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Minas y petróleo: Los negocios de Wagner en África y Oriente Medio
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Minas y petróleo: Los negocios de Wagner en África y Oriente Medio

Hoy, en nuestro análisis internacional de la semana, hablamos de los negocios de Wagner, la crisis política en Senegal y la investigación americana sobre el origen del coronavirus

Miércoles, 28 de junio 2023, 12:10

Dependiendo de quién lo analice, el drama que Rusia protagonizó el pasado sábado fue un episodio de 'Black Mirror', una historia de terror, o una hilarante comedia de surrealismo eslavo. Las opiniones también están divididas en torno a si Vladímir Putin ha salido debilitado o ... reforzado del órdago que le lanzó Evgeni Prigozhin, el excéntrico mandamás de los mercenarios Wagner. Habrá que esperar para determinar quién tiene razón. De momento, lo que nadie puede discutir es que el conato de golpe de Estado ha demostrado que la fortaleza militar rusa no es la que cabría esperar de una potencia nuclear, principal heredera de la Unión Soviética. La afrenta ha arrojado innumerables dudas sobre el país y su líder, incapaz de detener el avance de una columna de blindados por una de sus carreteras. Pero una de las incógnitas más inquietantes, y de implicaciones más globales, es la que sobrevuela el futuro de Wagner y de sus negocios fuera de Rusia.

Por eso, hoy ahondaremos en los negocios que han convertido a Wagner en una fuerza capaz de poner en jaque al Kremlin.

Estos son los tres temas que abordaremos

  • El futuro de los negocios de Wagner en el mundo

  • Tormentas en uno de los países africanos más estables, Senegal

  • Documentos desclasificados sobre el origen del coronavirus

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    La sombra rusa

    El imperio mercenario de Wagner se tambalea

La del sábado podría ser la mejor campaña publicitaria jamás llevada a cabo por un grupo mercenario. La demostración de fuerza de Wagner, que abandonó el frente ucraniano para dar un giro de 180 grados y poner rumbo a Moscú provocando sudores fríos en el Kremlin, deja a los estadounidenses de Blackwater a la altura del betún. Pero también podría suponer el final de un grupo cuyas actividades van mucho más allá de invadir Ucrania y tomar Bakhmut. Porque si Wagner puede permitirse dos rascacielos gemelos como cuartel general en San Petersburgo es, en gran medida, gracias a sus lucrativas operaciones en África, donde actúa como el poder ruso en la sombra.

Mucho se ha hablado sobre los orígenes del grupo y sobre cómo Evgeni Prigozhin ha pasado de ser un simple hostelero a convertirse en un hombre capaz de plantar cara al ministro de Defensa de Rusia. Los compañeros Óscar Beltrán de Otálora y Gerardo Elorriaga han publicado en las páginas del diario lo que hay que saber sobre este personaje digno de serie propia. Pero menos se sabe sobre cómo Wagner se ha embolsado miles de millones de dólares explotando recursos naturales en algunos de los países más pobres del mundo, donde todo apunta que continuarán operando. Porque Wagner es un imperio económico. Algunos lo llaman un 'cartel paramilitar apoyado por el estado ruso', que tiene influencia sobre todo en África o Siria, pero también en Venezuela. Como cualquier otro negocio mercenario, sirve para hacer el trabajo sucio de Rusia sin que sus dirigentes se manchen las manos. No es nada nuevo. Los estadounidenses han utilizado tácticas similares con empresas como Blackwater en los países que han invadido. Contratistas, los llaman eufemísticamente. Pero Wagner va más allá.

El Wall Street Journal ha identificado una red de 64 empresas ligadas a Prigozhin que se emplean como pantalla para todo tipo de negocios, desde el tráfico de armas hasta la compraventa de diamantes. Es una fórmula que se puso en marcha en Siria en 2015, cuando Wagner recibió el mandato de proteger los recursos energéticos del presidente Assad a cambio de un pago en especie: el 25% del petróleo y el gas que se producía en esas instalaciones. Prigozhin sigue controlando a través de sus empresas fantasma varios de los yacimientos explotados en Siria, que le reportan decenas de millones de euros al año.

Este modelo se ha extendido por África. Libia, Sudán, Malí y, sobre todo la República Centroafricana son una mina para Wagner. Literalmente. Allí, los mercenarios ofrecen servicios de seguridad y de aprovisionamiento militar a gobiernos corruptos que a menudo luchan contra grupos guerrilleros a cambio de sus recursos naturales, incluidos el oro y la madera. Se estima que solo la mina de Ndassima puede producir más de 40 toneladas de oro en menos una década. O sea, puede proporcionar más de 300 millones de euros al año. Es la pescadilla que se muerde la cola: cuanto más opera Wagner en África, más influencia gana y más puede extenderse por un continente al que Occidente le ha dado la espalda, dejándolo a merced de Wagner y de empresas chinas.

