La Justicia de Estados Unidos pide a Andrés que testifique sobre su relación con Epstein

La noticia fue anunciada por el diario británico 'The Sun' y confirmada por portavoces de Andrés. Tanto el Departamento de Justicia como el Ministerio británico de Interior, receptor de la petición, han seguido el criterio de confidencialidad, al menos en público. El duque de York, según la BBC se siente «amargamente decepcionado» por la filtración de la solicitud de testificar.

Sus abogados han emitido una declaración en la que afirman que el príncipe británico «ha ofrecido, al menos tres veces este año, su asistencia como testigo» en las investigaciones sobre Epstein, que duran desde hace 16 años pero que, según recuerdan, han motivado una petición a Andrés solo el pasado 2 de enero. No es, dicen en su declaración, un «objetivo» de la investigación.

La solicitud se fundamentaría en el mecanismo de Asistencia Legal Mutua (ALM) entre gobiernos, que podría obligar a Andrés a comparecer ante un tribunal británico para responder a las preguntas enviadas desde Nueva York. Los abogados señalan que «sería decepcionante cualquier petición de ALM», indicando así que no tienen constancia de su envío.

Los letrados contratados por el duque de York cargan sin adjetivos contra el fiscal del juzgado neoyorquino, Geoffrey Berman, pero combinando en su narración de los hechos datos que le señalan como sospechoso de la filtración. Denunció en enero públicamente que la colaboración del príncipe había sido «igual a cero» y en marzo que Andrés «ha cerrado la puerta por completo».

El príncipe habría ofrecido su asistencia por tercera vez hace pocos días y sus abogados señalan, con la duplicidad típica de los profesionales de la ley en Reino Unido en su uso de la lengua inglesa, que «cabe esperar que esa tercera oferta no haya sido la causa de la más reciente filtración sobre el duque». Trae ecos del inicio de 'La hoguera de las vanidades', de Tom Wolfe, pero con abogados de una parte que lucen pelucas.

La tormenta judicial ha ido avanzando en la dirección del príncipe desde que Virgia Roberts Giuffre, una mujer americana que tiene hoy 36 años y reside en Australia, afirmase que mantuvo tres veces relaciones sexuales con Andrés, entre 2001 y 2002. En dos ocasiones era menor de edad. Una fotografía de ambos en la casa londinense de Ghislane Maxwell, pareja de Epstein, con el príncipe abrazando la cadera de Roberts, sería una de las pruebas del delito.

Andrés negó cualquier recuerdo de Roberts o de esa fotografía en una entrevista en la BBC, el pasado año, que fue considerada como un intento de limpiar su nombre, pero con resultado catastrófico. El príncipe respondió de manera poco convincente a preguntas sobre sus relaciones con Epstein, incluso cuando ya había sido condenado por abusos sexuales a menores.

En aquella entrevista, Andrés afirmó su inocencia en todos los aspectos y no lamentó su relación con Epstein, que se suicidó en la cárcel, a los 66 años, cuando esperaba juicio por múltiples delitos sexuales. Se declaró también dispuesto a colaborar con la Justicia de Estados Unidos, «si así me lo dicen los asesores legales». El príncipe ha sido apartado desde entonces de todos los roles que desempeñaba en la representación pública de la familia real británica.