Herida una octogenaria en un atropello en Burgos
Remolques frigoríficos aparacados en Brooklyn, Nueva York, empleados para conservar los cadáveres. EFE

EE UU teme instalarse en los 3.000 muertos diarios a finales de este mes

La estimación que hace la Agencia Federal de Emergencias en un informe filtrado por la prensa tumba la supuesta recuperación en el país

Mercedes Gallego

Nueva York

Martes, 5 de mayo 2020, 22:56

La pandemia global ha cogido la cuesta abajo en la mayoría de los países desarrollados, pero no en EE UU. La previsión de alcanzar el pico en los 2.000 casos confirmados en un solo día, a mitad de abril, subió a los 3.000 ... el día 21 y solo la contención de Nueva York la ha hecho descender. Un estudio de la Casa Blanca apunta a que a principios de junio esa cifra no será una excepción, sino el pan nuestro de cada día. Así lo apunta un informe de FEMA, la agencia federal para la gestión de emergencias, filtrado por 'The New York Times' y minimizado por la Casa Blanca como «uno de los muchos» que maneja, «aún sin cotejar».

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El dato explicaría por qué el domingo por la noche el presidente, Donald Trump, decidió revisar al alza sus estimaciones, que aún quedan demasiado bajas. De cumplirse, el 1 de junio se alcanzarían 3.000 muertos diarios, un 70% más que los 1.750 de esta semana. La agencia basa sus proyecciones en la suma de cinco modelos con los que trabaja la Casa Blanca, fundamentados en la experiencia de otros países que van por delante, como China, Corea del Sur, Italia y España. Si la curva de EE UU baja es porque Nueva York está controlando la suya, pero si se le sacara de las estadísticas, el país se encontraría con cifras más alarmantes.

La tranquilidad con la que actúan los gobiernos estatales en los que Trump ha delegado la responsabilidad de decidir su propia conducta tendrá un precio muy alto. Para el 1 de junio, EE UU sumará 200.000 casos diarios, cuando hoy no llega a los 25.000. Para agosto, la primera potencial mundial habrá acumulado 135.000 muertos, según el Instituto de Evaluación y Salud Métrica de la Universidad de Washington. Más del doble de lo estimado a mitad de abril.

Ni tratamientos, ni vacunas han cristalizado todavía una solución mágica. Lo único que funciona es la distancia social, que encuentra cada día más resistencia. A medida que entra la primavera y mejoran las temperaturas cuesta más trabajo que la gente se quede en casa y cumpla con las normas de seguridad. La mascarilla pica, da calor. Los nervios están a flor de piel.

El pasado fin de semana un vídeo que se hizo viral en las redes sociales recogía el momento en el que un policía de Nueva York perdía la paciencia con unas personas agrupadas en una esquina del East Village y arrastraba violentamente a una de ellas por el suelo para ponerle las esposas, como lo haría después con un transeúnte que simplemente observaba. Ambos eran negros, el policía, hispano. Las diferencias raciales y los abusos policiales se agudizan.

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Muerto por una mascarilla

En Michigan costaron la vida a un guarda de seguridad que quiso imponer el uso de la mascarilla en un establecimiento de Flint. Calvin Munerlyn, de 43 años, tenía ocho hijos. «Todo indica que simplemente estaba haciendo su trabajo al hacer cumplir las órdenes del gobernador relacionadas con la pandemia», le defendió el gerente de Family Dollar en un comunicado.

Sus problemas, también grabados en vídeo por las cámaras de seguridad, comenzaron cuando le dijo a Sharmel Teague que su hija debía llevar mascarilla. La niña salió del establecimiento, pero la madre se enzarzó en una pelea hasta que el guardia le ordenó salir y pidió a la cajera que no la atendiese. La mujer volvió con su marido y el hijo de este, de 23 años. El primero le pedía cuentas por «haberle faltado el respeto» a su esposa. El segundo sacó una pistola y le metió un disparo en la cabeza.

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Los ánimos se han desatado en esta 'nueva normalidad' que llevó el lunes al Tribunal Supremo a mantener por primera vez en su historia una audiencia en directo. Más de una hora para escuchar los argumentos de la disputa para registrar Booking.com, que no sentará jurisprudencia por ocurrir en circunstancias anómalas vía telefónica. «¿Jueza Sotomayor? ¿Jueza Sotomayor?», inquirió repetidamente el jefe del Tribunal Supremo. Y así aprendió ella que hay que activar el micrófono antes de hablar. Gajes de la nueva era.

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