Indignación en Alemania por la petición de Elon Musk del voto para la ultraderecha

Elon Musk, asesor del próximo presidente estadounidense, Donald Trump, ha desatado una ola de indignación entre los partidos políticos alemanes por intervenir en la campaña electoral para los comicios generales del próximo 23 de febrero en este país y proponer el voto para la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). «Solo AfD puede salvar a Alemania», afirma Musk en un mensaje difundido en la red social X de la que es propietario.

El dueño de consorcios como la automotriz Tesla o la aeroespacial Space X reacciona con su iniciativa a un mensaje en X de la «influencer» alemana Naomi Steibt, propagandista en redes sociales de Alternativa para Alemania, en el que critica al cristianodemócrata Friedrich Merz, candidato conservador a la Cancillería Federal, por distanciarse de la política radical libertaria de Musk y el presidente argentino Javier Milei.

«Musk es cada vez más una amenaza para la democracia en el mundo occidental», señaló Dennis Radtke, eurodiputado y jefe del ala sindical de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside Merz en declaraciones al rotativo económico Handelsblatt. Radtke acusó al potentado estadounidense de haber convertido X en «una lanzadera de desinformación» que utiliza en beneficio propio.

«La Unión Europea y Alemania deben defenderse para proteger nuestra democracia», afirmó Radtke, mientras el secretario general del gobernante Partido Socialdemócrata Alemán, Matthias Miersch, calificó de «absolutamente inaceptable» el comentario de Musk en X y comentó que «no permitiremos injerencia alguna en nuestras elecciones».

Alemania defiende una «democracia liberal basada en normas», mientras Musk busca todo lo contrario, afirmó Miersch, quien advirtió al designado asesor personal del electo presidente estadounidense Donald Trump de que «Alemania no necesita de influencias extranjeras y menos aún trumpismo», para acabar con un «mantente al margen, Elon» en declaraciones a T-Online.

Desde el partido de La Izquierda, su presidente Jan van Aken propuso la prohibición y cierre de la plataforma X en la Unión Europea. «Elon Musk ha convertido X en una máquina de propaganda para la agitación ultraderechista y la difusión de 'fake news'», destacó Van Aken, que considera al multimillonario un «pirómano peligroso al que hay que parar los pies».

«Tiene usted toda la razón», afirmó por su parte agradecida en una primera reacción a la intervención del multimillonario Alice Weidel, presidenta y candidata a la jefatura del gobierno germano de Alternativa para Almania, quien afirmó, también en X, que la «socialista Merkel» es la responsable de la ruina de Alemania, mientras la «Unión Soviética Europea» se dedica a romper la columna económica vertebral del país.

No es la primera vez que Musk interviene en la política alemana. «¿Quién es esa persona Angela Merkin (sic)?» se preguntaba el multimillonario hace un mes con un ofensivo juego de palabras. Merkin en inglés es una peluca para los genitales femeninos. Merkel había criticado y calificado de peligrosa la creciente influencia de los millonarios estadounidenses en la política de Washington.

Pero también el actual canciller federal, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha sido objeto de burla por parte de Musk, que recientemente le calificó de «loco» al responder al llamamiento de un usuario ultraderechista de X para quebrar «el gobierno socialista alemán». Un portavoz del Gobierno de Berlín planteó ya entonces la posibilidad de que sus miembros abandonen la red social X ante la política de desinformación de esa plataforma.

Y tampoco es la primera vez que Musk elogia a la xenófoba Alternativa para Alemania. Tras los éxitos electorales de AfD en los comicios regionales de septiembre pasado en tres estados federados germano orientales felicitó por X a Björn Höcke, presidente del partido ultraderechista en Turingia e ifdeólogo del ala más radical de esa formación.

AfD figura en todos los sondeos para los comicios generales de febrero próximo como segunda fuerza en número de votos tras los conservadores y defiende en su programa la salida de Alemania de la Unión Europea y la Eurozona, el acercamiento a Rusia y una unión económica de Lisboa a Vladivostok, así como una severa política migratoria y el fin de la acogida de refugiados.

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