Bruselas pide a Turquía que refuerce su lucha contra la migración irregular para relanzar sus relaciones con la UE

La hoja de ruta del Ejecutivo comunitario busca dar pasos tímidos hacia delante en la relación con Turquía, cuyo proceso de adhesión a la UE -que comenzó en 1999- lleva bloqueado desde hace años. Bruselas plantea ahora retomar diálogos «al más alto nivel» con Ankara en materias económicas, de energía y transporte, suspendidas desde 2019, y establecer relaciones a nivel ministerial sobre clima, salud, migración, seguridad y comercio.

Uno de los aspectos clave se centra en la gestión migratoria, ya que Turquía juega un papel clave como puerta de entrada a la UE. Bruselas reclama a Ankara que «intensifique sus esfuerzos» para «frenar los flujos migratorios» hacia Europa. Pide al país «prevenir las salidas» y desmantelar las redes criminales de tráfico de migrantes, «reforzando la protección fronteriza» como condición a su acercamiento al bloque. La Comisión Europea se remite, igualmente, al acuerdo alcanzado con el país en 2016 y asegura que «la implementación de aspectos clave del pacto en materia de migración son necesarias».