Mikel Ayestaran
Jerusalén
Domingo, 15 de marzo 2020, 21:36
Las autoridades de Irán han pedido a los ciudadanos que «se queden en casa» para intentar frenar la propagación de un coronavirus, que ya ha matado a 724 personas, 113 de ellas en las últimas 24 horas. La cifra de infectados se elevó a 13. ... 938 y la república islámica se ha convertido en el tercer país más afectado por detrás de China e Italia. Por ello, el presidente, Hasán Rohani, aprobó el bloqueo parcial de las zonas en las que se han detectado los principales focos del virus, identificados en once provincias del país y desde el Ministerio de Salud se advirtió a la población que es hora de «tomarse el coronavirus en serio».
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La primera medida para ello ha sido posponer hasta el 11 de septiembre la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias, inicialmente prevista para el 17 de abril. Además, desde el Consejo de Guardianes del régimen se ha pedido a los ciudadanos «anular sus viajes y quedarse en la casa para que pueda mejorar la situación».
La gestión de la crisis sanitaria ha sido objeto de críticas desde que se confirmara la primera víctima mortal en Qom el 19 de febrero. Un mes después Irán a avanza a un ritmo medio de un centenar de muertos y un millar de infectados diarios.
El Ejército ha anunciado el establecimiento de 300 centros médicos para identificar a personas infectadas y la Guardia Revolucionaria aseguró que ha abierto tres hospitales para combatir la propagación del virus. Además, el ministro de Exteriores, Javad Zarif, realizó un llamamiento a la comunidad internacional para solicitar el levantamiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos y el envío de medicamentos. Zarif recordó a través de Twitter que los esfuerzos para combatir el virus en su país «están bloqueados por la escasez que provocan las restricciones al acceso de medicinas y equipos sanitarios».
Los pasos en Irán se están dando de forma más lenta que en otros países afectados y por eso lugares como el mausoleo del Imán Rezá, en la ciudad de Mashad, al este del país y cerca de la frontera con Afganistán, han tardado un mes en cerrar sus puertas al público. La medida, adelantada por la agencia AFP, llegó a pocos días de la celebración del Año Nuevo persa o Newroz, cuando este lugar recibe miles de visitantes.
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