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Juan Carlos Barrena
Domingo, 8 de enero 2023, 07:57
Un ciudadano iraní de 32 años que planeaba un atentado islamista con armas químicas que podría causar cientos de muertos en Alemania ha sido detenido esta madrugada en la localidad de Castrop-Rauxel por una unidad especial antiterrorista. El sospechoso tenía intención al parecer de ... preparar artefactos explosivos cargados de cianuro y ricina, anunciaron a primeras horas del domingo la fiscalía general de Düsseldorf y las policías de Recklinghausen y Münster en un comunicado conjunto.
Sin embargo, horas más tarde las autoridades desmintieron haber encontrado esos productos en el registro de su vivienda. La operación sigue abierta y no se descarta encontrar los peligrosos componentes químicos en otro lugar. La ricina figura en la lista de armas biológicas de guerra, según el Instituto Robert Koch (RKI). El cianuro es igualmente muy venenoso y bastan cantidades ínfimas para matar a una persona.
El operativo policial en el occidental estado federado alemán de Renania del Norte-Westfalia se desató poco después de la pasada medianoche por orden judicial en la vivienda del sospechoso, después de que la zona fuera acordonada. «Contábamos con indicios serios que han conducido a la policía a actuar la misma noche», señaló el ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Raul.
Policía, bomberos y unidades sanitarias desplegaron gran cantidad de fuerzas protegidas por máscaras de gas y trajes especiales de protección contra armas químicas y biológicas. Debido al gran peligro de los productos químicos que se temían en poder del presunto terrorista, en la operación participaron como asesores especialistas del RKI, así como un comando de desactivación de explosivos.
«El acusado es sospechoso de preparar un grave atentado contra la seguridad del estado», subraya el comunicado oficial emitido poco después de la operación, en el que se destaca que «el registro ha tenido como fin localizar las sustancias venenosas y otras pruebas». Agentes protegidos con trajes especiales sacaron de la vivienda del ciudadano iraní varios barriles azules de plástico de gran tamaño con material incautado.
Junto al sospechoso de 32 años fue detenido otro hombre, al parecer un familiar, que algunos medios han identificado como su propio hermano. La fiscalía encargada del caso y la policía no dieron detalles sobre cuán avanzados se encontraban los planes para posibles atentados ni cuáles eran los objetivos del presunto terrorista capturado.
La fiscalía encargada del caso señaló al mediodía que no se habían encontrado productos químicos en el registro, pero que se incautó material informático y otros objetos que fueron llevados a un punto de descontaminación provisional montado por los bomberos para posteriormente proceder a su minucioso análisis.
Los dos hombres fueron conducidos esposados sin ofrecer resistencia por agentes policiales que llevaban máscaras antigás a un vehículo para su traslado a comisaría. Uno de ellos vestía únicamente un pantalón corto deportivo e iba cubierto por una cazadora. El segundo vestía camiseta y calzoncillos. «Se han intervenido pruebas que serán analizadas», señalaron los responsables de la operación.
El tabloide 'Bild' asegura que la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) llevaba varios días observando al sospechoso, después de que unos «servicios de inteligencia amigos» alertaran a las autoridades germanas del peligro de un atentado con una bomba química. La operación fue muy espectacular, según testigos presenciales, porque los agentes que entraron en la vivienda y quienes posteriormente procedieron a su registro iban todos con trajes especiales y máscaras antigás de protección para contaminación química o biológica.
El principal sospechoso no actuó por encargo de algún organismo público iraní, subrayaron fuentes policiales recabadas por la agencia alemana DPA. El familiar que fue detenido en la operación se encontraba al parecer casualmente en la vivienda y es conocido por la policía, aunque por motivos que nada tienen que ver con el terrorismo islamista. Ambos residen en Alemania desde 2015.
No es la primera vez que las fuerzas de seguridad alemanas frustran un posible atentado con armas químicas. Hace cuatro años fueron detenidos en Colonia un ciudadano tunecino y una mujer alemana que habían producido ricina con fines terroristas y realizado varias explosiones experimentales. Fueron detenidos tras una alerta de un agencia de espionaje extranjera amiga y condenados posteriormente a largas penas de cárcel.
Un peritaje presentado como prueba durante el proceso destacó que el veneno producido por la pareja terrorista era suficiente para matar a 13.500 personas. La bomba cargada de metralla que habían fabricado para esparcir la ricina podría haber matado hasta 200 personas.
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