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Robert Sesselmann.
Alarma entre las fuerzas democráticas alemanas por el triunfo de la extrema derecha

Alarma entre las fuerzas democráticas alemanas por el triunfo de la extrema derecha

La ultranacionalista Alternativa para Alemania logra su primer cargo institucional

Juan Carlos Barrena

Lunes, 26 de junio 2023, 09:18

Se trata del segundo distrito más pequeño de Alemania y uno de los más pobres, pero la victoria electoral este domingo en la votación para su jefatura del candidato de la ultranacionalista Alternativa para Alemania (AfD) en Sonneberg ha disparado todas las alarmas en los ... partidos establecidos. Es la primera vez que un político de la provocadora y polémica AfD, en este caso el hasta ahora desconocido Robert Sesselmann, consigue ocupar un cargo institucional. De nada valió que el resto de las formaciones políticas respaldara este domingo a su rival, el cristianodemócrata Jürgen Köpper, en esas insignificantes elecciones en la pequeña región al sur del germano oriental estado federado de Turingia, que limita con el norte de Baviera. Sesselmann se impuso finalmente con un 52,8% de los votos y dio a la ultraderecha germana, aislada y marginada por el resto de los partidos, un triunfo cargado de simbolismo.

Una victoria que supone «una señal de alarma para todas las fuerzas democráticas», como ha declarado el ministro de Interior de Turingia y presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) en ese estado, Georg Maier, que ha llamado al resto de las fuerzas políticas en la región a «dejar a un lado los intereses partidistas y defender unidos la democracia». El Consejo Central de los Judíos en Alemania se ha mostrado conmocionado por esa elección. Su presidente, Josef Schuster, reconoce que «no todo votante de AfD tiene una ideología ultraderechista», pero «el partido que han votado es, según los servicios de inteligencia interiores de Alemania, de extrema derecha» y es observado permanentemente por dichos servicios en Turingia. «Se ha producido la ruptura de un dique que las fuerzas políticas democráticas de este país no pueden asumir a la ligera», dijo Schuster.

Horrorizado reaccionó el Comité Internacional de Auschwitz, el antiguo campo de concentración nazi. «Es un día triste para el distrito de Sonneberg, para Alemania y para la democracia. Una mayoría de las electoras y electores se ha despedido abiertamente de la democracia y apostado conscientemente por un destructivo partido extremista de derechas que es dominado por un nazi», afirmó su presidente ejecutivo, Christoph Heubner, en referencia a Jörg Höcke, presidente de Alternativa para Alemania en Turingia, líder del grupo parlamentario en la cámara regional de ese estado e ideólogo de la polémica formación antieuropea, xenófoba y abiertamente racista. «Creo que debemos definir de nuevo el espíritu de la unidad alemana, que los germano orientales tengan la sensación de que se les toma en serio y que se ría o simplemente se hable de ellos», ha comentado por su parte el primer ministro de Turingia y presidente de La Izquierda en esa región, Bodo Ramelow.

Frente a la consternación general, la fiesta de la ultraderecha. Los presidentes de AfD en Alemania, Tino Chrupalla, y Turungia, Björn Höcke, fueron los primeros en acudir a felicitar a su victorioso correligionario junto a un enorme cartel con el texto «Alemania primero». Chrupalla se rio en la cara del resto de las formaciones y su pacto para aislar a su partido. «¿De qué sirven los muros de contención? Los ciudadanos apuestan por AfD», dijo el líder de los ultraderechistas ante la victoria de Sesselmann en un distrito que cuenta con 56.922 habitantes, que, sin embargo, en las elecciones generales de 2021 envió al Bundestag como diputado al socialdemócrata Frank Ullrich, antiguo campeón olímpico y mundial de biatlón. Entonces AfD mostró ya su potencial en esa pequeña región al obtener el 26,4% de los votos. Un distrito profundamente deprimido. La firma asesora Prognos lo define como de «alto riesgo» y lo sitúan en la lista nacional en el puesto 399 de 400 distritos en la valoración de su economía y el mercado laboral. En dinámica en el puesto 396 y en el de oportunidades de futuro en el 389.

Sesselmann ha logrado la victoria con una campaña que calca las directrices políticas de Alternativa para Alemania. Criticando «las fantasías de expropiación» del tripartito de socialdemócratas, verdes y liberales que gobierna el país, exigiendo negociaciones de paz con Rusia y el fin de las sanciones contra el Kremlin, demandando la expulsión inmediata de peticionarios de asilo rechazados y pidiendo el fin de la transición energética. Más bien nada podrá hacer para imponer esas demandas desde la jefatura del pequeño distrito de Sonneberg, pero para su partido esa victoria electoral tiene una enorme carga simbólica. Abogado de profesión y asentado en la región donde es un personaje conocido, Sesselmann es un fiel seguidor de Höcke y miembro del parlamento de Turingia, donde se encarga para AfD de temas como justicia, protección del consumidor y asuntos municipales. Su triunfo augura una campaña dura para las próximas elecciones legislativas en el estado de Turingia el año próximo. Los sondeos sitúan a Alternativa para Alemania como primera fuerza política en ese región con un 28% de votos potenciales.

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