Borrar
Imagen de un vídeo que recoge cómo un rebelde revienta las cerradura de una celda en la prisión de Sednaya al norte de Damasco. Redes
Los 113.000 desaparecidos en las espeluznantes prisiones sirias

Los 113.000 desaparecidos en las espeluznantes prisiones sirias

Con la apertura de las cárceles, miles de familias se lanzan a la angustiosa búsqueda de allegados detenidos por el régimen de Al Assad desde 2011 de los que se desconoce si siguen vivos o han sido ejecutados

Miguel Pérez

Lunes, 9 de diciembre 2024, 12:20

El horror estaba escondido en las cárceles. Entre la sangre, las infecciones y la malnutrición. El derrocamiento del régimen de Bashar Al Assad ha supuesto la apertura de decenas de prisiones y puesto en marcha una ingente maquinaria de búsqueda de los 113.218 desaparecidos contabilizados desde 2011 en Siria.

No hay delincuentes comunes en ese baremo trágico. Las organizaciones de derechos humanos los tienen registrados como presos políticos: opositores al Gobierno, afines caídos en desgracia, miembros de la insurgencia o incluso civiles que pretendían salir del país clandestinamente, entre otros. De esos desparecidos, se supone que quienes no han sido liberados por los rebeldes han sido ejecutados o han fallecido debido a las sádicas torturas del aparato de seguridad sirio.

La luz ha comenzado a entrar en los corredores penitenciarios. «¡No tengan miedo! Assad ha caído», gritaba en la cárcel de Homs un miliciano a los reos detrás de los barrotes.

La Policía Militar y el ejército que han conformado la cúpula del infierno durante más de una década se han retirado de los penales dejando atrás sus armas. Ellos hacían y deshacían junto a los torturadores del régimen, hoy huidos. Se rumorea que, tras la toma de Alepo y Hama, muchos de esos infectos individuos salieron del país en los últimos vuelos comerciales antes del cierre del aeropuerto de Damasco.

Excarcelaciones en masa

Los detenidos están siendo liberados en masa después de la fulgurante operación de la oposición armada que ha terminado con el régimen en solo once días. Hay vídeos que muestran a los reclusos enflaquecidos, con las marcas de las penalidades impresas en sus anatomías. Unos gritan palabras de agradecimiento, otros susurran frases como «Dios les honre» y algunos preguntan qué es lo que sucede, todavía desconectados de la realidad. En una grabación, un niño corre por un pasillo del pabellón de mujeres de la cárcel de Sednaya, el «matadero» de Damasco.

'Les fantômes (Ghost Trail)', primer largometraje del director Jonathan Millet, triunfó en Cannes el pasado mayo. La película se inspira en hechos reales y narra la búsqueda por parte de un exiliado sirio del individuo que le torturó a él y a cientos de personas en Sednaya. Ahí se explica el horror como forma de vida.

La Red Siria de Derechos Humanos (SNHR) constata que, de los más de 100.000 detenidos y desaparecidos en todos estos años, 6.712 son mujeres. Pero también hay 3.129 niños. Algunos vuelven a ver la luz estos días. Ya son adolescentes.

Rebeldes en Homs. EFE

El último informe de la SNHR data de la semana pasada, con la insurrección rebelde ya en marcha. Documenta que la represión ha continuado hasta el mismo derrocamiento del Gobierno. En noviembre, de hecho, hubo 196 detenciones arbitrarias. Las últimas del mandato de Al Assar, de quien el presidente estadounidense, Joe Biden, ha dicho este lunes que debería «rendir cuentas» ante la Justicia. El expresidente sirio se encuentra desde la noche del domingo en Moscú en su nueva condición de asilado del Kremlin.

Una «práctica estandar»

El terror, siempre el terror segun parece: el SNHR destaca que de todos los arrestos de este mes pasado, 173 pasaron a convertirse en desapariciones forzadas; es decir, no quedó registro del lugar al que los detenidos fueron conducidos ni los cargos que se les imputaban. También señala que en noviembre 71 civiles fueron asesinados. Y añade que todos los bandos han causado crímenes en este complejo pedazo de Oriente Medio, donde durante años se ha producido una letal mezcolanza de guerra civil, autoritarismo y amenaza yihadista que ha sangrado a la población siria.

Aparte de las cometidos por el ejército y las milicias locales afines, decenas de muertes corresponden a facciones opositoras como el Ejército Nacional Sirio –formado por paramilitares turcomanos, árabes y kurdos– o las Fuerzas Democráticas Sirias, otra alianza de etnias que en el pasado contó con la ayuda de EE UU para combatir a Estado Islámico.En el caso de las detenciones arbitrarias, el grupo de seguimiento afirma que el 85% de las víctimas ha terminado en las prisiones del Gobierno.

