Putin avisa a la OTAN de que entrará en guerra si autoriza a Ucrania usar sus misiles

El Kremlin da prácticamente por hecho que Ucrania recibirá luz verde para el uso de armas de largo alcance en territorio ruso y este jueves avisó de que esa decisión tendrá consecuencias. Fue el propio presidente, Vladímir Putin, quien aseguró en la televisión pública que ese nuevo escenario «no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, europeos y Estados Unidos en la guerra (…), eso significará que combaten contra Rusia». El mandatario defendió que Kiev carece de capacidad para utilizar ese tipo de misiles, como los ATCAMS o los Storm Shadow, y que necesitaría de la ayuda de los datos de Inteligencia de EEUU o de naciones de la UE. «Si eso es así (…), tomaremos las correspondientes decisiones partiendo de las amenazas que nos creen», remató..

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó de «escenificación» la visita el miércoles a Kiev del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el jefe del Foreign Office británico, David Lammy, ya que ambos habrían abordado la utilización de estas armas con Volodímir Zelenski. Un hecho que, según Putin, cambiaría «la misma naturaleza del conflicto». El presidente ucraniano aprovechó el encuentro para insistir en la necesidad de implementar su «plan de victoria», para el que necesitaría más apoyo militar de Occidente con el objetivo de doblegar a Rusia y obligarla a negociar. En una entrevista al medio brasileño 'Metrópoles', el mandatario rechazó taxativamente la propuesta de paz de China y Brasil, tachándola de «destructiva».

«Desafortunadamente, creo que la iniciativa brasileño-china es más bien prorrusa. Tuve una buena conversación con Lula y pensé que me entendía», deslizó el líder ucraniano. Según sus palabras, «¿qué significa simplemente sentarse y hablar?» El presidente ruso, Vladímir Putin, «es un asesino, entró, mató a gente, se apoderó de territorios y ahora Lula dice que le dejemos hablar», lamentó Zelenski, quien subrayó también que las propuestas de paz de Brasil y China «se elaboraron sin respetar la integridad territorial de Ucrania, concepto del que ambos países tanto hablan».

El plan de paz de Pekín consta de doce puntos, pero fue recibido fríamente en Occidente por reflejar la «narrativa falsa» de Rusia y evitar condenar la invasión. Ni siquiera en el Kremlin ha causado entusiasmo. Zelenski, sin embargo, exige la retirada de las tropas rusas de Ucrania, incluida Crimea, y que Moscú haga frente a reparaciones de guerra. Pero Putin ya ha avisado que no devolverá las zonas ocupadas e incluso demanda a Kiev que sus fuerzas abandonen las áreas que controlan en las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

Por eso, este miércoles Blinken y Lammy le prometieron a Zelenski que sus respectivos países abordarán con celeridad la cuestión del uso por parte de las tropas de Kiev de misiles occidentales de largo alcance en sus acciones militares contra Rusia y habrá pronto una respuesta. «Estamos trabajando con urgencia en seguir garantizando que Ucrania tenga lo que necesita para defenderse eficazmente», dijo el norteamericano, antes de aclarar que el asunto será tratado este viernes durante el encuentro que mantendrá el presidente estadounidense, Joe Biden, con el primer ministro británico, Keir Starmer.

El secretario de Estado norteamericano aseguró que «nos hemos ajustado y adaptado a la evolución de las necesidades, a la evolución del campo de batalla, y no tengo ninguna duda de que seguiremos haciéndolo a medida que evolucione la situación». «Nuestro apoyo no se debilitará, nuestra unidad no se romperá», insistió Blinken, quien en la reunión que también mantuvo con su homólogo ucraniano, el recién nombrado Andrii Sibiga, declaró que su viaje a Kiev en compañía de Lammy «es nuestro compromiso a favor de la victoria de Ucrania».

