mikel ayestaran
Enviado especial. Kiev
Domingo, 27 de marzo 2022, 00:10
Cuando a media tarde tres explosiones sacudieron Leópolis, ciudad del oeste de Ucrania situada a 80 kilómetros de la frontera con Polonia, las primeras instrucciones del alcalde Andriy Sadoyyi a la población fueron: «¡Permanezcan en los refugios, no salgan a la calle, no saquen fotos ... y no lean informaciones de canales anónimos de Telegram!». Ni televisiones, ni radios, ni periódicos, la aplicación de mensajería Telegram se ha erigido en este mes largo de guerra como la principal fuente de información para los ciudadanos y en el objetivo principal de los aparatos de propaganda de los dos bandos para reforzar sus respectivas narrativas.
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A Olkesii Stanchevskyi no le extraña la reacción del alcalde de Leópolis, todo lo contrario. «En esta situación de incertidumbre permanente, en la que en cualquier momento te puedes quedar sin casa por un ataque, prima la movilidad y eso solo te lo da el teléfono. Telegram te permite informarte desde tu teléfono, estés donde estés», explica desde el piso 18 de la torre en la que vive en el barrio Akademika de Kiev, a donde solo se puede llegar a través de las escaleras porque se caído la electricidad en toda la zona. Después de la torre está el río y luego comienza un bosque de diez kilómetros que acaba en Irpín, ciudad en la que se libran violentos combates.
Según informó el ministerio de Defensa ruso, el viernes concluyó la primera fase de su «operación especial» en Ucrania y arrancaba la segunda, cuyo objetivo es liberar el Donbás. A 800 kilómetros de esta región, sin embargo, las tropas rusas siguen luchando a las puertas de Kiev. «El paso a Irpín está cerrado a la prensa y solo recibimos los comunicados oficiales de Moscú y Kiev, así que desde aquí al menos, puedo comprobar que la guerra sigue y que los rusos, digan lo que digan, mantienen sus fuerzas en este frente que está alejado del Donbás», apunta este ciberactivista que desde el 24 de marzo se dedica en exclusiva a la gestión de una red de canales de información de Telegram que cubre varias provincias y la capital.
Habla mientras el cielo retumba con la artillería. Olkesii es un hombre pegado a su teléfono. Arranca cada jornada con un mensaje en el que recopilan las noticias más importantes de la noche anterior, donde incluyen los mensajes oficiales de ambos lados, pero también los puntos más destacados en medios internacionales. Luego comienza la labor de verificar los supermercados, farmacias abiertas, las rutas de tren operativas y los accesos más rápidos a las fronteras. «La información de servicio es clave en una situación de este tipo, la gente tiene ansiedad y ese tipo de ayuda siempre le viene bien», considera Olkesii, quien lidera un proyecto al que se han sumado decenas de ciberactivistas. El presidente Volodímir Zelenski es el político más activo en esta plataforma y supera los 1,5 millones. Le sigue muy de lejos el alcalde de Kiev, Vitaly Klitschko, con 623.000. El último mensaje que cuelgan cada noche es una broma, «para que la gente intente irse a la cama con una sonrisa», explica.
Este joven es natural de Berdansk, ciudad que ahora está bajo control ruso. Cuando la conexión se lo permite habla con sus padres y con algunos colegas que le confirman que «cuando los rusos toman una ciudad tienen localizadas las cuentas de periodistas locales y les detienen. Les obligan a colaborar con ellos y si no aceptan, se apropian de sus perfiles en redes sociales, especialmente Telegram, y comienzan a volcar allí su propaganda para llegar así de manera directa a los teléfonos de todas las personas que les seguían».
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Evolución Los sitios oficiales dicen que Kiev recupera varios terrenos pero la situación está lejos de ser estable
Con paciencia La gente espera noticias para regresar a su casa, aunque de momento la vuelta tendrá que esperar
¿Y la propaganda del lado ucraniano? Ante esta pregunta Olkesii se queda en silencio. «Hay que esperar al final de la guerra para responder, pero aquí al menos, a diferencia de Rusia, tenemos acceso a redes y no hay una censura como la que sufren allí los informadores, pero hay que entender que estamos en guerra», responde de manera gráfica sin ahondar más en el tema.
Los medios oficiales de Ucrania llevan 72 horas anunciando la liberación de pueblos en el noroeste y este de Kiev y es cierto que los rusos han retrocedido en algunos puntos, pero también lo es que la situación está lejos de ser estable, no se han consolidado las posiciones y que el enemigo puede regresar en cualquier momento.
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La verdad sobre el frente de Kiev se esconde tras el bosque que separa la torre de Olkesii de Irpín, Bucha o Hostomel. Este ciberactivista informa cada día de lo que allí ve y escucha y lo comparte con miles de seguidores. La gente espera noticias para poder volver a su casa, pero de momento el regreso tendrá que esperar. La población aguarda que el cielo se silencie y desaparezcan los hongos de humo gris que dejan las explosiones. Es el mensaje que más ansían leer en su teléfono a través de Telegram.
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