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La formación liderada por Nicola Sturgeon busca una vía alternativa hacia la independencia. REUTERS
El nacionalismo escocés debate su 'plan B' hacia la autodeterminación

El nacionalismo escocés debate su 'plan B' hacia la autodeterminación

Los independentistas del SNP buscan este domingo en una asamblea nacional «rutas alternativas» para asegurar un referéndum antes o hacia 2023

lourdes gómez

Londres

Sábado, 23 de enero 2021, 22:02

El Gobierno escocés adelantó su última propuesta independentista la víspera de la apertura, este domingo, de una asamblea nacional que debatirá, mediante conexión audiovisual, «rutas alternativas» para asegurar la celebración de un referéndum soberanista «legal» antes o hacia 2023. Los sondeos de opinión indican una ... mayoría constante a favor de la independencia, pero quedan obstáculos políticos y rencillas internas hasta la meta.

El diario independentista 'The National' obtuvo la primicia del plan del Gobierno de Nicola Sturgeon para convocar el llamado IndyRef2 «después de la pandemia». La propuesta confirma la intención de publicar un borrador legislativo de los detalles de la consulta antes de las autonómicas, previstas para mayo. Una nueva victoria del Partido Nacional (SNP), ya sea con mayoría absoluta o respaldada por otros escaños independentistas, daría luz verde a la ratificación del proyecto de ley.

El SNP marcha favorito en todas las encuestas. Algunas proyectan una mayoría de hasta trece escaños en el Parlamento de Holyrood, similar a la que el anterior ministro principal, Alex Salmond, disfrutó antes del referéndum de 2014. Sturgeon confía en que el apoyo del electorado en las autonómicas, tras una campaña enfocada en el derecho de autodeterminación, fuerce al primer ministro, Boris Johnson, a seguir el ejemplo de su antecesor, David Cameron, y negociar los términos del ejercicio soberanista. En esas circunstancias, el mandatario conservador no tendría «ninguna justificación moral o democrática! para desautorizar el plebiscito, según expuso a 'The National' el consejero escocés en materia constitucional, Michael Russell.

LA CLAVE:

  • Concepto. El Gobierno del SNP está acorralado por su gestión de unas denuncias contra Alex Salmond

Pero Johnson tiene motivos políticos para vetar una votación que puede desembocar en la ruptura de Reino Unido. El votante escocés reitera su preferencia por la independencia desde mediados de 2020, con un promedio actual en las encuestas del 54,2% contra 45,8%. Casi replica a la inversa el 55,3% contra 44,7% del triunfo unionista de seis años atrás. El primer ministro considera zanjada la cuestión hasta mediados de siglo y advierte de que no facilitará la transferencia a Edimburgo del poder para convocar el indyRef2.

Reto a Johnson

Pese a ello, el próximo Gobierno del SNP procedería con los preparativos del referéndum y retaría a Johnson a evitarlo por mediación política o en los tribunales de Justicia. Así, el plan de Sturgeon traspasa el recurso legal al Ejecutivo central sin desvelar la respuesta de Edimburgo si Londres ignora el desafío y promueve el boicot unionista a la consulta. No obstante, la jefa del Ejecutivo escocés insiste en sus líneas rojas en cuanto a la legalidad del proceso a fin de «asegurar legitimidad y aceptación en casa y en el extranjero».

Sturgeon trata de contener la impaciencia de la militancia, parlamentarios y votantes del SNP con su actualizado plan de ruta. Su gestión de la crisis del Covid-19 ha reforzado la confianza ciudadana en un Gobierno soberano. Al mismo tiempo, el 'brexit' duro impuesto por Johnson pese al voto favorable de los escoceses a la permanencia en la Unión Europea -por una mayoría del 67%- alimenta las ansias por romper amarras con Inglaterra. Pero la fecha del referéndum, inicialmente prometido en 2016, se aleja año tras año y, con ello, se complica el objetivo de formar parte del bloque de la UE.

El Ejecutivo nacionalista afronta otro problema que arriesga su estabilidad y la posición de la ministra principal. Salmond y Sturgeon despertaron la ambición independentista de los escoceses en algo más de tres décadas de trabajo en equipo. Pero rompieron relaciones a raíz de unas alegaciones de abuso sexual contra el exministro principal, que se filtraron a la prensa en 2018.

Las denuncias de acoso y una presunta violación, que se remontaban a cuando estaba al frente del Ejecutivo, se demostraron infundadas en un sonado juicio penal, en marzo de 2019. Meses antes, Salmond había ganado un costoso pleito contra el Gobierno de su exprotegida por irregularidades en la investigación interna del escándalo. Un tribunal civil concluyó que se condujo de forma ilegal y con «aparente perjuicio».

Las secuelas del caso están rasgando al partido y al movimiento nacionalista. Sturgeon, su oficina y su gabinete están en el foco de dos investigaciones parlamentarias -de un comité y del asesor en conducta ministerial-sobre el procedimiento abierto contra el veterano que lideró la política escocesa durante décadas.

Guerra abierta en el seno del SNP

Alex Salmond acusa a su sucesora y pupila política, Nicola Sturgeon, de engañar al Parlamento y de quebrar el código ministerial con una narrativa «falsa» de los hechos en torno a la investigación interna del escándalo que le llevó ante la Justicia. El círculo de simpatizantes del exmandatario alerta, además, de una conspiración para acabar con su carrera y su reputación en la que estarían involucrados ministros y funcionarios del Gobierno de Sturgeon y altos oficiales del SNP. «He afrontado acusaciones de conspirar contra Salmond y también de confabular con él. Rechazo ambas sugerencias en los términos más fuertes posibles», ha señalado la ministra principal. Sus portavoces contratacan señalando que el ahora adversario difunde «falsas teorías conspirativas» para desviar la atención de las denuncias de varias mujeres.

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