Más de 160.000 personas protestan en Berlín contra el coqueteo de los conservadores con la ultraderecha

Más de 160.000 personas, según cifras de la policía, se sumaron este domingo en el corazón de Berlín a una protesta contra los conservadores de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU), así como su líder y candidato a la cancillería federal, Friedrich Merz, por buscar esta semana en dos ocasiones el respaldo parlamentario de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Los organizadores cifraron la participación en la marcha en más de 250.000 personas.

Decenas de miles más se sumaron a manifestaciones similares en ciudades como Bonn, Stuttgart, Ratisbona o Essen, entre otras ciudades alemanas. En Hamburgo, donde el sábado se concentraron 65.000 personas, volvieron a reunirse decenas de miles para condenar todo coqueteo con AfD. Bajo el lema «La rebelión de los decentes – Protesta en favor del cortafuegos», los manifestantes marcharon en la capital alemana desde el barrio gubernamental hasta la Konrad Adenauer Haus, sede nacional de la CDU.

La gran afluencia de asistentes obligó a la policía alemana a clausurar la estación de metro del Bundestag, el parlamento federal, por saturación. No se veía el asfalto en el tramo de 2 kilómetros de la avenida de 13 de junio que discurre desde la Puerta de Brandeburgo a la Columna de la Victoria, al igual que en la calle desde ese monumento hasta la central de la CDU. En el discurso de apertura de la protesta, el publicista Michel Friedman, que abandonó la CDU hace unos días tras más de 40 años de militancia, recordó la promesa constitucional de que la dignidad de todo ser humano es inviolable.

Antiguo miembro de la ejecutiva cristianodemócrata y exvicepresidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Friedman calificó a AfD de «partido del odio» y de «error inexcusable» que los conservadores votaran el miércoles y viernes junto a la ultraderecha por una política migratoria más severa y estricta. «No se puede hacer causa común con quienes patean la dignidad humana», dijo a su vez Heinrich Bedford-Strohm, antiguo presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica en Alemania. También altos representantes de la iglesia católica, sindicatos y numerosas organizaciones civiles se sumaron a las manifestaciones convocadas para rechazar todo acercamiento a la ultraderecha.

Más de 350 barcos y botes se sumaron a un acto que bloqueó el río Rin a la altura de la ciudad de Colonia con pancartas y textos como «no al racismo» o «por la democracia y la diversidad», mientras miles de personas se concentraban en torno a la catedral de la ciudad. Würzburg, Ulm o Kiel, entre otras muchas, fueron también localidades donde decenas de miles de ciudadanos salieron a la calle para condenar el acercamiento de los conservadores a la ultraderecha. «Derechos humanos en vez de gente de derechas» o «nunca más es ahora» eran textos que podían leerse en algunas de sus pancartas.

En mitad de las protestas contra su partido y su persona Friedrich Merz, hizo un llamamiento al comportamiento pacífico en las manifestaciones contra la CDU. «Llamo a todos los que ahora protestan para que lo hagan pacíficamente», instó el candidato a canciller de los conservadores durante una visita al «City Cube» de la Feria de Berlin, donde los cristianodemócratas celebrarán este lunes un congreso de carácter electoral, que se espera se vea acompañado de sonoras protestas ciudadanas. Merz dijo esperar una renuncia a todo tipo de violencia por parte de los manifestantes, después de que varias sedes de su partido fueran atacadas en los últimos días.

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