París, dispuesto a hablar con los nacionalistas sobre la autonomía de Córcega

«La cuestión es saber qué es esta autonomía. Tenemos que discutirlo y eso llevará tiempo», advirtió Darmanin, que ha prometido que este diálogo tendrá lugar «en el segundo mandato» de Emmanuel Macron si es reelegido presidente el próximo 24 de abril.

A menos de un mes de la primera vuelta de los comicios, Darmanin cree que es «el momento» de abrir el diálogo sobre el futuro de la isla Córcega, siempre y cuando vuelva la calma a sus calles.

La isla ha sido en las últimas dos semanas escenario de manifestaciones y disturbios después de que un preso yihadista agrediera de gravedad el 2 de marzo al terrorista independista corso Yvan Colonna en la prisión de Arles. Tras la agresión, Colonna, condenado a cadena perpetua por el asesinato del prefecto Claude Érignac en 1998, se encuentra en estado grave.

El ministro ha dejado claro que el futuro de la isla está dentro de la República francesa, tal y como establece la Constitución. Según el ministro, el modelo a seguir podría ser el de la Polinesia francesa, que goza actualmente de una mayor autonomía que la colectividad corsa.

Todavía es pronto para conocer cuál podría ser el reparto de competencias, pero, si llegasen a un acuerdo con París, lo más probable es que la policía y el Ejército seguirían en manos del Estado francés, mientras que Córcega podría obtener más competencias en materia económica, social o sanitaria, por ejemplo.

Las declaraciones de Darmanin agitaron la campaña electoral. La conservadora Valérie Pécresse, candidata de Los Republicanos, denunció que Macron «cede ante la violencia» y consideró que «hay que restaurar el orden antes de negociar».

«Pasar del asesinato de un prefecto a la promesa de autonomía, ¿puede existir un mensaje más catastrófico? Me niego a que el clientelismo cínico de Emmanuel Macron quiebre la integridad del territorio francés: Córcega debe seguir siendo francesa», escribió en Twitter la ultraderechista Marine Le Pen, segunda en las encuestas de intención de voto tras Macron.

Los candidatos de izquierda se mostraron, en cambio, abiertos a dar a la isla una mayor autonomía. Jean-Luc Mélechon, líder de La Francia Insumisa (el Podermos francés), se está a favor de que Córcega tenga un estatuto similar al de la Polinesia francesa.

El ecologista Yannick Jadot aboga por «una autonomía de pleno derecho, de pleno ejercicio» para Córcega. Jadot consideró «terrible» que haya tenido que haber «un drama, como suele pasar en este quinquenio, para comenzar a vislumbrar soluciones».