Tayyip Erdogan, presidente de Turquía. Vladimir Smirnov / Reuters

Erdogan vuelve a plantear un pulso a Occidente

La semana pasada el grupo de trabajo internacional contra el lavado de dinero anunció que vigilaba a Turquía, lo que provocó fluctuaciones en la Bolsa de Estambul

D. Martínez

Domingo, 24 de octubre 2021

Recep Tayyip Erdogan ya no es el que era. Cuando llegó al poder en 2002, el presidente de Turquía se convirtió de inmediato en el político más querido del país. No obstante, en los últimos años su popularidad ha caído en picado. Tanto que ya ... no es el líder mejor valorado. Según varias encuestas, está en el cuarto puesto, por detrás de miembros de la oposición como el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, o el de Ankara, Mansur Yavas. Además, por primera vez, los sondeos aseguran que su partido, el AKP, ha perdido apoyo –lograría poco menos del 30% del sufragio–.

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Los recientes problemas en su Gobierno enervan cada vez más al presidente. La semana pasada el grupo de trabajo internacional contra el lavado de dinero anunció que vigilaba a Turquía, lo que provocó fluctuaciones en la Bolsa de Estambul. Y, siguiendo su estrategia cada vez que recibe una fuerte presión política, el líder musulmán asesta un nuevo golpe a Occidente como modo de distracción. Ahora Erdogan ha amenazado con expulsar a los embajadores de diez países después de que pidieran liberar al opositor Osman Kavala, que lleva cuatro años encarcelado sin juicio.

«Le he dicho a nuestro ministro de Relaciones Exteriores que no podemos darnos el lujo de albergarlos en nuestro país», afirmó Erdogan como respuesta a un comunicado conjunto de representantes diplomáticos de EE UU, Alemania, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Nueva Zelanda, Noruega, Países Bajos y Suecia, en el que reclamaban una resolución «justa y rápida» del 'caso Kavala'. «¿Acaso es cosa suya dar lecciones a Turquía? ¿Quiénes son ustedes?», reaccionó Erdogan, subrayando que la justicia de su país es «independiente».

El Gobierno de Washington ha sido el único en pedir aclaraciones a Ankara. Sí lo ha hecho David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, quien describió esta medida como «una señal de la deriva autoritaria del Ejecutivo turco». Kavala, de 64 años, está acusado desde 2013 por apoyar las manifestaciones antigubernamentales. Después se le atribuyó también un intento de golpe de Estado y de espionaje.

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