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El doctor Anthony Fauci, en primer plano ante Donald Trump. AFP I Atlas

Trump amenaza por Twitter con despedir al médico al frente de la pandemia

El doctor Fauci ha trabajado para seis gobiernos pero admitió el domingo en CNN que «obviamente hubiera sido mejor iniciar antes la respuesta»

mercedes gallego

Corresponsal en Nueva York

Lunes, 13 de abril 2020, 21:43

Al batir la estremecedora marca de los 10.000 muertos solo en el estado de Nueva York, el gobernador del estado Andrew Cuomo miró cuidadosamente las estadísticas de nuevos casos y anunció una buena noticia. «Creo que lo peor ha pasado, a menos que ... hagamos alguna temeridad», anuncio. La mala es que el hombre que más confianza inspira en el manejo de esta crisis puede estar a punto de perder el trabajo.

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Se trata de otro neoyorquino, Anthony Fauci, el respetado médico que dirige el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. Tras admitir en una entrevista que «obviamente» hubiera sido mejor empezar antes a tomar medidas contra la epidemia, el presidente retuiteó un comentario que pedía su despido. En las horas siguientes saltaron todas las alarmas.

Para la mayor pandemia del siglo, el presidente no se ha rodeado de médicos y científicos sino de leales como el vicepresidente Mike Pence y su yerno Jared Kushner. Cada tarde lidera la conferencia de prensa retransmitida en directo por todas las televisiones en la que el grupo de Trabajo sobre el Coronavirus actualiza la situación, a menudo promoviendo el uso de medicamentos sin aprobar o difundiendo información falsa y teorías conspirativas. Con cara de pócker, el doctor Fauci ha tenido la difícil tarea de corregirle en directo intentando no herir su ego.

Fauci no es de su equipo. Ha trabajado para seis gobiernos desde Reagan y se ha ganado la reputación de imparcial. Su cargo existía desde antes de que el presidente montará el grupo de Trabajo sobre el coronavirus y Trump ni siquiera puede despedirlo directamente, porque no es un cargo político sino un empleado federal. Para despedirlo, el presidente tendría que pedírselo al Secretario de Salud, que tendría que encontrar una causa demostrada. Lo que sí puede hacer es apartarlo de las cámaras, ante las cuales ha hecho tan buen trabajo en decir la verdad, pese al marcaje de Trump, que se ha convertido en el hombre que más confianza inspira en esta crisis según las encuestas. Otro punto en su contra. Si hay algo que el presidente lee cuidadosamente son esos números.

Según la encuesta de Reuters, casi el 80% de demócratas y republicanos están satisfechos con la información que proporciona e incluso ha desbancado a Trump. El 35% cree que es el rostro más confiable en televisión, frente al 20% que prefiere a Trump. En casos en los que el presidente sabía que le contradeciría, le ha impedido contestar la pregunta en plena conferencia de prensa.

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En ese contexto, y con tres años de precedentes en los que el protagonista del reality show ha continuado en la Casa Blanca el «¡Estás despedido!» que le hizo famoso en la tele, el despido de Fauci es casi más temido que el virus. Particularmente ahora que se decide cuándo reabrir el país. El silencioso tuit del mandatario es un llamado al orden para que se autocensure todavía más. La Casa Blanca considera «ridículo» que considere despedirlo, a pesar de que él mismo lo haya tuiteado, pero en su mundo del caos, la culpa siempre es de la prensa.

Trump pronto tendrá que vérselas con alguien que le llevará la contraria por sistema, su rival electoral Joe Biden, que este lunes consolidó su hegemonía sobre el Partido Demócrata al recibir el apoyo explícito de Bernie Sanders, con quien se batió hasta el final por la nominación. «Joe, te necesitamos en la Casa Blanca», le suplicó el senador socialista en teleconferencia.

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