«Dadas las asombrosas tasas de detenciones arbitrarias continuas», el SNHR considera que Siria se ha convertido en los últimos años en «uno de los peores países del mundo» en número de desaparecidos, superando a «muchos de los demás regímenes autoritarios». Sus registros dibujan una formidable maquinaria represiva donde solo el 30% de los civiles u opositores detenidos de modo preventivo han sido liberados posteriormente, «lo que indica» que estas operaciones han constituido una «práctica estandar». Amnistía Internacional aporta otro dato: solo la población reclusa de Sednaya, en Damasco, la calificada con mucho como peor cárcel del país, llegó a tener hasta 20.000 reclusos. «Muchos fueron ejecutados o murieron por negligencia», indica la organización internacional en base a testimonios recogidos entre los propios presos.

Un joven pisotea un retrato de Al Assad. Reuters

Algunos vídeos han plasmado el momento en que los insurgentes disparan contra las cerraduras de las prisiones o abren las celdas para liberar a sus fantasmas interiores. Hay calabozos minúsculos donde han sobrevivido hacinadas hasta cincuenta personas. 'The Washington Post' señala que 8.000 familiares de presos buscaban a sus allegados este domingo en Sednaya, a 30 kilómeros al norte de la capital, mientras la organización de defensa civil conocida como los 'cascos blancos' había enviado cinco grupos con médicos, perros de búsqueda y expertos en derribar muros y puertas «para investigar celdas subterráneas ocultas».

Dos de estos equipos se encuentran este lunes ya desplegados en el laberinto de niveles y pasillos del penal, «acompañados por un guía familiarizado con la disposición de la prisión. Se espera que el resto de los equipos lleguen gradualmente,. Se ven retrasados por las difíciles condiciones de seguridad en las carreteras y la grave congestión del tráfico», han informado los propios rescatistas a la agencia EFE. «Estamos trabajando con toda nuestra energía para alcanzar una nueva esperanza, y debemos estar preparados para lo peor», ha advertido en X Raed al Saleh, responsable de la ONG.

Porque el «matadero» tiene bien ganado su apodo. Se cree que en este infierno penitenciario habrían sido ejecutados 13.000 prisioneros desde 2011. Según la misión de la ONU que investiga las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen, la liberación de Sednaya se trata de «una imagen que millones de sirios no podrían imaginar hace apenas unos días y es importante que las autoridades actuales se aseguren de que las atrocidades allí no se repitan».

La ruta de la represión

El avance de las fuerzas rebeldes desde que el levantamiento comenzó el 27 de noviembre ha seguido prácticamente la misma ruta de la represión gubernamental. La SNHR tiene constancia de que la mayoría de las detenciones arbitrarias practicadas en la última década se ceban en la región de Alepo. A continuación, la geografía del miedo cruza Idlib, el bastión histórico de la insurgencia, Deir Es-Zour (de donde el ejército se retiró el sábado casi en desbandada) y las últimas zonas estratégicas en caer: Hama, Homs, Daraa, las comunidades rurales de Damasco y, finalmente, la propia capital. En Homs ha sido frecuente que la negra oscuridad cayera sobre familias sirias detenidas cuando pretendían cruzar la frontera libanesa, según estos informes.

Presos en la cárcel de Alepo en una imagen de 2014. Reuters

Las organizaciones civiles tratan ahora de establecer listas y un sistema de comunicación que facilite a las familias conocer el destino de sus allegados y ponerlos en contacto en el caso de los supervivientes. Algunas iniciativas voluntaristas consisten en publicar en las redes fotos de reclusos que han sido liberados junto a números de teléfono a los que se les puede llamar. Otros activistas piden a las familias que les envíen los nombres de sus parientes desaparecidos para tratar de encontrarles entre los excarcelados.

La idea es crear además una red internacional ante la expectación generada entre los cinco millones de sirios refugiados en el extranjero, muchos de ellos sin noticias de hermanos, tíos o sobrinas que fueron aprehendidos en su día por las fuerzas de seguridad. Como Hussien Idris, de 40 años, y residente en la ciudad alemana de Hannover. «Creo que mi hermano Ahmed todavía está vivo. Debe tener 32 años. Volveré a buscarlo yo mismo», escribe en un mensaje recogido por 'The Washington Post'.

Las televisiones difunden imágenes de reos cansados, con las cabezas rapadas, todavía descolocados y sorprendidos de volver a sentir la libertad. Decenas de miles de sirios escrutan esas imágenes desde sus casas en busca de un rostro familiar, sobre todo desde que los 'cascos blancos' han pedido a la población que no se acerque a las cárceles para evitar un caos en las búsquedas. Naila Alabbasi es una de esas personas. Su hermana Rania, su cuñado y los seis hijos del matrimonio fueron detenidos en 2013 por agentes de la Inteligencia siria. Lleva desde hace una semana revisando vídeos de las liberaciones en busca de una mujer que ha rebasado la cincuentena y unos sobrinos que frisan los 15 los 27 años. «No hay novedades», cuenta al 'Post', pero cada vídeo que llega a la red alienta su esperanza.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Los 113.000 desaparecidos en las espeluznantes prisiones sirias