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iñigo gurruchaga
Londres
Sábado, 12 de junio 2021, 18:55
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha reiterado que su Gobierno tomará decisiones unilaterales para aliviar el impacto que el Protocolo irlandés del Acuerdo de Retirada de la Unión Europea tiene en el comercio y en la política de Irlanda del Norte. La advertencia de ... Johnson siguió a sus encuentros con los dirigentes europeos presentes en la cumbre del G7, que le han exigido cumplir lo acordado.
La advertencia llega dos semanas antes de que termine el periodo de gracia para el comienzo de controles fronterizos de algunos productos cárnicos, cuando entren en Irlanda del Norte procedentes de Gran Bretaña. Una prolongación unilateral por Londres evitaría la «guerra de las salchichas» en Ulster, pero la UE habría amenazado a Johnson, según 'The Times', con una «guerra comercial». Es decir, en palabras de Ursula von der Leyen, con las sanciones contempladas en el Protocolo.
El enredo provocado por el 'brexit' en la región tiene repercusiones cuatrilaterales. La UE, Reino Unido y la república de Irlanda son los directamente afectados, pero 'The Times' ha dado también cuenta de la advertencia de la diplomacia de Washington a la de Londres para salvaguardar los delicados equilibrios del acuerdo de paz de 1998 en la provincia.
Yael Lempert, 'chargée d'affairs' de la legación diplomática de Estados Unidos en Londres- que no tiene embajador tras el cambio político en Washington-, habría utilizado el instrumento de la 'démarche', inusual entre aliados, para notificar a Johnson que la actual administración desea una actitud más equilibrada en sus decisiones sobre Irlanda del Norte.
También habría adelantado un gesto que el primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, ha señalado como la ruta a seguir. Lempert habría informado a sus interlocutores, entre ellos el ministro negociador con la UE, David Frost, de que Estados Unidos no cree que un acuerdo de homologación veterinaria entre Londres y la UE impediría la firma de un tratado comercial transatlántico.
El sector agroalimentario fue el mayor obstáculo técnico en las negociaciones de tal tratado entre el Gobierno de Johnson y la administración de Donald Trump. Biden no ha mostrado el entusiasmo de su predecesor por un acuerdo comercial. Aceptar que Reino Unido se alinee con los estándares sanitarios y fitosanitarios de la UE desvela una rara disposición a enfrentarse con su sector doméstico o un indirecto mensaje de desinterés por el tratado.
Tanto Frost como el negociador de la UE, Maros Sefcovic, subrayaron al final de su estéril reunión del pasado miércoles que un acuerdo veterinario eliminaría gran parte de los controles que entorpecen ahora a la economía norirlandesa. ¿Dónde está entonces el problema para cumplir la aspiración 'brexiter' de sustituir el comercio con la UE por mayor diversidad, con Estados Unidos como el mayor premio?
Johnson insistió en que no quiere alineamiento dinámico de reglas con la UE para todo Reino Unido. Frost propone un reconocimiento recíproco de estándares y «la identificación y gestión de riesgos que emerjan de cambios» adoptados por una de las partes. Pero la confianza se ha quebrado. Johnson denunció en Cornualles que se hacen ahora más controles en Irlanda del Norte que en el puerto de Rotterdam. Sefcovic no puede opinar. Según él, Londres no le da los datos sobre los controles que realiza.
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