lourdes gomez
Domingo, 10 de julio 2022, 20:00
La diversidad étnica, social y de género está asegurada en la elección del próximo jefe de Gobierno y líder del Partido Conservador británico, que arrancará oficialmente este martes. Nueve diputados habían declarado para el domingo su intención de participar en las primarias 'tories' y aún ... se esperan más candidaturas. Entre las rezagadas destaca la ministra de Exteriores, Liz Truss, a quien la crisis del liderazgo de Boris Johnson le sorprendió en Indonesia, donde asistió a la cumbre del G20. Su campaña se preparaba en la retaguardia mientras ella afirmaba en mensajes de Twitter que el «primer ministro ha tomado la decisión correcta» de renunciar al poder.
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Johnson claudicó el 7 de julio tras afrontar un dominó de dimisiones de miembros de su gabinete y Gobierno. Aceptó renuente la «voluntad» de cambio impuesta por sus colegas parlamentarios, aunque les retó rehaciendo el equipo gubernamental que está determinado a dirigir hasta la designación de su sucesor. El proceso podría extenderse hasta septiembre.
Restaurar la confianza en la élite política es una constante en el preámbulo de la campaña para reemplazar a un dirigente, al que reprochan su falta de integridad en las funciones públicas. «Nuestro liderazgo ha de cambiar. Necesita girar un poco menos sobre el líder y mucho más sobre el barco», proclama la exministra de Defensa, Penny Mordeaunt, en el vídeo que lanzó en las redes sociales. «Un nuevo comienzo a fin de restaurar la confianza», declaró en televisión el exsoldado Tom Tugendhant, el único de los declarados que no cuenta con experiencia ministerial.
Mordeaunt pide el voto de los que confían en ella, aunque no comulguen con todas sus creencias. Aventaja a sus colegas de género en cuanto a respaldos del grupo de 358 parlamentarios, que harán la criba fundamental de candidatos en la primera fase del proceso electoral. A la reservista de la Marina Real y secretaria de Estado le respaldaban 18 diputados este domingo, seis más de los que habían nominado a Truss. A distancia caminaban Kemi Badenoch, con diez nominaciones a su promesa de «decir la verdad» y reducir el Gobierno a los asuntos «esenciales»; y la abogada del Ejecutivo, Suella Braveman, con nueve.
Cuatro mujeres (incluida Truss) se echaron al ruedo junto con seis hombres en su ambición por seguir el ejemplo de Margaret Thatcher. Más sorprendente es el empate a cinco en diversidad étnica de las candidaturas anunciadas hasta ahora. Rishi Sunak, segunda generación de emigrantes indios procedentes de Africa, acumula el mayor número de nominaciones en Westminster –32, a media tarde de este domingo– y se colocó en tercera posición en una encuesta entre la militancia conservadora. Un puesto por encima entró Mordeaunt y en cabeza estaba Ben Wallace, ministro de Defensa que ha renunciado a competir.
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Sunak se distingue por su programa económico. Propone cautela y disciplina fiscal a fin de cuadrar las finanzas públicas después de la hecatombe del Covid-19 y el 'Brexit'. El plan de ayudas a empresas y subvenciones de empleos durante la pandemia, que él supervisó como titular de Economía, disparó la deuda al 15% del PIB, un techo no registrado desde la Segunda Guerra Mundial. En cambio, su sucesor en el cargo, Nadhim Zahawi, de origen turco-iraquí, propone recortar impuestos y aumentar el gasto en Defensa. Es una estrategia que también defiende la mayoría del resto de competidores, sin indicar como financiarían sus respectivos planes.
El juego sucio comienza a denunciarse en la carrera al liderazgo, que pronto entrará en su fase 'sprint'. Sunak se siente en el tiro de fuego de los leales de Johnson, que le identifican como el traidor que provocó la caída del primer ministro al abandonar su Gobierno el martes 5. A Zahawi se le reconoce entre los diputados más ricos de Westminster –se dice que solo Sunak le supera en fortuna económica– y ahora se cuestiona la gestión de sus negocios en investigaciones oficiales, según publican los medios.
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A su vez, Mordeaunt sufrió un revés nada más lanzar la campaña. El atleta paraolímpico Jonnie Peacock le pidió que borrara del vídeo promocional una instantánea de su brillante carrera en los Juegos de Londres de 2012. Otros usuarios advirtieron la presencia en el mismo vídeo de Oscar Pistorius, el sudafricano convicto de asesinar a su pareja. Ambas imágenes fueron rápidamente eliminadas del mensaje audiovisual de la aspirante a liderar el Reino Unido.
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