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EFE
Buenos Aires
Lunes, 16 de diciembre 2019, 20:38
El expolicía argentino Mario Sandoval, que llegó este lunes a Buenos Aires tras concretarse su extradición desde París, deberá responder ante la justicia por la desaparición del estudiante Hernán Abriata durante la última dictadura militar (1976-1983).
La justicia argentina inició la solicitud de ... extradición en 2012 con el objetivo de juzgarlo por crímenes contra la humanidad en más de 500 casos de asesinatos, torturas o secuestros, aunque finalmente las autoridades francesas autorizaron su entrega restringiendo las causas a la desaparición de Abriata. Por el camino quedaron los recursos infructuosos que interpuso Sandoval ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y ante el Consejo de Estado francés, tras los que se hizo efectivo el decreto de extradición que había firmado el 21 de agosto el primer ministro, Édouard Philippe.
Sandoval residía en Francia desde 1985, tiempo en el que logró la nacionalidad, y finalmente fue arrestado el pasado miércoles en su domicilio de la ciudad de Nogent sur Marne, a las afueras de París, y encarcelado, lo que puso fin a un proceso de siete años en el que siempre afirmó que él no es la persona a la que reclaman en Argentina.
Su llegada al país austral se vive como «un momento muy doloroso» en el entorno del estudiante desaparecido, quien al igual que otras decenas de miles de personas fue retenido y torturado en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde dejó grabado en las paredes un legado en forma de mensaje: «H.A. Mónica te amo», dirigido a su esposa (Mónica Dittmar).
La familia está intentando que la madre no tenga que volver a declarar, debido a su avanzada edad, aunque sí deberá hacerlo Dittmar, quien ya conoció a Sandoval cuando éste y el escuadrón a su cargo acudieron a buscar a Hernán al apartamento en el que ambos vivían en la madrugada del 30 de octubre de 1976. El matrimonio se acababa de mudar a un pequeño apartamento cercano a la vivienda familiar, a la que acudieron a buscarlo las tropas alegando que se trataba de una «denuncia de la facultad de arquitectura», en la que ambos estudiaban.
Fue el propio padre de Hernán el que condujo a Sandoval y sus hombres hasta el nuevo apartamento, donde arrestaron al estudiante mientras tapaban la cabeza de Mónica, quien escuchó cómo le decían a su marido: «Sabemos que estás en la joda (fiesta)».
La madre de Hernán se unió a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo, que en esa emblemática plaza se reunían todas las semanas para reclamar información sobre sus seres queridos, y fue en esa época en la que coincidió con 'Taty' Almeida, un referente en la lucha por los derechos humanos, quien hoy celebró la extradición de Sandoval, al que califica de «genocida». «Esto es un logro, demostrar que al no bajar los brazos, seguir siempre firmes, pidiendo lo justo, llega la justicia. Es un triunfo y una satisfacción muy grande», destacó.
Almeida coincide con Dittmar en que el expolicía está involucrado en «más de 500 casos», que incluyen torturas y asesinatos, aunque por ahora la Justicia solo lo investiga por una desaparición.
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