el clima y las características propias del desierto, no son las más idóneas para vivir. «Tenemos que hacer cosas para asegurarnos de que el día después será muy prometedor, que tendremos una buena economía, es decir, asegurarnos de tener un gran futuro», cuenta el director ejecutivo de la incubadora, Arnon Columbus.

Las compañías de alta tecnología representan un 12% del empleo de Israel y más de la mitad de las exportaciones

Así, en el aliado tecnológico ven la posibilidad de que la vida prospere y que los hijos de las familias nacidas en el Negev habiten esa tierra y no se vean obligados a trasladarse a Tel Aviv, el centro político de Israel. Bajo el punto de vista de Columbus, no se puede concentrar todo en un lugar del estado, sino que hay que procurar que la periferia también prospere. «Dado que una parte muy importante de la economía de Israel proviene de la tecnología, tenemos que asegurarnos de que esté bien desarrollada en todo el país», señala. En concreto, las compañías de alta tecnología representan un 12% del empleo del país, más de la mitad de las exportaciones, el 25% de impuestos sobre la renta y la quinta parte de su producción económica general, según recuerda la consultora Yahoo Tech.

Es por lo que Columbus cree que el Negev tiene que elegir el sector empresarial con el que tener ventaja frente a Tel Aviv. A su juicio, el desarrollo de startups relacionadas con el clima es en lo que puede especializarse una región que es periférica con la Franja de Gaza. Por ello, apuesta por llevar grandes empresas emergentes al desierto, a la vez que desarrollar un sistema educativo que permita que la gente crea en el futuro de la zona. Para Columbus, que considera que sus empresas podrán crecer a nivel internacional a lo largo de los próximos años, una de las prioridades del proyecto que dirige y que cuenta con el respaldo de las autoridades israelíes es «que la gente joven vea el ascenso, vea qué estamos haciendo en Negev y que tenga esperanza en un futuro».

Entorno del centro 'InNegev'. F. M.

La proximidad al conflicto es lo que realmente ha empujado a que la región esté más despoblada, más solitaria y con muchas empresas y calles abandonadas. «Sentimos que tenemos que hacer cosas por esta sociedad, por nuestras comunidades, por nuestras familias o amigos que fueron asesinados», asegura Columbus en una charla con periodistas en el entorno de la segunda edición PLANETech World, la conferencia global de tecnología climática cuya fecha inicial era el 18 de octubre de 2023 pero que tras los ataques se tuvo que aplazar nueves meses. Es por lo que el programa se dedicó a estudiar la forma de acelerar el ecosistema tecnológico climático israelí -que cuenta con más de 700 startups dedicadas a este sector- y mostrar a los asistentes a Tel Aviv su resistencia en plena guerra en Gaza.

La tecnología como aliado

Ahora bajó el número de participantes que habían estimado en un primer momento en parte, apunta el director del Congreso, Noam Sonnenberg, por el clima de incertidumbre generado por la guerra, un motivo por el que también ha bajado el número de visitantes que acuden al país. Pero aunque Sonnenberg reconoce la preocupación «válida» sobre el futuro de la economía israelí, ve en la guerra una ocasión para hacer prosperar al país: una oportunidad para la reconstrucción de empresas que luchen por el cambio climático, que es un problema que afecta no solo a Israel sino a millones de personas en todo el planeta. Piensa en la tecnología como un aliado que pueda ayudar a la reconstrucción de las zonas destruídas con una visión de bajas emisiones y de utilización de energías renovables en un país que, como lamenta el director del congreso, no destaca como un estado «respetuoso con el clima».

Pero en el entorno del congreso, en el que también se dieron a conocer startups con ideas innovadoras como la carne de laboratorio, un sector en auge en Israel, o sistemas punteros para luchar contra la sequía, se presentó una iniciativa, llamada 'Próximo octubre', de manos del exministro israelí Izhar Shai que perdió a su hijo durante los ataques del 7 de octubre. La iniciativa, explicó, busca crear más de 1.400 nuevas empresas innovadoras «para crear un mejor futuro global en memoria de los asesinados el 7 de octubre».

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