¿Qué sucederá ahora si los efectivos de Wagner se incorporan a las filas regulares de soldados? Las implicaciones para África podrían ser más que relevantes, y los analistas coinciden en que son negocios demasiado golosos para dejarlos pasar. Y demasiado delicados como para el Kremlin decida asumirlos con sus fuerzas. Así que es muy poco probable que Wagner vaya a desaparecer, porque para muchos gobiernos es un mal necesario.

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    Crisis política

    Senegal entra en crisis

En Senegal, que se sepa, no hay mercenarios de Wagner. No obstante, uno de los países más estables de África se ha convertido en las últimas semanas en un buen ejemplo de la volatilidad que hace del continente un territorio apetecible para grupos como el de Prigozhin. Porque vive una de sus peores crisis políticas desde que el candidato a las presidenciales del año que viene, Ousmane Sonko, fue condenado en ausencia a dos años de cárcel por 'corromper a la juventud'. Esto podría impedirle concurrir a los comicios, tal y como denunció que sucedería cuando afirmó que había una estrategia política para eliminarlo. Los choques entre partidarios del opositor y la policía han dejado dos docenas de muertos y cientos de detenidos.

Si esto sucede en Senegal, es fácil de entender por qué fuerzas desestabilizadoras al servicio de gobiernos con pocos escrúpulos, como el ruso, están interesadas en intervenir en África, ya sea en apoyo de dirigentes o de grupos guerrilleros contrarios. Por si fuese poco, las fronteras dibujadas con tiralíneas por los antiguos poderes coloniales facilitan que la inestabilidad se contagie por regiones de una gran complejidad sociocultural habitadas por etnias a menudo enfrentadas.

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    Covid-19

    Los documentos secretos del coronavirus no revelan el origen de la pandemia

Parece que fue en una vida pasada, pero lo cierto es que solo han pasado unas semanas desde que la Organización Mundial de la Salud decretó oficialmente el fin de la pandemia del Covid-19. Y aún no se sabe cómo comenzó. Teorías hay para todos los gustos: desde la zoonosis natural por la que apuestan la mayoría de los científicos hasta la 'conspiranoia' que habla de un maquiavélico plan chino para darse impulso hacia la hegemonía mundial.

Sin duda, la opacidad con la que Pekín ha gestionado la crisis y la ausencia de un 'paciente cero' no ayudan a disipar dudas. Menos aún si se tiene en cuenta que tres especialistas chinos empleados en el Instituto de Virología de Wuhan, donde se guardan muchos virus de murciélagos, enfermaron cuando se comenzaron a detectar los primeros casos. Lo curioso es que uno de ellos trabajaba precisamente con coronavirus en programas financiados por Estados Unidos, una carambola jugosa para las conspiraciones. Incluso el FBI se decanta por la posibilidad del accidente en el laboratorio, que le viene de perlas a Washington en caso de que haya que echarle algo en cara al Partido Comunista de China. Por eso, desde muy temprano, Donald Trump ordenó investigar lo sucedido.

No obstante, documentos desclasificados en los últimos días descartan casi por completo que el covid fuese un producto de ingeniería genética y que se desarrollase como arma biológica. También reconocen que «no hay evidencia directa» de que se produjera incidente alguno en el laboratorio. Además, aseguran que ninguno de los coronavirus recogidos por los científicos chinos «está suficientemente cerca de ser el progenitor del SARS-CoV-2».

A pesar de todo, el informe desclasificado del director de la Inteligencia Nacional de Estados Unidos deja algunas puertas abiertas los amantes de las conspiraciones, ya que reconoce que se usaban técnicas que harían difícil detectar modificaciones genéticas, y que los estándares de seguridad no eran los adecuados. No obstante, afirman que los científicos enfermados «ni confirman ni refutan» ninguna tesis.

No hay nada concluyente. Y cada vez son más los científicos que temen que el origen de la pandemia quede en un misterio sin resolver. En cualquier caso, siempre será una buena arma arrojadiza para que las dos mayores potencias mundiales se enzarcen en luchas que no llevarán a ninguna parte.

Es todo por hoy. Espero haberte explicado bien algo de lo que está ocurriendo ahí fuera. Si estás apuntado, recibirás esta newsletter todos los miércoles en tu correo electrónico. Y, si te gusta, será de mucha ayuda que la compartas y la recomiendes a tus amigos.

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