El independentista Salmond, inocente de todos los cargos

«Tenía que haber sido más respetuoso con el espacio personal», declaró el exministro principal escocés durante su comparecencia en el banquillo. Refutó todas las acusaciones, achacándolas a venganzas políticas, a mentiras o exageraciones. Su inocencia causa descrédito a la actuación de la Policía autonómica, Police Scotland, y a la Fiscalía del sistema judicial independiente de Escocia.

Los cargos más graves eran de intento de violación. La mujer que denunció uno de ellos afirmaba que el entonces ministro principal intentó forzarla sexualmente en su residencia oficial en Edimburgo. Pero una testigo aseguró que la mujer no estaba en la cena tras la cual se habría producido el ataque. Salmond dijo que habían mantenido antes «relaciones sexuales incompletas»

La supuesta víctima no mencionó el intento de violación cuando habló por primera vez con la Policía. Expresó tras el incidente interés en trabajar de nuevo con Salmond, que explicó la denuncia como una venganza porque él no la apoyó cuando quiso que el Partido Nacional Escocés(SNP) la eligiera como candidata.

La otra acusación de intento de violación también situaba el delito en la residencia oficial de Salmond. El exministro principal afirmó que se habían tumbado en la cama, tras beber alcohol, que dio un beso en la mejilla a la funcionaria y estuvieron de acuerdo en que era una mala idea proseguir. Se habrían despedido amistosamente.

Otros cargos describían toques inapropiados, intentos de forzar besos y también de mantener relaciones sexuales en lugares públicos, algo que Salmond consideró descabellado por ser él una personalidad reconocida por el público. Especialmente, cuando la mayoría de los supuestos delitos se habrían cometido en la recta final de la campaña en el referéndum por la independencia, en septiembre de 2014.

Las mujeres que comparecieron como víctimas son funcionarias o miembros del SNP. Una de las mujeres afirmó en el juicio que había en el seno de la administración autonómica una decisión de no dejar a mujeres solas con Salmond, que se casó en 1981 con otra funcionaria, 17 años mayor con él, cuando trabajaba para la administración pública. No había ningún documento que probase la existencia de esa decisión.

En 2018, Salmond ya ganó un caso contra el Gobierno de su sustituta, Nicola Sturgeon, por irregularidades en el proceso de investigación interna, liderada por una alta funcionaria del Ejecutivo, que llevó a la decisión de la administración de pasar a la Policía la información sobre las acusaciones. Recibió una compensación de 550.000 euros para pagar el coste de sus abogados. Salmond denunció la actitud del Gobierno, porque él habría buscado la resolución de las denuncias a través de la mediación.