Mercedes Gallego
Nueva York
Miércoles, 27 de noviembre 2019, 22:04
La «guerra contra el narcotráfico» con la que EE UU ha regado de sangre Latinoamérica y con la que México quiere acabar puede pasar a mayores si Donald Trump cumple la promesa de designar como grupos terroristas a los carteles de la droga. El anuncio, ... realizado el martes en el programa de radio donde Bill O'Reilly arenga a su audiencia desde que Fox le despidió por acoso sexual, vino acompañado de una confidencia todavía más preocupante. «Le he ofrecido (al presidente Andrés Manuel López Obrador) entrar y limpiarlo todo, pero por el momento ha rechazado la oferta», contó Trump, que no parece haber aceptado la negativa. «En algún momento habrá que hacer algo».
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George W. Bush y Barack Obama también se plantearon añadir estas organizaciones criminales a la lista de grupos terroristas, pero renunciaron cuando entendieron las consecuencias que tendría para el comercio bilateral y las relaciones entre ambos países. No será el caso de Trump, que sólo parece frustrado con lo difícil que le está resultando. «He estado trabajando en ello los últimos 90 días, pero no es tarea fácil, tienes que pasar por un proceso», se quejó.
El proceso comenzó en marzo, cuando dos congresistas afines al presidente introdujeron una propuesta de ley para pedir al secretario de Estado, Mike Pompeo, que emita «un informe detallado» sobre el criterio para designar a tres grupos -Los Metros del cartel del Golfo, el Cartel de Jalisco Nueva Generación y la facción del Cartel del Noreste de Los Zetas- como organizaciones terroristas. La iniciativa está estancada y no se ha votado.
El brutal asesinato en Chihuahua de una familia mormona con doble nacionalidad ha revivido el interés. «Es hora de que México, con ayuda de EE UU, haga la guerra a los carteles de la droga y los borre de la faz de la tierra», tuiteó Trump hace dos semanas. «Solo estamos esperando una llamada de vuestro gran presidente».
Con su aura mesiánica, López Obrador predica una política de «abrazos, no balazos» que, por ahora, no ha rendido frutos. «Tenemos que buscar resolver nuestros problemas con fraternidad universal; serenar a los países, al mundo. Lograr la paz es lo más importante. Nada de armas destructivas. Amarnos unos a otros, no odiarnos, hacer a un lado la discordia y buscar siempre la unidad de todos los seres humanos», dice su liturgia.
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Este miércoles evitó pronunciarse sobre las declaraciones de Trump en virtud de que «es víspera del día de Acción de Gracias», pero envió a su canciller de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard a pedir acalaraciones de la Casa Blanca con un mensaje: «Cooperación sí, intervencionismo, no», zanjó.
Escandalizada ante la posibilidad de que eso sirva de puerta a una nueva injerencia estadounidense, la opinión pública mexicana se ha puesto en pie de guerra y no falta quien propone que el país amenace a Washington con dejar de contener la ola de inmigrantes. López Obrador prefiere aprovechar las «buenas relaciones» que tiene con Trump para pedir una reunión de alto nivel en la que discutir el asunto. La sintonía parece ser mutua. «Me llevo muy bien con este presidente, mucho mejor que con el anterior, y eso que en teoría tiene tendencias socialistas, pero creo que es un buen hombre», le defendió Trump el martes.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuiteó este miércoles un fotomontaje en el que aparece su cara con el cuerpo del boxeador de Rocky Balboa, interpretado en el cine por Sylvester Stallone, una aparente alusión al «torso magnífico» del que se jactó para rechazar los rumores sobre su salud.
Con el cinturón dorado de campeón, guantes rojos de boxeo y ante las cuerdas de un ring, queda claro el homenaje al cartel de «Rocky III». Trump publicó ese tuit sin ningún comentario ni explicación, a raíz de especulaciones sobre su estado de salud después de que se sometiera a un chequeo imprevisto en un hospital militar cerca de Washington a mediados de noviembre.
El martes por la noche, ante miles de seguidores en Florida, el presidente de 73 años criticó los rumores que señalan que tuvo un ataque al corazón. Según él, estos se deben a que no llevaba corbata durante su visita al hospital. «Y es cierto, no llevaba corbata. ¿Por qué debería llevar una corbata si la primera cosa que me van a decir es 'quítese la corbata, señor, enseñe su torso magnífico. Nunca hemos visto un torso así'», dijo, provocando risas entre los asistentes al mitin.
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