Las grandes familias políticas acuerdan el reparto de los altos cargos de la UE sin la ultraderecha

Los populares europeos, socialdemócratas y liberales han acordado este martes el reparto de los altos cargos de la Unión Europea (UE). Las tres familias políticas han pactado sin la ultraderecha que apoyarán a la alemana Ursula von der Leyen en sus aspiraciones para revalidar el cargo de presidenta de la Comisión Europea y que respaldarán al portugués Antonio Costa y a la estonia Kaja Kallas para el cargo de presidente del Consejo Europeo y Alta Representante para la Política Exterior de la UE, respectivamente. El reparto de los conocidos como 'top jobs' se decidirá en la reunión de líderes de este jueves y viernes en Bruselas.

Los negociadores han decidido apostar por la Gran Coalición, siguiendo la fórmula de que las grandes familias políticas se reparten los altos cargos de las instituciones comunitarias. Todo ello a pesar de la caída de los liberales en las elecciones europeas -con la pérdida de más de 20 escaños- y del auge de la ultraderecha, sobre todo en grandes países de la UE como Alemania, Francia e Italia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado como negociador de la familia de los socialdemócratas, junto al canciller alemán Olaf Scholz. Este rol lo han ejercido también Kyriakos Mitsotakis y Donald Tusk por parte del Partido Popular Europeo (PPE); y el dirigente francés Emmanuel Macron y el neerlandés Mark Rutte por parte de los liberales. Quedan fuera de la ecuación -al menos de momento- la familia de los Conservadores y Reformistas (ECR) a la que pertenecen el partido de Georgia Meloni y Vox.

La primera ministra italiana, el dirigente checo Petr Fiala y el líder húngaro Viktor Orbán ya expresaron su enfado tras la cena de líderes de la semana pasada y queda por ver si podrían llegar a bloquear la nominación de los tres candidatos de populares, socialistas y liberales. Meloni -que intenta lograr una comisaría fuerte en la Comisión Europea- será quién tenga la mayor capacidad de negociación, debido a sus buenos resultados electorales y a la necesidad del apoyo de Italia como uno de los grandes países del bloque.