Alemania endurece la legislación sobre armas tras el intento de golpe de Estado

La ministra reveló que el número de 'Reichsbürger' ha aumentado en un año hasta sumar unos 23.000, unos 2.000 más que en 2021. Un 10% es considerado violento por los servicios de Inteligencia. El pasado año se registraron 239 actos de este tipo protagonizados por quienes niegan la existencia de la República Federal, no reconocen al Gobierno, afirman que Alemania es controlada por las potencias aliadas de la II Guerra Mundial, creen que potentados judíos dominan el mundo y se remiten a la legislación germana del II Reich. De ahí su nombre de 'Reichsbürger' o 'Ciudadanos del Reich'. Faeser destacó que a un millar de ellos se les han retirado las licencias de armas y que se presiona a las autoridades locales para que verifiquen y retiren todas aquellas de dudosa concesión.

Entre tanto y con la vista puesta en la detención como parte de la conspiración de la exdiputada en el Bundestag de los ultranacionalistas de Alternativa para Alemania (AfD) y jueza berlinesa Birgit Malsack-Winkemann, políticos de todos los partidos exigen una mayor protección de las dependencias de la Cámara Baja. Pese a que perdió su escaño tras la última legislatura, la mujer estaba en posesión de un carné que le permitía el acceso al histórico Reichstag y el resto de edificios parlamentarios.

Los investigadores del caso sospechan que Malsack-Winkemann informó al grupo sobre las medidas de seguridad e incluso hubiese podido facilitar el acceso al edificio de un comando terrorista preparado para su asalto. Varios parlamentarios han exigido que se comprueben las medidas de seguridad y el «derecho de acceso de empleados y antiguos diputados», como dijo el vicepresidente del grupo socialdemócrata, Dirk Wiese. El llamado consejo de ancianos del Bundestag, que reúne a los diputados más veteranos, asumirá esa tarea, mientras la oposición conservadora ha exigido un debate para abordar el peligro terrorista.

Mientras tanto, el titular de Interior del Estado de Baja Sajonia, el socialdemócrata Boris Pistorius ha sacado a colación la relación entre los 'Reichsbürger' y AfD. Aunque no son lo mismo «existen muchas coincidencias, desde el rechazo a nuestro Estado, a una posición prorrusa, pasando por su hostilidad hacia EE UU», declaró al mismo dominical, en el que denunció que esta formación ultra consigue una y otra vez alimentar su propia política a costa de esos movimientos.

«Debemos tomarnos en serio a AfD y controlarla minuciosamente ya que se trata de un catalizador», insistió Pistorius, al tiempo que señaló que en algunas agrupaciones que, como en Baja Sajonia, pasaban hasta ahora por moderadas, existe «un claro movimiento» hacia el extremismo. A pesar de reconocer que aún no es el momento de solicitar la prohibición de ese partido, instó a «verificar y acumular pruebas». Los servicios interiores de Inteligencia tienen clasificada a AfD como «sospechosa de extremismo de derechas» y tienen a sus políticos sometidos a observación.