Marine Le Pen se enfrenta a una inhabilitación por el desvío de 7 millones de la UE a su partido

La ultraderechista Marine Le Pen se la juega ante la Justicia. La líder de la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) podría ser condenada a una pena de prisión y de varios años de inhabilitación. Al mediodía de este lunes empezó en el Tribunal de París el juicio por la supuesta trama de empleos ficticios en el Parlamento Europeo. Hasta veintisiete dirigentes y miembros de RN –dos de ellos no comparecen finalmente por su frágil estado de salud– están imputados por el presunto desvío de siete millones de euros de fondos públicos que, según la investigación, tuvo lugar entre 2004 y 2016.

A pesar de la existencia de varias pruebas (correos electrónicos) y testimonios sobre estos hechos, Le Pen defiende su inocencia. «No hemos vulnerado ninguna regla», dijo ante los medios al inicio del proceso, que está previsto que dure hasta el 27 de noviembre. «Disponemos de numerosos argumentos para defendernos y para defender la libertad parlamentaria», añadió.

En concreto, los magistrados acusan a los dirigentes de RN de haber utilizado el dinero que la Eurocámara pone a disposición de sus representantes para pagar a trabajadores del partido en la capital gala, que no pisaban la institución europea en Bruselas ni Estrasburgo.

Los dirigentes de RN consideran que se trata de «un escarnio» y «un proceso político». De hecho, basan su defensa en el argumento de que no impulsaron ese sistema para enriquecerse personalmente –los jueces tampoco los acusan de eso–, sino por su ideología crítica con la Unión Europea. «Para nosotros, un asistente parlamentario no es un funcionario de la Comisión Europea», aseguró el diputado ultra Laurent Jacobelli.

Pese a esa retórica ofensiva, en el partido hay cierta preocupación ante una sentencia condenatoria para su líder. Una inhabilitación de varios años podría alterar los planes de Le Pen de presentarse a las próximas presidenciales, previstas para 2027 aunque podrían adelantarse debido a la actual crisis política en Francia.

En cambio, afronta este juicio mucho más tranquilo Jean-Marie Le Pen, padre de Marine. Aunque lo imputaron por este caso, el histórico líder de la extrema derecha gala, de 96 años, no declarará ante la corte ni podrán condenarlo debido a su frágil estado de salud. Los jueces tomaron esa decisión basándose en dos informes médicos.

No obstante, el digital Mediapart desveló este lunes unos videos del pasado fin de semana en que se veía a Jean-Marie Le Pen cantando con un grupo de música neonazi en el interior de su mansión en Rueil-Malmaison, en el oeste de la región parisina. Marine Le Pen indicó a ese medio que iba a presentar una denuncia por abuso de debilidad.

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