Johnson tiene grietas en varios frentes de su estrategia

La Policía normal y la fronteriza se quejan también de que no hay manera de vigilar el cumplimiento de la cuarentena de 14 días de aislamiento que el Gobierno quiere imponer a los viajeros que llegan a Reino Unido a partir del día 8. También se quejan diputados conservadores. Y el ex ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, pide que se publique el asesoramiento científico en el que se basa.

Al menos dos epidemiólogos que asesoran al Gobierno se quejan de que se levanten restricciones demasiado pronto. Creen que la relajación se tiene que aplicar cuando está funcionando el sistema de test y seguimiento que permite suprimir nuevos brotes locales; pero, según el 'Daily Mail', periódico amigo del Gobierno, los primeros días del sistema son caóticos.

El Gobierno, eso sí, ha acallado las denuncias por la conducta de Dominic Cummings, principal asesor de Boris Johnson, durante el confinamiento. Solo 'The Guardian' insiste. Ha sondeado a 117 diputados, que han recibido 31.738 correos electrónicos sobre los polémicos viajes del gurú. Si se aplicase el promedio a los 650 diputados, 180.000 británicos habrían escrito a su MP, a su miembro del Parlamento.

La canciller federal, Angela Merkel, ha dado calabazas al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al rechazar su invitación para acudir personalmente a la cumbre del G7 en aquel país a finales de junio. Debido a la pandemia la cita iba a celebrarse inicialmente por videoconferencia, pero Trump decidió hace unos días invitar a los participantes a viajar a Estados Unidos para una reunión presencial. «La canciller federal agradece al presidente Trump su invitación a la cumbre del G7 en Washington. Pero a día de hoy y ante la situación global por la pandemia no puede confirmar que participará personalmente y que viajará a Washington», señaló este sábado un portavoz gubernamental alemán.

El primer vuelo especial desde Alemania a China desde la suspensión del tráfico aéreo por la epidemia de coronavirus llegó este sábado con 200 representantes y técnicos germanos o familiares a la ciudad de Tianjin. Todos ellos deberán pasar una cuarentena de dos semanas antes de dirigirse a sus destinos finales en China. El vuelo ha sido organizado por la Cámara de Comercio Alemana en China y la embajada de Pekín en Berlín. El aparato de la compañía alemana Lufthansa partió desde Fráncfort y es el primero de una serie de vuelos para trasladar a China a personas que trabajan habitualmente en aquel país y que retornaron a Alemania al comienzo de la pandemia. Unas 2.500 personas han mostrado interés en utilizar ese «puente aéreo» en una encuesta realizada por la citada cámara de comercio. Un segundo vuelo tendrá lugar el próximo 3 de junio con destino a Shanghai. La embajada de China en Alemania ha concedido visados especiales a los pasajeros. Las autoridades de Pekín han conseguido contener la pandemia pero temen que se produzcan nuevo contagios a través de personas que entre en el país procedentes del extranjero.

Docenas de manifestaciones contra las restricciones dictadas por la epidemia de coronavirus tendrán lugar este sábado en numerosas ciudades alemanas para protestar por el recorte de las libertades ciudadanas. Por primera vez el número de participantes no será limitado en Berlín, donde habrá concentraciones autorizadas en lugares céntricos como la Puerta de Brandeburgo, la Alexanderplatz o el Reichstag. La Alianza Berlinesa contra la Derecha ha anunciado que plantará cara a los agitadores neonazis y a los defensores de mitos conspirativos. Hay anunciadas protestas en otras grandes ciudades como Stuttgart, Colonia o Múnich bajo lemas como «Unidos por la libertad, los derechos fundamentales y la autodeterminación». Las protestas han sido organizadas por movimientos ciudadanos, pero también por grupos de extrema derecha e izquierda, militantes contra la vacunación y seguidores de teorías conspirativas.

El gobierno alemán está preparando un nuevo paquete de ayudas esta vez para las organizaciones sin ánimo de lucro y de utilidad pública. Varios medios revelan que Berlín destinará inicialmente ayudas de hasta mil millones de euros a ese tipo de asociaciones que cumplen un papel social relevante y que «deben ser conservadas a toda costa», según un documento elaborado por los ministerios germanos de Finanzas, Economía, Trabajo y Asuntos Sociales. «No haber contemplado a las asociaciones benéficas y de utilidad pública en el paraguas de rescate del Instituto Crediticio para la Reconstrucción ha sido un error que nadie deseaba», subrayó Matthias Bartke, presidente de la comisión parlamentaria de Trabajo y Asuntos Sociales, quien destacó que «ese error debe ser subsanado lo antes posible».

