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Óscar B. de Otálora
Miércoles, 15 de noviembre 2023, 01:11
Solo la cultura del Ejército israelí y su relación con la sociedad pueden explicar que un productor cinematográfico de relevancia mundial haya muerto en Gaza, luchando junto a otros soldados judíos en el interior de un túnel de Hamás, donde le estalló una bomba trampa. ... Es el caso de Matan Meir, el productor de la serie Fauda, emitida por Netflix y convertida en un éxito global. Como él, otras estrellas de la televisión, así como escoltas de estrellas de Hollywood como Nicole Kidman o de cantantes como Taylor Swift también han abandonado sus contratos millonarios para volver a las filas de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) y luchar contra la yihad palestina.
En un país como Israel, en el que el servicio militar es obligatorio para hombres y mujeres y la condición de reservista se mantiene hasta los 51 años, la participación en operaciones militares de toda la sociedad es algo que forma parte de su cultura. Este espíritu nació a la par que la creación del Estado de Israel en 1948, cuando un ejército de voluntarios, muchos de ellos huidos de Europa, consiguió detener a las tropas regulares de Jordania, Siria, Egipto y Líbano que pretendían evitar el nacimiento del país hebreo.
La figura de los reservistas, además, no se parece a la del Ejército de ningún otro país. Una vez que se abandona el servicio militar obligatorio, los hombres deben regresar dos meses al año a sus unidades para participar en operaciones y entrenamientos, que en ocasiones incluyen el despliegue en zonas de riesgo como la frontera con Gaza o Líbano, Cisjordania o los Altos del Golán. Esa cultura, unida a otros factores como el nacionalismo o la religión, hacen que en todas las guerras que han sacudido el país desde su creación miles de personas hayan dejado atrás una vida civil para regresar a filas y luchar por su país.
Los actores de la serie Fauda (Caos, en árabe) ejemplifican al máximo esa relación con el Ejército. Esta producción televisiva que arrancó en 2016, cuya cuarta y última temporada se emitió el año pasado, ha sido uno de los mayores éxitos mundiales de la televisión israelita. Su protagonista y creador es Lior Raz, que interpreta a Doron Kavilio, el líder ficticio de una unidad antiterrorista que opera en Cisjordania. El 7 de octubre, este actor anunció que regresaba al Ejército para incorporarse a las unidades que participan en las labores de rescate de rehenes en manos de Hamás.
El caso de Raz tiene algunos detalles que lo hacen muy especial. Fue miembro de las unidades secretas que operaban en Cisjordania y, para crear la serie, se inspiró en muchas de las vivencias de su etapa militar. Raz, además, pertenece a Brothers in Arms, el movimiento de reservistas que se oponía contundentemente a las reformas legislativas de Benjamín Netanyahu por entender que suponían llevar a Israel a una dictadura. Incluso se negaron a asumir sus deberes como reservistas. Sin embargo, tras los ataques del 7 de octubre, Raz y otros líder de 'Brothers in arms' anunciaron que suspendían todas sus protestas para unirse a las acciones de guerra contra Hamás. El artista, por otra parte, interrumpió con su regreso al Ejército una carrera que le había llevado, entre otros contratos, a ser parte del casting de la segunda parte de Gladiator, rodada por Ridley Scott.
Otro de los actores de Fauda que se han incorporado a filas es Idan Amedi. En este caso no solo se trata de un miembro del elenco de la serie sino que además es un cantautor de éxito en Israel y sus temas forman parte de la banda sonora de la producción televisiva. Amedi apareció días después de los ataques del 7 de octubre en la red social X (antes Twitter) vestido de uniforme e incorporado a su antigua unidad en las FDI. «Esto no es Fauda, esto es real», escribió.
Junto con ellos, influencers famosos en Israel, e incluso modelos de la plataforma con elevado contenido erótico OnlyFans, han anunciado en los últimos días que se incorporaban a filas. Una de las figuras más significativas, procedente del mundo de la política, es Neftalí Bennet, quien fue primer ministro de Israel en 2022. El mismo 7 de octubre anunció que se incorporaba a las listas de reservistas.
El caso más glamouroso, no obstante, es el del escolta de la cantante Taylor Swift, de nombre desconocido, que abandonó el contrato con la estrella para regresar a Israel y unirse a las fuerzas especiales del Ejército hebreo, donde había realizado el servicio militar. Desde los años 70, en Hollywood existe una serie de empresas judías formadas por antiguos soldados y miembros de los servicios secretos que se han especializado en los servicios de escolta para actores de éxito. Uno de los más conocidos fue Moshe Alon, quien fue jefe de seguridad de Elizabeth Taylor. El propio Lior Raz fue guardaespaldas de Arnold Schwarzenegger.
Otro guardaespaldas israelí de la colonia de Hollywood es Oded Krashinsky, un teniente de las fuerzas especiales que protegió a Nicole Kidman. Krashinsky hizo público en octubre que abandona Estados Unidos para incorporarse a los grupos que se dedican a guardar los kibbutz cercanos a Gaza que habían sido atacados por Hamás y a instruir en técnicas de autodefensa a los habitantes de las ciudades próximas a la franja.
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