Zelenski dijo precisamente que «el plan para la victoria (...) depende principalmente del apoyo de Estados Unidos y de otros países aliados». El pasado 27 de agosto, el presidente ucraniano anunció tener un «plan de victoria» que pondrá en conocimiento de Biden y de los candidatos a las elecciones de noviembre, Kamala Harris y Donald Trump. Zelenski dijo que el plan contiene cuatro áreas una de las cuales es «la operación en la región de Kursk», que el Ejército ucraniano inició el pasado 6 de agosto.

«Una de las áreas -del plan-, una de cuyas partes ya se ha completado, atañe a la región de Kursk», afirmó el presidente ucraniano. Según sus palabras, «la segunda dirección es el lugar estratégico que debe tener Ucrania en la infraestructura de seguridad del mundo. La tercera es un poderoso paquete de medidas para obligar a Rusia a poner fin diplomáticamente a la guerra. El cuarto es económico, no hablaré de esto ahora en detalle». El segundo parece referirse a la necesidad de que Ucrania sea admitida en la OTAN y el tercero sugiere que las armas de largo alcance son el medio, a juicio de Zelenski, de obligar a Rusia a detener la guerra y sentarse a negociar.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, sugirió este jueves que «las autoridades estadounidenses ya han decidido levantar las restricciones al uso de misiles ATACMS para atacar territorio ruso (…) lo más probable es que esta decisión ya se haya tomado». Según sus palabras, «esto se puede suponer con un alto grado de certeza, ya que actualmente se está llevando a cabo una campaña en los medios de comunicación para formalizar una decisión que ya parece tomada».

A este respecto el jefe del departamento de prensa de la Presidencia rusa advirtió que «habrá una respuesta apropiada si Estados Unidos permite que Ucrania ataque territorio ruso con armas de largo alcance». De hecho, añadió, «la Operación Militar Especial -en Ucrania- es ya una de las respuestas a todas esas acciones de Occidente y confirman una vez más que está justificada». «La participación de Estados Unidos y los países europeos en el conflicto en torno a Ucrania es directa», afirmó.

Por su parte, el presidente de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso), Viacheslav Volodin, ha amenazado con utilizar «armas destructivas» si Ucrania ataca a Rusia con misiles occidentales. «Habiendo solicitado a Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido Inglaterra el suministro de armas de largo alcance, misiles y otros equipos, discutiendo con ellos la cuestión de atacar territorio ruso, Zelenski convierte a estos países en participantes directos en el conflicto (…) todo esto conducirá a que Rusia se verá obligado a responder con armas más poderosas y destructivas», escribió en su canal de Telegram.

Para el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, «las declaraciones de Estados Unidos sobre la posibilidad de levantar las restricciones a Kiev para ataques en zonas profundas de la Federación Rusa son un intento de influir psicológicamente sobre Moscú». A su juicio, la adopción de tales medidas «no modificarán el rumbo de Rusia en relación con la operación en Ucrania, pero añadirán riesgos para los propios Estados Unidos y sus aliados». El politólogo ruso próximo al Kremlin, Serguéi Karagánov, ha llamado directamente a emplear armas nucleares contra los países de la OTAN que ayudan a Zelenski en una entrevista al diario ruso 'Kommersant'.

El periódico británico 'The Guardian', ideológicamente cercano al Gobierno de Starmer, informa, citando fuentes gubernamentales anónimas, que la decisión de permitir a Ucrania lanzar ataques con armas occidentales contra objetivos en el interior del territorio ruso reconocido ya se ha tomado, pero no hay planes de anunciarlo públicamente.

Según el rotativo, las fuentes en este contexto hablaron sobre los misiles de crucero Storm Shadow de producción británico-francesa, aunque lleva también componentes estadounidenses. El encuentro de Biden y Starmer el viernes, señala 'The Guardian', tratará fundamentalmente sobre este aspecto y sobre la guerra en Ucrania en general. Sin embargo, el periódico británico cree que no hay planes de anunciar la decisión de permitir que Ucrania utilice los Storm Shadow contra objetivos en el interior de Rusia. Allí no está prevista ninguna conferencia de prensa, escribe el rotativo.

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