Los padres de Maya se abrazan en el funeral celebrado en el cementerio militar de Givatayim, Israel. EC

La despedida del padre de Maya Villalobo, la española asesinada por Hamás: «Nos han apartado de ti de una forma terrible»

El funeral de la joven hispano-israelí que realizaba el servicio militar cerca de la frontera con Gaza se celebró el 13 de octubre, pero las imágenes se han difundido una semana después

Carlos Nieto

Jueves, 19 de octubre 2023, 16:18

El funeral de hasta el momento la única víctima española, Maya Villalobo, en la guerra desatada entre Hamás e Israel se celebró el 13 de octubre, pero sus imágenes se han difundido varios días después. La joven hispano-israelí de 19 años estaba haciendo ... el servicio militar en la la base de Nahal Oz, situada a pocos kilómetros de la frontera con Gaza, cuando los milicianos palestinos realizaron sus indiscriminados ataques el 7 de octubre.

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La despedida tuvo lugar en el cementerio militar de Givatayim, localidad cercana a Tel Aviv, y contó con la presencia de su madre, Galit Sinvany, residente en Israel junto a Villalobo, y de su padre, Luis Villalobo, desplazado desde Sevilla y encargado de sacar fuerzas para realizar un emotivo discurso dedicado a su pequeña. «Nos han apartado de ti de una forma terrible», dijo entre lágrimas, agarrado con fuerza del brazo de su expareja.

«Maya, esta no es la forma en la que queremos tenerte, pero no nos queda otra, ya que nos han apartado de ti de una manera terrible. Una persona tan buena, tan linda, no se merecía esto». También ha asegurado que su hija siempre fue libre para tomar sus propias decisiones y que era una joven vitalista, con toda a fuerza del mundo. «Maya, amor mío, ya no tendremos esa complicidad tan especial que jamás otro padre tuvo con su hija», dijo Eduardo, profesor de Microbiología en la Universidad de Sevilla, el mismo que se puso en contacto con el Ministerio de Exteriores al no tener noticias de su hija.

«Tenemos un gran vacío en nuestros corazones, tan grande como el amor que te profesamos, y que tú nos correspondes a los dos, tan grande como tu inmenso corazón que resplandece ahora como la galaxia más enorme del Universo», fueron las palabras de Eduardo, que confirmó que Maya tenía pensado ir unos días a Sevilla la misma semana en la que estalló el conflicto.

«En Sevilla, ya no iremos más al autobús número cinco a casa de la abuela Carmen que tanto te quiere a celebrar su cumpleaños, tampoco a celebrar la Nochebuena o el Año Nuevo a casa de los titos, ya no vas a disfrutar de Triana y del Centro, de tus tiendas y bares favoritos, ya no vamos a poder ir a tomar 'tapitas' sin gluten, un verdejo y luego un heladito o, simplemente, desayunar en nuestro bar del mercado de Triana. Te van a quedar muchas películas por ver en el Avenida y en el Nervión Plaza, disfrutar de la Semana Santa y de la Feria, hija mía, como te gustaba la Feria, ya no va a ser posible».

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«A eso de las ocho de la tarde cada día se va a hacer duro», contaba su padre muy emocionado. «Ya no voy a recibir tus llamadas, ya no iré a recogerte a Madrid, ya no podremos pasear allí y buscar nuevos sitios para comer, se acabaron los musicales e ir de compras, ya no volveremos juntos a Sevilla donde fuiste tan feliz».

«Tu impronta permanecerá toda la vida»

«Maya, estoy convencido de que ahora esas cosas las vas a hacer de una forma diferente y yo estaré haciéndolas contigo. No te quepa duda de que voy a hacer todo lo que te gusta», le relató a su hija, de quien se despidió de la siguiente forma: «Maya, cariño mío, tu impronta permanecerá toda la vida, todo el tiempo, eres la alegría y la sonrisa eterna que perdurará en nuestros corazones. Maya Villalobo Sinvany, te quiero con locura, todos te queremos. Viva Maya por siempre».

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Maya realizaba el servicio militar israelí, obligatorio para ambos sexos, en el batallóm 414, ubicado en la base de Nahal Oz. El mismo 7 de octubre que Hamás arrasó con todo lo que se encontraba a su paso se le perdió el rastro, abriendo la posibilidad de que fuese una de los 200 rehenes que tiene la banda palestina en su poder en Gaza, pero cuatro días después el Ministerio de Exteriores confirmaba su muerte.

El Gobierno, en un comunicado, volvió a reiterar su «más enérgica condena del ataque terrorista de Hamas a Israel» y expresó su «más profundo pesar y todas sus condolencias a la familia y allegados por la muerte de Maya Villalobo Sinvany». Tras la noticia, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, también trasladó el pésame a los familiares de la fallecida y ha señalado que «nada justifica un atentado terrorista».

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Milicianos de Hamás entraron en estas instalaciones militares hebreas y secuestraron a varios soldados israelíes, como se ha podido ver en varios vídeos difundidos después de la operación de las brigadas de Ezedín Al-Qassam. Decenas de asaltantes tomaron la base después de colarse por una valla fronteriza. Desde entonces, se desconocía su paradero.

El caso de Iván Illarramendi

Hay otro español tristemente protagonista en esta guerra que conmueve al mundo. Se trata de Iván Illarramendi, natural de Zarautz, que junto a su mujer Dafna Garkovich, se origen chileno, fueron secuestrados de su kibutz de Kisufim, al noroeste de Israel. Su situación se confirmó al incluir Israel la bandera española en un vídeo en el que publicaba las nacionalidades de los secuestrados por Hamás.

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«No nos gusta la palabra secuestrado, para casos como el Dafna e Iván usamos la palabra 'desaparecidos' porque no hemos recibido ninguna prueba de vida. Esperamos que se declare pronto un alto el fuego para que algún organismo internacional tipo Cruz Roja pueda entrar y contactar con ellos», cuenta Danny Garkovich, suegro de Illarramendi, a través de una entrevista con este periódico vía Zoom. Entre el trabajo diario, los funerales y los encuentros con las familias de los rehenes, el día no tiene suficientes horas para él.

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