Alexánder Lukashenk, en un acto en Minks. Reuters

Lukashenko cerrará la frontera con Polonia y Lituania

Los pasos con Ucrania verán reforzada la vigilancia | La medida surge tras la imputación de una de las principales opositoras por «atentar contra la seguridad nacional»

Rafael M. Mañueco

Moscú

Jueves, 17 de septiembre 2020, 22:02

Durante una intervención ayer en el estadio Minsk-Arena de la capital bielorrusa, el presidente, Alexánder Lukashenko, anunció ante el llamado «Foro de mujeres por Bielorrusia» que ha dado orden de cerrar la frontera del país con Polonia y Lituania y reforzar los controles en ... el tramo correspondiente a Ucrania.

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En referencia al despliegue de tropas llevado a cabo en las últimas semanas para hacer frente a una supuesta amenaza de la OTAN desde el oeste, especialmente en la ciudad de Grodno, Lukashenko dijo ayer que «cerramos nuestra frontera con Occidente, principalmente con Lituania y Polonia. Nos vemos también obligados con el mayor pesar a fortalecer la seguridad en la frontera con nuestra fraternal Ucrania».

Lukashenko aseguró ante las asistentes haber acordado con su homólogo ruso, Vladímir Putin, «construir un sistema de defensa común del Estado de la Unión». Insistió además en que no hubo fraude en las elecciones del pasado 9 de agosto. «Es imposible falsificar el 80% de los votos que obtuve», declaró ante el foro de partidarias de su régimen, un evento que pretende contraponerse a las marchas opositoras femeninas de cada sábado.

La miembro del Consejo de Coordinación de la oposición bielorrusa, María Kolésnikova, que junto con Svetlana Tijanóvskaya y Verónica Tsepkalo, encabezaron la campaña electoral contra el dictador bielorruso Lukashenko, fue ayer interrogada por el Comité de Instrucción de Bielorrusia después de que el miércoles fuera imputada por «atentar contra la seguridad nacional».

De ello informó su abogada, Liudmila Kazak en declaraciones a la radio Eco de Moscú. Según sus palabras, a Kolésnikova se la acusa de «hacer llamamientos públicos a tomar el poder de forma violenta», delito que podría costarle cinco años de cárcel. Pero todo lo que ha hecho la dirigente opositora ha sido participar en las manifestaciones de protesta y pedir al poder que dialogue con la oposición, tras unos comicios que consideran manipulados

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Kolésnikova fue secuestrada en Minsk por hombres enmascarados el pasado 7 de septiembre y al día siguiente intentaron deportarla del país, como hicieron con Tijanóvskaya en agosto. Pero, ya en el puesto de control en la frontera con Ucrania, la activista rasgó su pasaporte y terminó siendo detenida.

«No se arrepiente en absoluto de haberse quedado en Bielorrusia de esta manera no tan trivial, después de haber roto su pasaporte. Por supuesto, entiende a lo que se enfrenta, pero por el bien del objetivo que persigue, está dispuesta a aguantar y continuar su lucha», afirmó ayer su abogada. De momento y hasta que se celebre el juicio, Kolésnikova permanecerá en prisión preventiva.

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Todo el Consejo de Coordinación de la oposición está siendo investigado en el marco de la causa penal abierta por intento de tomar el poder. Los miembros de su presídium se encuentran encarcelados o deportados a otros países. La única componente de esta estructura creada por la oposición para establecer una línea de negociación con las autoridades que continúa todavía en libertad en territorio bielorruso es la premio Nobel de literatura Svetlana Alexiévich.

Por otro lado, 17 países miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) impulsaron ayer un mecanismo para llevar a cabo una investigación internacional de los abusos cometidos contra los Derechos Humanos en Bielorrusia, incluyendo la falsificación de los resultados de las elecciones y la represión violenta de manifestaciones de protesta que están siendo pacíficas.

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