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Corresponsal. Nueva York
Miércoles, 9 de febrero 2022, 21:43
Nadie admitirá causa y efecto, pero es obligatorio constatar la coincidencia en el tiempo: A medida que se desbordan por la frontera de Canadá con Estados Unidos las protestas de los camioneros contra las medidas para frenar el covid, han empezado a caer las mascarillas ... en varios estados. California y New Jersey lo anunciaron el lunes; Nueva York, Massachusetts y Rhode Island, este miércoles.
La población del mundo ha perdido la paciencia, al cumplirse dos años de la pandemia, con más de 400 millones de casos, y las protestas de los «convoys de la libertad» amenazan el orden existente. En Canadá, donde empezaron el 22 de enero con una manifestación de camioneros, indignados por los requisitos del pasaporte covid, la virulenta evolución amenaza con arrollar al gobierno progresista de Justin Trudeau. El primer ministro, víctima de la enfermedad del coronavirus, ha tenido que llamar a la calma desde su propio confinamiento, y pedir «a los que bloquean la economía y la democracia» que se vayan a casa.
Lejos de eso, la venganza política se convirtió en económica el lunes, cuando unos 200 vehículos bloquearon el Puente internacional del Embajador, que conecta el área de Detroit con la de Ontario, de cuyo tráfico de mercancías dependen 150.000 empleos y una producción anual de 13.000 millones de dólares. Eran palabras mayores, que además resultaban muy contagiosas. El martes los manifestantes cortaron el paso fronterizo entre la provincia canadiense de Alberta y el estado estadounidense de Montana. Los camioneros de Alaska se sumaron a las protestas en la capital, Anchorage, para mostrarles su apoyo, y hasta en Nueva York los funcionarios públicos que se resisten al mandato municipal de vacunarse han aprovechado el contexto internacional para desfilar por la zona peatonal del Puente de Brooklyn. «¡Los trabajadores son esenciales, las vacunas no!», gritaban. «¡No obedeceremos a la tiranía!».
Casualidad o no, los gobiernos empiezan a reevaluar la pandemia. El jefe de gobierno de la provincia de Alberta, Jason Kenney, declaró este miércoles en Twitter que omnicron ya no supone una amenaza rampante y, por tanto, desde este miércoles los negocios no tendrán que pedir prueba de vacunación o test negativo y se permitirán reuniones de hasta 500 personas sin restricciones. Como en varios estados estadounidenses, los estudiantes no tendrán que ponerse la mascarilla en clase a partir de la semana que viene, aunque el gobierno federal prefiere actuar con cautela, a medida que el país se acerca al millón de muertos por coronavirus.
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