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Un artificiero estudia un proyectil sin estallar en Nagorno-Karabag. AFP
La mediación es incapaz de parar la guerra de Nagorno

La mediación es incapaz de parar la guerra de Nagorno

Casi un mes después de iniciado el conflicto, los esfuerzos de Francia, EE UU y Rusia fracasan en un conflicto que se acerca a los 5.000 muertos

Rafael M. Mañueco

Moscú

Sábado, 24 de octubre 2020, 18:53

Pese a los esfuerzos desplegados por Francia, Estados Unidos y Rusia, los tres países que presiden el Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la guerra en Nagorno Karabaj continúa. La actual espiral de violencia, la más ... destructiva desde que acabó la guerra de 1991-1994, comenzó hace casi un mes, el 27 de septiembre.

El viernes, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, se reunió en Washington con los ministros de Exteriores de Armenia y Azerbaiyán, Zograb Mnatsakanián y Ceyhún Bairámov, pero sin ningún resultado que permita vislumbrar un cese de las hostilidades a corto plazo. Pompeo los recibió por separado sin lograr un encuentro a tres. Las dos treguas acordadas hasta ahora por los contendientes no se han cumplido.

Sobre el terreno, el Ejército azerbaiyano avanza y parte de las fuerzas karabajíes se repliegan en el norte y en el sur, según reconoció hace unos días el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, aunque «no en la línea de frente». El Ministerio de Defensa azerbaiyano muestra una infografía de las últimas conquistas. Sus tropas habrían recuperado una estrecha franja en el norte y el control de todo el sector sur de Nagorno Karabaj, que abarca también la totalidad de la línea fronteriza con Irán.

Si el mapa refleja realmente lo que está sucediendo, Azerbaiyán habría liberado ya una tercera parte del disputado enclave, incluyendo núcleos de la importancia de Fizuli, Hadrut, Dzhabrail y Zanguilán, aunque también muchas aldeas abandonadas. El presidente azerbaiyano, Ilham Alíev, anunció el jueves triunfalmente la entrada de sus tropas en Agbend, en la punta sur de Nagorno Karabaj, completando así la restitución de la frontera con Irán. Los combates más encarnizados se están produciendo precisamente en ese frente sur, por la toma de la localidad de Gubaldi y su entorno, muy cerca de la frontera con Armenia.

Desde Gubaldi, las fuerzas azerbaiyanas tendrían a tiro de piedra el estratégico corredor de Lachín, la principal arteria que une el enclave con la ciudad armenia de Goris. Una vez en Lachín, contarían desde el suroeste con el camino expedito hacia Shusha y Stepanakert, la capital karabají. Desde el noreste, también hacia Stepanakert, los azerbaiyanes tratan de romper la resistencia armenia en Agdam y Askerán.

Misiles y artillería

Los armenios, por su lado, procuran desesperadamente detener al enemigo a base de bombardeos de misiles y artillería. Bakú denuncia reiteradamente «mortíferos» ataques de cohetes, especialmente para los civiles, contra centros de población como Terter y, más hacia el interior, Guiandzhá, la segunda ciudad de Azerbaiyán.

A juicio del presidente ruso, Vladímir Putin, «somos testigos de un conflicto en la peor de sus variantes. Según nuestros datos, hay dos mil muertos por bando. El saldo total de muertes se aproxima ya a las cinco mil». Lo dijo el jueves en la reunión anual del Club Internacional de Debate de Valdái.

Según sus palabras, «lo primero que hay que hacer es detener inmediatamente las operaciones militares. Nosotros lo acordamos en la reunión en Moscú. Pero, lamentablemente, no hemos podido controlar la situación. Lo seguiremos intentando». Putin volvió a subrayar que su país mantiene buenas relaciones tanto con Armenia como con Azerbaiyán y destacó que en Rusia «viven dos millones de armenios y otros dos millones de azerbaiyanos».

Tal vez por ello, el Kremlin pretende mantener una postura neutral, pese a que siempre se ha considerado a Armenia más próxima. Pashinián ha pedido a Putin que actúe para parar los enfrentamientos mediante la implicación de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (ODKB), que engloba a Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán. El viernes también solicitó ayuda al presidente ruso el primer dirigente de la Administración separatista de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunián.

Pero Turquía no quiere quedarse al margen de posibles conversaciones para resolver el conflicto. El presidente, Recep Tayyip Erdogan, expresó el viernes el deseo de intervenir como mediador cuando haya negociaciones de paz.

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