Trump será citado a declarar ante la Comisión que investiga su intento de golpe

La novena y, posiblemente, última audiencia del panel del Congreso que investiga el ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio se ha centrado en el «estado mental» del expresidente Donald Trump, así como en su papel central en los acontecimientos antes y después de las elecciones.

Desde el mes de julio, Trump planeaba proclamarse vencedor y declarar las elecciones de noviembre fraudulentas y difundir a gran escala la mentira, una trama que planeaba con sus aliados Steve Bannon y Roger Stone.

A través de sorprendentes nuevos detalles en declaraciones de testigos e imágenes, el panel expuso cómo el expresidente reconoció su derrota electoral a diversos funcionarios de su Administración y su deseo de no admitirlo porque «era vergonzosa». A pesar de ello, de forma intencional, premeditada y sin base de hechos reales de fraude, Trump continuó con su trama para anular los resultados electorales y tomó decisiones ejecutivas de enorme trascendencia política internacional para el país.

Sabiendo que había perdido las elecciones y que Biden sería el próximo presidente, Trump firmó dos órdenes ejecutivas para la retirada inmediata de tropas de Somalia y Afganistán, que de haberse llevado a cabo en esos términos hubiera tenido graves consecuencias.

El día de las elecciones circulaba en la Administración un documento con el contenido de la declaración que el expresidente haría por la noche sobre los resultados electorales en la que afirmaba su victoria.

El Servicio Secreto y las agencias de inteligencia y de la policía conocían con antelación los riesgos de seguridad para Trump y el exvicepresidente, Mike Pence, así como la presencia de grupos fuertemente armados y sus intenciones violentas en un ataque que sobrepasaba los límites de una manifestación democrática. Alertado, el Servicio Secreto concertó un plan a las espaldas de Trump para impedirle marchar al Capitolio con los violentos.

El panel mostró también impresionantes imágenes nunca antes vistas de la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el, entonces, líder de la minoría, Chuck Schumer, refugiados en el edificio, pidiendo ayuda por teléfono para defender el Capitolio en tiempo real mientas el ataque violento se desarrollaba en otras dependencias del Congreso.