Secciones
Servicios
Destacamos
juan carlos barrena
Berlín
Lunes, 24 de agosto 2020, 13:53
Los médicos del hopital de la Charité de Berlín han encontrado indicios de un envenenamiento tras las primeras pruebas realizadas al disidente ruso Alexei Navalni, que ingresó este centro universitario el pasado sábado en estado de coma. El hospital informó este lunes que los análisis ... clínicos indican la existencia de un envenenamiento con una sustancia activa del grupo de los inhibidores de la colinesterasa o anticolinesterásicos, una potente neurotoxina que puede utilizarse como arma bioquímica.
El estado de Navalni es grave, pero no existe un peligro inmediato de muerte, señalaron los especialistas alemanes de la Charité, quienes comentaron que el abogado ruso de 44 años continúa internado estable y en coma inducido en una unidad de cuidados intensivos. El equipo de especialistas germanos está tratando a Navalni con atropina. El desenlace de la enfermedad es incierto, subrayaron en su comunicado, en el que indicaron que no pueden descartarse que sufra secuelas sobre todo en el sistema nervioso.
Los inhibidores de colinesterasa se aplican en la medicina para tratar la debilidad muscular, pero son también conocidos venenos nerviosos. La sustancia bloquea una enzima que descompone en el organismo el neurotransmisor acetilcolina. De esa manera destruye la comunicación entre las células nerviosas y el cerebro no puede ya procesar la información correctamente. También puede verse afectada la coordinación muscular. La acetilcolina participa decisivamente en actividades cerebrales como la formación de los recuerdos, el estudio y la percepción.
La Charité subrayó que los médicos que atienden a Navalni se encuentran en contacto permanente con su esposa, quien ha autorizado la emisión del parte médico sobre el estado actual del paciente.
Las circunstancias del presunto envenenamiento siguen siendo confusas. El activista anticorrupción y crítico con el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, perdió el conocimiento tras sufrir fuertes dolores a bordo de un avión comercial que el jueves pasado le trasladaba a Moscú desde de la localidad siberiana de Tomsk, donde había participado en la campaña electoral para los comicios regionales de septiembre en Rusia. El entorno de Navalni sospecha que pudo ser envenenado con un té que tomó en el aeropuerto y que fue lo único que ingirió antes de volar.
Ante la gravedad de su estado los pilotos del avión realizaron un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde fue ingresado en un hospital local. Tras arduas negociaciones para lograr que los médicos y autoridades rusas permitieran su traslado a Berlín por deseo expreso de su familia, un avión medicalizado alemán evacuó a Navalni el sábado a la capital alemana.
Poco antes del anuncio del hospital de la Charité, el Gobierno que dirige la canciller, Angela Merkel, había hablado ya del posible el envenenamiento intencionado del opositor ruso. «Existe la sospecha de que el señor Navalni fue envenenado, algo que lamentablemente se ha visto confirmado por casos similares en la más reciente historia de Rusia», dijo Steffen Seibert, portavoz oficial del Gobierno alemán, quien habló de un «probable atentado con veneno» y subrayó que el abogado ruso de 44 años «necesita ser protegido».
Desde su llegada a Berlín Alexei Navalni se encuentra oficialmente bajo la protección del Gobierno germano y el hospital donde permanece internado está vigilado por un amplio dispositivo policial, que es coordinado por la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA).
Seibert exigió, además, «total transparencia» a la hora de esclarecer el caso por parte de las autoridades de Moscú, que hasta ahora niegan la posibilidad de que el activista anticorrupción y crítico con el régimen del presidente ruso, Vladimir Putin, fuera envenenado y rechazan tener algo que ver con las causas para su crítico estado de salud.
Los médicos del hospital de Omsk donde fue atendido aseguran que Navalni no fue envenenado. «Salvamos su vida con gran trabajo y esfuerzo», manifestó en rueda de prensa el médico jefe del hospital Alexander Murachovski. «Su hubiésemos encontrado algún tipo de veneno habría sido todo más sencillo para nosotros. Habría habido un claro diagnóstico, un estado claro y un tratamiento conocido», dijo el director del hospital de Omsk, Anatoli Kalinichenko. Ambos rechazaron además haber retrasado el traslado de Navalni a Berlín por presión de las autoridades rusas.
Liubov Sobol, colaboradora de Navalni, afirma, sin embargo, en declaraciones a Spiegel Online, que los médicos de Omsk «no pintan nada» en todo el caso. «En el despacho del jefe médico del hospital se encontraban sentados colaboradores de los servicios de inteligencia», denuncia la también disidente, quien asegura que su misión fue retrasar con distintos métodos el traslado de Navalni a Berlín «para que no pudiera finalmente determinarse la existencia de veneno en su organismo».
La canciller federal, Angela Merkel, y el ministro germano de Exteriores, Heiko Maas, han exigido este lunes de Rusia el rápido esclarecimiento de las circunstancias del presunto envenenamiento del disidente Alexei Navalni poco después de que los médicos de la «Charité», el hospital universitario de Berlín, anunciaran haber encontrado indicios de una sustancia tóxica en el organismo del abogado de 44 años. Las autoridades rusas están «urgentemente llamadas a aclarar estos hechos hasta el final y con total transparencia», declararon Merkel y Maas, quienes además exigieron que «se busque a los responsables y sean puestos a disposición de la justicia».
«Esperamos que el señor Navalny pueda recuperarse por completo. Nuestros buenos deseos son también para la familia que está pasando una dura prueba», señalaron la canciller federal y el jefe de la diplomacia alemana en un comunicado conjunto, en el que en ningún momento se cita al presidente de Rusia, Vladoimir Putin. Los médicos que atienden al activista anticorrupción y crítico del régimen que controla el máximo mandatario ruso señalaron que su estado es grave, aunque no se encuentra en peligro de muerte. La portavoz de Navalni, Kira Yarmisch, confirmó vía Twitter el diagnóstico: «se encuentra estable, pero sigue en coma», mientras la médico personal del disidente afirmó en un tuit que «Alexei es fuerte y conseguirá superarlo. No tengo duda alguna».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.