Casi la mitad de los alemanes son contrarios a la retransmisión de los encuentros a puerta cerrada de la reanudada Bundesliga de fútbol en tiempos de la crisis del coronavirus, según un sondeo del instituto demoscópico YouGov. Un 47% de los encuestado consideran el reinicio de la competición un error y tan solo un 27% lo defiende. Un 24% no quiso o supo responder a la pregunta. La Bundesliga alemana de fútbol ha sido la primera de las grandes competiciones europeas en reanudar sus encuentros el pasado 16 de mayo. El concepto de higiene elaborado por la Liga Alemana de Fútbol para evitar contagios contempla, entre otras cosas, el acceso al terreno de juego por separado de los equipos en liza y la presencia de poco más de 300 personas en el estadio entre conjuntos, técnicos, árbitros, periodistas, directivos y personal de seguridad.

El plan de desescalada del gobierno cuenta con la aprobación de una gran mayoría de los franceses, que consideran que en Ejecutivo ha sido claro y que las medidas progresivas para salir del desconfinamiento están bien adaptadas. Un giro radical de la opinión pública, que se mostró muy escéptica al principio de la crisis sanitaria, y un impulso para el primer ministro, Édouard Philippe, de quien dos tercios de los franceses, según un sondeo de Odoxa para «Le Figaro» y «FranceInfo», considera que estuvo a la altura de la situación.

Siete de cada 10 franceses consideran que Philippe fue claro esta semana al anunciar las medidas de la segunda fase de la desescalada, que comienza el próximo martes 2 de junio. El 64% creen que sabe adónde va con estas medidas, el 62% lo considera convincente y el 60% cree que dijo la verdad. Esta opinión, además, es compartida por votantes de todo el espectro político, excepto de la ultraderecha de la Reagrupación Nacional.

Las medidas que cuentan con más apoyo para esta segunda fase son la reapertura de parques, jardines y playas, el fin de la prohibición de viajar a más de 100 kilómetros del lugar de residencia y el regreso de los bares, cafés y restaurantes. Los franceses también confían en las precauciones tomadas por las autoridades para no permitir por el momento las reuniones públicas de más de 10 personas, los deportes de contacto o para mantener discotecas cerradas.

Varios asuntos, como la reapertura de las escuelas o la puesta en marcha de la aplicación para móviles StopCovid, para rastrear los casos positivos y sus posibles contactos, dividen, sin embargo, más a los franceses.

El Ministerio de Exteriores ruso considera que la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de romper las relaciones con la Organización Mundial de la Salud (OMS) supone un duro golpe para la cooperación mundial en la esfera sanitaria. «Justo en el momento cuando el mundo necesita consolidar esfuerzos en la lucha contra la pandemia, Washington asesta un golpe a los cimientos legales de la interacción internacional en el terreno de la sanidad», sostiene la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, en declaraciones difundidas por la agencia RIA-Nóvosti.

Zajárova se pregunta: «¿ Qué puede ofrecer Estados Unidos al mundo a cambio?». Según sus palabras, «la triste imagen mostrada por el sistema de salud estadounidense durante la pandemia no deja a Washington demasiada oportunidad de hablar sobre liderazgo en esta esfera», concluyó la portavoz de Exteriores.

Trump anunció el viernes que su país abandona la OMS por haberse negado «a llevar cabo las reformas requeridas». El presidente norteamericano dijo que los fondos que recibía la organización de EEUU «serán redirigidos al mundo entero para necesidades urgentes de salud».

Estados Unidos ya decidió a finales de abril suspender su financiación a la OMS, a la que acusó de favorecer a China, de encubrir la envergadura real de la enfermedad y de gestionar ineficazmente la pandemia. El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, condenó entonces la medida y llamó a Washington a «aplicar una política responsable que no destruya el marco de cooperación internacional en el campo biomédico» sino que «contribuya a su fortalecimiento y siente las bases de su mejora en el futuro».

Durante la reciente cumbre virtual del G20, el presidente Vladímir Putin se comprometió, al igual que el resto de los participantes en la reunión, incluyendo a Estados Unidos, a «apoyar los esfuerzos de la OMS y fortalecer su autoridad a fin de coordinar la lucha internacional contra la COVID-19».

Rusia sigue ocupando el tercer puesto en la lista mundial de la pandemia en número de contagios y suma hoy casi 400.000 infectados. Desde ayer se han registrado 8.952 nuevos casos de coronavirus, casi 400 más que el viernes, lo que sitúa el total en 396.575. Los fallecimientos han caído con respecto al día anterior, que fue el peor hasta ahora con 232 y anota hoy 181 decesos. El total de muertes en el país eslavo desde el comienzo de la epidemia se eleva a 4.555.