salvador arroyo
Corresponsal. Bruselas
Sábado, 3 de octubre 2020, 21:10
Boris Johnson se involucró este sábado directamente en la negociación del 'brexit' por primera vez desde junio a través de una conversación telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Apenas dos días después de que Bruselas haya abierto expediente a Reino Unido ... por esa Ley de Mercado Interior que a su juicio vulnera el Acuerdo de Retirada y erosiona la «buena fe» que ha de guiar los contactos en este tramo final del periodo transitorio. Tras la conversación vespertina Londres-Bruselas se emitió un escueto comunicado que reflejaba lo evidente; que hay «brechas significativas» en la negociación pese a que «se han hecho progresos en semanas recientes».
Publicidad
«Brechas» que como se constató el viernes, cuando se puso fin a la novena ronda de trabajo entre los equipos negociadores, parecen insalvables en «las áreas de pesca, la igualdad de condiciones (de cara a una competencia justa, sobre todo en lo que se refiere a las subvenciones públicas) y la gobernanza». Pero «no solo» en esas áreas, se puntualiza en el comunicado oficial sin aportar mayor precisión.
El mismo texto hace hincapié en que Johnson y Von der Leyen coincidieron en «la importancia de encontrar un acuerdo, si es posible, como una base sólida para una relación estratégica entre la UE y el Reino Unido en el futuro». Para lo que piden a sus negociadores jefe, David Frost y Michel Barnier, «trabajar intensamente» con el objetivo de «tratar de cerrar esas brechas». Y «acordaron hablar de forma regular» sobre la evolución de unas negociaciones que apenas han registrado avances significativos.
Noticia Relacionada
Y que han entrado en un momento crítico a efectos de calendario. Bruselas entiende que la «base» del acuerdo comercial que debería marcar la relación de los británicos con la UE a partir del 1 de enero del próximo año debería quedar clarificada antes de que acabe este mes para que dé tiempo a su ratificación tanto en la Eurocámara como en Westminster.
Barnier, en su balance tras la última ronda de negociación en Bruselas, aseguraba el viernes que el futuro acuerdo de asociación requiere «garantías sólidas y a largo plazo» de que va a existir «una competencia leal y abierta» (citaba, en concreto, las ayudas estatales y el compromiso de Londres de que no habrá retrocesos en las normas sociales, fiscales, medioambientales y climáticas). Reclamaba asimismo un marco de gobernanza eficiente «con mecanismos sólidos de aplicación y solución de controversias» y ese acuerdo de pesca «estable, sostenible y a largo plazo» que garantice el acceso de los pescadores europeos a aguas británicas. «Seguiremos manteniendo una actitud tranquila y respetuosa, y nos mantendremos unidos y decididos hasta el final de estas negociaciones», subrayaba el francés.
Publicidad
Ese último asunto, el de la pesca, fue identificado por David Frost como «una brecha muy grande». «Sin mayor realismo y flexibilidad por parte de la UE, se corre el riesgo de que sea imposible de salvar», advertía el negociador británico que dejaba entrever su temor a que no se consigan superar las divergencias antes de la reunión ordinaria del Consejo Europeo del próximo 15 de octubre en Bruselas.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.