130 soldados israelíes se niegan a combatir en Gaza por temor a matar a los rehenes

Alrededor de 130 soldados israelíes se negaron este miércoles a seguir luchando en Gaza al entender que los combates representan una «sentencia de muerte» para los 101 rehenes que, según se cree, siguen prisioneros en el enclave palestino. Mediante una carta enviada a las autoridades de Tel Aviv manifiestan que «está claro que la continuación de la guerra no solo retrasa el retorno de los secuestrados, sino que también pone en peligro sus vidas. Muchos rehenes han muerto por los bombardeos de las fuerzas armadas, muchos más que los que han sido rescatados en operaciones militares», detallan los firmantes.

«Nosotros, que hemos servido y seguimos sirviendo con dedicación, arriesgando nuestras vidas, anunciamos que si el Gobierno no cambia de rumbo inmediatamente y trabaja para lograr un acuerdo para traer a los cautivos a casa, no podremos seguir sirviendo», continúa el texto.

Sus palabras llegaron dos días después del primer aniversario de los ataques de Hamás del 7 de octubre que iniciaron la guerra en Gaza cuando 251 rehenes fueron capturados por miles de milicianos en territorio israelí.

Mientras, el primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, y el presidente estadounidense, Joe Biden, hablaron por teléfono en un momento en el que Israel tiene pendiente la respuesta a Irán, ha ordenado la evacuación del norte de Gaza e intensifica la invasión del Líbano bajo la lluvia diaria de cohetes de Hezbolá. Los frentes se complican y la diplomacia trabaja a diferentes niveles para lograr acuerdos que sirvan para relajar una situación que ha puesto a Oriente Medio a las puertas de una guerra total.

A su vez Teherán envió a su ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, a Arabia Saudí para reunirse con el príncipe heredero y hombre fuerte del reino Mohamed bin Salman (MBS). «Esperamos que estas conversaciones puedan conducir a mejores condiciones en la región para Palestina, Líbano y la paz», dijo Araghchi, quien destacó que las relaciones de Irán con Riad están «creciendo y avanzando en una dirección positiva».

Irán y Arabia Saudí son las dos grandes potencias regionales y, tras varios años de enfrentamiento, en marzo de 2023 retomaron los contactos diplomáticos. Los persas también se han acercado a otros aliados cercanos de Estados Unidos, incluidos Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, con el objetivo de que se mantengan neutrales en un hipotético choque directo con Israel.

Dos semanas después de haber puesto sobre la mesa la posibilidad de una tregua de veintiún días en el frente libanés, las cosas han cambiado sobre el terreno tras los duros golpes a Hezbolá y los israelíes, con el respaldo total de Washington, aumentan sus exigencias. Hasta ahora la petición del Estado judío era la implementación de la resolución 1701 de la ONU, que establece la retirada de Hezbolá hasta el río Litani, a unos treinta kilómetros de la frontera, y el despliegue del ejército libanés en cooperación las tropas internacionales de la misión de FINUL.

Tras el asesinato de Hasán Nasrala y el descabezamiento de la cúpula militar de la milicia proiraní, ahora los de la milicia y unas nuevas elecciones en las que piensan que se mostraría un descenso claro del apoyo popular. «Actualmente estamos en una posición de poder, un alto el fuego se realizará según nuestros términos, incluida una retirada más allá del Litani y el desmantelamiento de todos los sitios militares de Hezbolá en áreas cercanas a la frontera», reveló un alto funcionario israelí citado por 'The Times of Israel'.

Israel ha variado de posición, pero también lo hecho la milicia libanesa. Naim Qassem, subsecretario general y actual cabeza visible del Partido de Dios, declaró en su intervención del martes que «una vez que el alto el fuego esté firmemente establecido, todos los demás detalles se discutirán y las decisiones se tomarán en colaboración». Qassem, a diferencia de lo que hizo Nasrala durante once meses, no vinculó el alto el fuego en Líbano al de Gaza.

El cambio de estrategia de Hezbolá fue uno de los puntos más destacado en medios israelíes como el Canal12. Los analistas militaron aseguraron que ahora Israel tiene sobre la mesa varios escenarios y uno de ellos pasaría por obligar a que Irán y Hezbolá presionen a Hamás para la liberación de los rehenes a cambio del alto el fuego.

La invasión israelí avanza con cuatro divisiones desplegadas en Líbano y en los últimos días se ha reforzado la lluvia de cohetes de Hezbolá. La milicia chií logró superar a los sistemas de seguridad en Kiryat Shmona y hubo dos muertos y varios heridos. Un portavoz municipal pidió a los 2.000 habitantes que quedan en esta localidad del norte «que abandonen sus casas» y se alejen de una zona bajo hostigamiento diario. El ejército anunció poco después destruyó las lanzaderas desde las que se lanzaron los proyectiles e investiga el fallo del escudo antimisiles.

Israel golpea en los frentes de Líbano y Gaza con la mirada puesta en Irán. Desde la república islámica mantienen un discurso desafiante y Ebrahim Jabbari, comandante de la Guardia Revolucionaria, aseguró que «si les golpeamos con 200 misiles, ahora estamos preparados para lanzar cientos o miles en sus territorios ocupados y atacar sus centros económicos, militares y de seguridad».

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