Irán captura un petrolero de Corea del Sur en medio del aumento de tensión en el Golfo

Tras conocer el anuncio iraní de comenzar a enriquecer al 20% el primer ministro, Benyamin Netanyahu, declaró que «Israel no permitirá que Irán produzca armas nucleares». El Pentágono ordenó mantener en la zona al portaaviones Nimitz, que tenía previsto poner rumbo a casa, y este cambio de planes fue debido a «la amenaza de Irán».

La Guardia Revolucionaria, por su parte, anunció el apresamiento del buque 'Hankuk Chemi' en la zona del Golfo Pérsico, con una carga de 7.200 toneladas de etanol. La embarcación fue conducida hasta el puerto de Bandar Abbas y allí permanecen retenidos sus veinte tripulantes, informó el Ministerio de Exteriores de Corea del Sur. Según la versión difundida por los medios locales, el barco habría vertido productos químicos al mar.

El apresamiento recuerda a lo ocurrido en verano de 2019 cuando Teherán detuvo al petrolero británico 'Stena Impero' solo dos semanas después de que un barco iraní que se dirigía a Siria fuera retenido en Gibraltar. En esta ocasión, la república islámica tiene cuentas pendientes con el Gobierno de Seúl, que mantiene congelados 7.000 millones de dólares iraníes congelados debido a las sanciones de Estados Unidos, según reveló el gobernador del Banco Central de Irán.

A la espera de la negociación entre Seúl y Teherán para la liberación del barco, los iraníes cumplieron con el anuncio realizado el fin de semana y comunicaron a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) el incremento del enriquecimiento de uranio a un nivel del 20%. El organismo mundial confirmó que el proceso ya se ha puesto en marcha en la planta de Fordo y de esta manera el régimen da un nuevo paso que les aleja del acuerdo nuclear firmado en 2015.

Este grado de enriquecimiento sigue alejado del 90% necesario para elaborar armas, pero cuando se produjo hace una década ya encendió todas las alarmas y estuvo a punto de provocar un ataque quirúrgico de Israel. El Estado judío fue una vez más el primero en reaccionar y Netanyahu dijo que «esto es una muestra más de que la intención de Irán es desarrollar un programa militar nuclear».

El pacto firmado en 2015 logró entonces que los iraníes limitasen el enriquecimiento de uranio a un 3,67%, pero dirigentes mundiales como el propio Netanyahu o Trump consideraron el consenso como «el peor acuerdo posible». De hecho, Estados Unidos se retiró unilateralmente en 2018. Dos años después, los mismos que despreciaban aquel documento acusan ahora a Teherán de no respetarlo.