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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se dirige a los parlamentarios. EFE
Meloni garantiza el apoyo a Ucrania y el respeto a las reglas europeas al pedir la confianza del Parlamento

Meloni garantiza el apoyo a Ucrania y el respeto a las reglas europeas al pedir la confianza del Parlamento

«A veces acertaremos, otras no. Pero no traicionaremos ni tiraremos la toalla», afirma la primera ministra italiana, que promete reformas de peso aunque resulten impopulares

darío menor

Italia

Martes, 25 de octubre 2022, 19:59

Giorgia Meloni pidió este martes al Parlamento italiano la confianza para su Gobierno presentándose como una persona hecha a sí misma que, desde un partido minoritario nacido en la extrema derecha, ha conseguido liderar a los conservadores en el Parlamento Europeo hasta convertirse en el ... más votado de Italia. Ahora que se ha hecho con las riendas del poder, promete acometer las grandes reformas que necesita el país aunque resulten impopulares y le cuesten protestas de la oposición y manifestaciones en las calles. «A veces acertaremos, otras no. Pero no traicionaremos ni tiraremos la toalla», afirmó, prometiendo que iba a «romper los pronósticos», como se vanaglorió de llevar toda la vida haciendo.

Antes de someterse a la moción de investidura cuyo resultado positivo se da por descontado, ya que el bloque de derechas que ganó las elecciones de hace un mes cuenta con mayoría absoluta en ambas Cámaras del Parlamento, la nueva primera ministra garantizó que no alterará la posición del país en la Unión Europea y que mantendrá el apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa. «Italia tiene el deber de contribuir plenamente a la Alianza Atlántica. Nos guste o no, la libertad tiene un precio. Italia continuará siendo un socio digno de confianza junto a la OTAN apoyando al valeroso pueblo ucraniano que se opone a la invasión rusa. Ceder al chantaje de Putin con la energía no resolvería el problema», dijo Meloni, convertida en el sostén del apoyo de su país a Kiev frente a la defensa que su aliado Silvio Berlusconi hizo recientemente del presidente ruso, Vladímir Putin.

También a Bruselas la nueva jefa del Ejecutivo de Roma mandó un mensaje de confianza en el discurso que ofreció este martes en la Cámara de los Diputados. «Este Gobierno respetará las reglas actualmente en vigor. Y al mismo tempo ofrecerá su contribución para cambiar las que no han funcionado, conjugando la afirmación del propio interés nacional con la conciencia de un destino común europeo y occidental», dijo Meloni, cuyo discurso de cerca de 70 minutos de duración se vio interrumpido varias veces por los aplausos de los parlamentarios.

Nuevo «pacto fiscal»

Flanqueada por sus dos vice primeros ministros, Antonio Tajani, expresidente de Parlamento Europeo y titular de la cartera de Exteriores, y Matteo Salvini, líder de la Liga y al frente del Ministerio de Infraestructuras, la nueva jefa del Ejecutivo de Roma fue desgranando cuáles van a ser las prioridades de su Gabinete durante los próximos años, ya que espera agotar la legislatura. No es algo banal en un país lastrado por la escasa supervivencia política de sus Gobiernos, que duran de media poco más de un año. Para ganar en estabilidad, Meloni mostró su deseo, ya planteado durante la campaña electoral, de poner en marcha una reforma constitucional que reforme el sistema político italiano para pasar a un semipresidencialismo. Brindó la mano a la oposición para hacer este cambio con consensos, pero amenazó con seguir adelante con sus planes aunque no los obtenga.

La nueva jefa del Ejecutivo de Roma también prometió un nuevo «pacto fiscal» y afrontó su 'pecado original': provenir de un partido con orígenes neofascistas. Aseguró que nunca ha sentido «simpatía o cercanía» hacia ninguno de los regímenes antidemocráticos, «incluido el fascismo», criticó las leyes raciales impulsadas por Benito Mussolini y garantizó que no va a tocar los derechos civiles, como teme la oposición, incluido el del aborto.

¿'El presidente' o 'la presidenta'?

La primera mujer en liderar un Gobierno en Italia ha sorprendido tanto dentro como fuera de sus fronteras al decidir que se le llame «el presidente» del Consejo de Ministros, como se denomina en el país al jefe del Ejecutivo. Hasta la Academia de la Crusca, el organismo que vigila para que se haga un buen uso de la lengua italiana, ha tenido que intervenir ante la renuncia de Giorgia Meloni a utilizar el género femenino al denominar su nuevo cargo. «Los títulos en femenino son siempre legítimos y quien los usa acepta un proceso histórico comenzado ya desde hace tiempo. Quien en cambio prefiere las formas tradicionales en masculino tiene en cualquier caso derecho de hacerlo», explicó Claudio Marazzini, presidente de la Academia de la Crusca.

Discusiones similares se han vivido en el pasado en Italia con la llegada de mujeres a otros puestos de poder como la presidencia del Senado o de la Cámara de los Diputados. Aunque ambas opciones son correctas, por lo que «no hay nada de extraño en utilizar una u otra», Marazzini dejó claro que tras esta discusión aparentemente sólo gramatical hay un «valor ideológico» que Meloni ha subrayado al optar porque se le llame «el presidente».

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