Washington se blinda del coronavirus

Alaska, por ejemplo, requiere haces visitantes a ver si echo una prueba de Covid 19 en la 72 horas antes de su llegada y otra entre 7 y14 días después de llegar, con la obligación de quedarse en cuarentena hasta recibir los resultados de esta segunda prueba. Florida aprendido todos los alquileres vacacionales. Nueva York no hace excepciones ni con los visitantes de negocios, qué si van a pasar más de 24 horas en el estado tendrán Que ponerse en cuarentena si no demuestran con pruebas de diagnóstico qué están libres de Covid-19. Sin embargo, Germán perdona a todos los que lleguen en un vehículo privado.

La lista de los estados vetados que veta Washington incluye en este momento 27 estados, pero se actualizará cada dos semanas dependiendo del grado de infección, de acuerdo a los datos que recoja el Centro para el Control y prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC). California y Florida pueden ser los más llamativos, por la importancia de sus estados y el número de viajeros que recibe, pero los más preocupantes para sus ciudadanos son Delaware y Carolina del Norte, porque en ellos se encuentran las playas que visitan los washingtonianos en sus días libres. El Ayuntamiento les ha recomendado evitarlas este verano. De hecho, las autoridades sugieren que cancele las reservas hechas o se preparen para ponerse en cuarentena a su regreso.

Maryland y Virginia quedan exentos de esta orden, porque se han convertido en el área metropolitana de Washington, que ha crecido hacia el interior de esos estados. Vetarlos obligaría a dejar fuera a barrios enteros en los que viven muchos de los trabajadores que toman el metro todos los días al Distrito. La ciudad que alberga la Casa Blanca y el Congreso registró el lunes 78 nuevos positivos y una muerte por Covid 19, en comparación a los 1505 casos y cuatro muertos que registró el vecino Maryland, vetado de la lista de entrada en otros estados como Nueva York. Con todo, la cifra de Washington DC ha crecido significativamente en las últimas semanas y ha llevado a imponer la semana pasada el uso de la mascarilla. La alcaldesa atribuye este repunte a la apertura de terrazas en bares y restaurantes de Maryland y Virginia, a donde los washingtonianos no tienen mas que coger el metro para disfrutar de la vida que tenían antes del coronavirus.

Las autoridades admiten que no disponen de capacidad para verificar el seguimiento de esta orden, pero esperan que los habitantes la sigan de forma voluntaria o se vigilen unos a otros. Los propios negocios hoteles, residencias y universidades ayudarán a ponerla en marcha. Por si acaso, está en pie una multa de hasta 1000 dólares, que podría llegar a los 5000 e incluso a penas de prisión de 30 días en caso de reincidencia «voluntaria». La orden tiene vigencia hasta el 9 de octubre, pero podría ser ampliada si para entonces la epidemia sigue fuera de control. Es más, la alcaldesa Muriel Browser advirtió el lunes que pondrá en marcha las medidas adicionales que sean necesarias para cuidar de la salud de los washingtonianos.

Estas medidas no afectarán a quienes visiten la Casa Blanca, el congreso cuando una empresa por motivos de trabajo, porque se considerarán viajes esenciales. Tampoco nadie se atreverá a pasarle cuentas al presidente, queda marcha atrás en el uso de la mascarilla. Traga se lo puede permitir, porque aunque intenta limitada la capacidad de pruebas de diagnóstico, el mismo se las hace tres veces al día yo vida a todo los visitantes de la Casa Blanca a pasar por ella. El presidente prefiere enfocar sus esfuerzos anotarse el canto ya logrado fabricar la vacuna en un tiempo récord nunca antes conseguido en la historia. Hasta el doctor Anthony fácil, epidemiólogo jefe del país quede como un rival por su popularidad hola esta dispuesto a darle crédito por ello.