El joven Alex Batty regresa a casa mientras su madre sigue desaparecida

Según algunos pasajeros que compartieron el vuelo, Batty llevaba una cazadora con capucha y fue escoltado para salir del avión, mientras el resto de los viajeros permanecieron sentados unos 20 minutos. La Policía de Mánchester ha advertido que Batty, de 17 años, es una persona con identidad protegida por la Justicia, y que es un delito obtener o publicar imágenes de él.

La fuerza policial en la región del Gran Mánchester, donde reside su abuela, afirmó en la noche del sábado que no ha obtenido ninguna declaración formal de Alex y que no puede, por tanto, ofrecer información sobre las circunstancias de su marcha de Inglaterra, el 30 de septiembre de 2017, y del periodo transcurrido hasta su rescate, el pasado jueves.

El subjefe de la Policía, Matt Boyle, declaró que «hablar con él a un ritmo con el que se sienta cómodo determinará cómo avanza este caso y si tendrá que continuar con una investigación sobre un delito». «Nuestro foco está en apoyar a Alex y a su familia, junto a otros servicios locales para asegurar que están bien y que su reintegración en la sociedad es tan sencilla como sea posible».

La magistratura de Toulouse ya ofreció el viernes algunos datos que habría obtenido de conversaciones con el joven. El relato ofrecido a los medios del departamento de Haute Garonne afirma que habría pasado la mayor parte de los últimos seis años en Marruecos y en diferentes regiones del sudeste de Francia en los dos últimos años. Al parecer, rechaza la idea de haber sido secuestrado. Según las primeras investigaciones, el joven habría elegido llevar el tipo de vida alternativo de su progenitora hasta que posiblemente decidió tomar su propio rumbo esta semana. «Mi madre está un poco loca», confesó al conductor que le recogió.

Las informaciones oficiales se combinan con investigaciones periodísticas. Mientras algunas aseguran que el abuelo habría fallecido hace seis meses, medios británicos han conversado con vecinos de Quillan (donde estaría la «comuna espiritual» en la que padre, hija y nieto se habrían asentado últimamente) y afirman que el abuelo está vivo, aunque le llaman Peter y no por su verdadero nombre, David.

Fabien Accidini, el estudiante francés de quiropráctica que le invitó a subir a su furgoneta cuando le vio a las tres de la madrugada caminando por el borde de una carretera bajo la lluvia, contó al diario 'The Times' que el muchacho se empeñó en ayudarle a descargar las cajas de medicinas que reparte a las farmacias de esa comarca pirenaica.

Era el tramo final de un periplo con su madre y su abuelo, en busca de una vida entendida como natural. El joven habría pasado los últimos años en el viejo edificio de una granja en Gite de la Bastide, cerca de Quillan y a unos 25 kilómetros de donde fue encontrado. Durante las cuatro jornadas previas a ser rescatado caminó de noche y durmió de día, alimentándose de lo que encontraba en campos y jardines.

La abuela, Susan, se ha expresado con dureza sobre su hija, Melanie, en el diario 'The Sun'. Afirma que fue una joven rebelde que les dio muchos problemas. Siguió a su padre cuando, acosado por una deuda hipotecaria, decidió tener una vida espiritual lejos de las rutinas del trabajo. Su exmujer dice que cambió de personalidad tras someterse a una terapia por problemas de salud. Melanie había perdido la responsabilidad parental de su hijo antes de llevárselo tras unas vacaciones en Málaga.

Fabien Accidini describió a Alex como un chico rubio, bastante alto, que vestía una sudadera blanca y vaqueros negros. En el momento de recogerlo en la carretera, portaba una linterna, un monopatín bajo el brazo y una mochila en la espalda. El adolescente le dijo que se llamaba Zak, pero luego le contó su verdadera historia. Llevaba ya cuatro días caminando por las montañas. Narró cómo su madre lo había «secuestrado», aunque posteriormente parece haberse retractado de estas declaraciones. Accidini, intrigado con la historia, buscó su nombre en internet y se dio cuenta de quién era realmente. Alex llevaba cien euros en el bolsillo, pero no tenía teléfono. Utilizó el móvil de Accidini para contactar a su abuela, y sus primeras palabras después de seis años fueron: «Hola abuela, soy yo, Alex. Estoy en Toulouse, Francia. Realmente espero que recibas este mensaje. Te quiero y quiero volver a casa».

El menor británico ha llevado una vida nómada con su progenitora y su abuelo materno por distintos países en el seno de «una comunidad espiritual», según explicó el viernes Antoine Leroy, fiscal adjunto de la República en Toulouse. Desapareció durante unas vacaciones familiares en Málaga en 2011. Alex habría tomado, según ha explicado a las autoridades por medio de un intérprete, la decisión de marcharse de la comunidad en la que residía con su madre en los Pirineos después de que ésta le anunciara que pretendía irse a vivir a Finlandia. Al parecer, el adolescente no quería seguir con esa vida nómada y optó por ir a buscar a su abuela, su tutora legal, en el Reino Unido.

La Policía francesa continúa este fin de semana reconstruyendo la travesía de Alex por los Pirineos en busca de la supuesta comuna donde vivía con su madre, que se encuentra en paradero desconocido. Los investigadores creen que la mujer ahora mismo podría hallarse ya en Finlandia, según revela 'Le Monde'.

La zona que centra los rastreos es frecuentada por personas que pretenden llevar una vida alternativa o apegada a la naturaleza, aunque lo más habitual consiste en el establecimiento de familias y no de comunidades completas, que bajan a los mercados de los pueblos a abastecerse o cultivan sus propios huertos. Los vecinos les conocen como personas «fuera de la red», es decir, al margen del sistema, con quienes la convivencia suele ser buena. Los agentes han delimitado un área comprendida entre la carretera donde Alex fue encontrado y Quillan, en Aude, donde el muchacho intentó mtricularse en una escuela el pasado noviembre. No lo consiguió porque carecía de la documentación necesaria.

Al parecer, Melanie es, o ha sido, aficionada a las teorías conspiranoicas. Junto con su padre habría ido conociendo a otras personas en Facebook que les introdujeron en grupos contra los desalojos o de «desafiantes hipotecarios»; opositores al pago de hipotecas, impuestos o facturas. Según 'The Times', en su círculo se mezclaban también terraplanistas y a través de las redes entraron en contacto con un hombre que en 2014 les invitó a viajar a Marruecos para conocer un supuesto generador cuántico capaz de generar energía gratuita de manera ilimitada.