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Joana Serra
Berlín
Sábado, 24 de agosto 2024, 20:45
Estado Islámico ha reivindicado el asesinato a cuchilladas de tres personas que asistían el viernes por la noche a un festival en la ciudad alemana de Solingen. El autor del múltiple apuñalamiento dejó heridas a otras ocho personas antes de huir. La Policía sigue su búsqueda.
Mientras en Alemania se discute sobre cómo frenar el aumento de delitos, ataques mortales o atentados yihadistas con arma blanca, un acuchillamiento indiscriminado en una fiesta popular dejó tres muertos y ocho heridos, además de la sospecha de un trasfondo terrorista. El ataque ocurrió en una concurrida fiesta popular en Solingen la noche del viernes. La única descripción procedía del diario sensacionalista 'Bild', según el cual el atacante era un hombre joven, de complexión atlética, barba cerrada y «aspecto sureño», lo que en Alemania se entiende como alguien de raíces no alemanas.
Las autoridades no facilitaron detalle alguno sobre el agresor, huido tras el ataque y al que un poderoso operativo policial trataba de capturar al cierre de esta edición. La explicación dada oficialmente es que son varias las «descripciones contradictorias» surgidas de testigos presenciales.
Tampoco se han dado detalles personales del único detenido confirmado oficialmente hasta ayer. Se trata de un muchacho de 15 años, bajo sospecha de haber sabido de los planes del atacante poco antes del atentado. La Fiscalía de Düsseldorf, a cuyo distrito está adscrito Solingen, aborda el crimen como un «acto terrorista», por ser ésta la tesis más sólida ante un ataque indiscriminado contra una multitud.
Supuestamente, dos mujeres escucharon cómo el joven detenido hablaba de esos planes con alguien poco antes de producirse el ataque. No se ha informado oficialmente de si esa persona era el agresor, ya que eso es materia de la investigación. Las dos mujeres alertaron a la Policía, tras lo cual se produjo la detención del adolescente por no haber denunciado esos planes.
El ataque ocurrió sobre las 21.40 horas, cuando la Policía recibió varias alertas de los asistentes al festival. En esos momentos actuaba un DJ llamado Topic, a quien se le indicó desde la organización que siguiera con su concierto para evitar que una reacción de pánico agravara la situación.
Minutos después, llegó la suspensión del festejo popular, la llamada Fiesta de la Diversidad, con la que se conmemoraban los 650 años de la fundación de Solingen. El evento iba a recibir a lo largo de sus tres días de duración a unos 80.000 visitantes, principalmente de la región de Renania del Norte-Westfalia, el land más populoso de Alemania. La múltiple agresión ha conmocionado al país y desatado una ola de inquietud, ya que la temporada estival es rica en festivales y actos al aire libre como el de esta ciudad.
La alerta es máxima entre las fuerzas de seguridad. La reconstrucción de lo ocurrido apuntaba a un atentado, no a un acto súbito de locura o de una reyerta, ni un ajuste de cuentas. Las tres víctimas mortales son una mujer y dos hombres de entre 56 y 67 años. El ataque dejó además ocho heridos. Cinco de ellos se debatían ayer entre la vida y la muerte. Los servicios de emergencia tuvieron que atender asimismo a otras personas por contusiones provocadas en medio de la confusión y bajo conmoción emocional.
El agresor logró huir entre la multitud. Se desplegó de inmediato un poderoso dispositivo policial, se acordonó todo el centro y empezaron a recabarse testimonios de los testigos.
Endurecer las normas
El ministro del Interior del land renano, el conservador Herbert Reul, llegó al lugar la misma noche de los hechos y advirtió contra la difusión de «especulaciones» en medios o redes sociales. La titular de Interior del Gobierno central, la socialdemócrata Nancy Faeser, expresó asimismo su consternación. El canciller Olaf Scholz, aseveró que se actuará con toda contundencia y ratificó el plan de su Gobierno para endurecer las leyes de armas, también cuchillos o navajas.
Justo hace unas semanas, la ministra Faeser había informado de que se estudia la prohibición del porte de armas blancas en la vía pública. Los delitos con cuchillos o navajas han escalado aceleradamente. En 2023 se llegó a la cifra de 9.000 personas heridas con arma blanca, un incremento interanual de cerca del 20 %. Una prohibición no evitaría ataques planificados, como el de Solingen, admite Faeser y diversos representantes del cuerpo policial. Pero sí reduciría el de peleas u otras situaciones que derivan en el uso de esa arma.
El ataque de Solingen se produce a una semana de las elecciones del 1 de septiembre en dos Estados del este de Alemania, Sajonia y Turingia, donde la ultraderechista Alternativa para Alemania podría convertirse en primera fuerza. La AfP alerta en su campaña del aumento de la criminalidad, así como del yihadismo y se ampara en recientes casos de atentados perpetrados por extranjeros, como el cometido por un refugiado afgano en Mannheim, que asesinó a un policía a cuchilladas.
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