Francia vuelve a salir a la calle contra la reforma de las pensiones

El pulso entre los sindicatos y el Gobierno continúa en las calles de Francia. Unos 750.000 ciudadanos se manifestaron este martes en la tercera jornada de protestas contra la reforma de las pensiones que persigue el presidente, Emmanuel Macron, según el Ministerio del Interior. La Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los principales sindicatos del país, elevó la cifra hasta los dos millones. También hubo baile de números en París. La CGT contabilizó 400.000 participantes, mientras que la Policía los rebajó hasta 57.000 asistentes.

«No hay tregua. La lucha continuará hasta la victoria», prometió en un comunicado la CGT, que calificó de «éxito» la tercera jornada de movilizaciones a pesar de que se registró un descenso de manifestantes con respecto a la anterior protesta. El 31 de enero se congregaron entre 1,2 millones de personas, según las fuerzas de seguridad, y 2,8, según las centrales. El 19 del mismo mes protestaron entre 1,1 millones, según cifras oficiales, y 2 millones, en opinión de los sindicatos.

«Si el Gobierno continúa poniéndose terco a pesar de las movilizaciones habrá que pasar a la velocidad superior con acciones más contundentes, más largas y huelgas más duras, más numerosas, más masivas e indefinidas», advirtió Philippe Martinez, secretario general de la CGT en la manifestación en París.

Al descenso del número de manifestantes de este martes podría haber contribuido que hay vacaciones escolares en un tercio del país y a que los sindicatos han convocado dos protestas esta semana. El sábado hay una nueva manifestación.

Macron pretende elevar gradualmente la edad mínima para jubilarse de los 62 años actuales a 64 en 2030. También quiere acelerar una medida que exigirá a los franceses tener 43 años cotizados para tener derecho a una pensión completa.

El debate en la Asamblea Nacional comenzó el lunes. El Gobierno, que no tiene mayoría absoluta en la Cámara baja, espera lograr el apoyo de Los Republicanos (derecha modera) para sacar adelante la reforma de las pensiones prometida en la campaña electoral. La izquierda y la extrema derecha están en contra.

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