Bandera del movimiento QAnon. AFP

Un seguidor de QAnon mata a sus hijos porque tenían ADN de serpiente

Les disparó con un fusil de pesca submarina tras habérselos llevado de la casa que compartían con su madre con la excusa de que iban de acampada a México

COLPISA/AFP

Jueves, 12 de agosto 2021, 20:40

Convencido de que sus dos hijos tenían «ADN de serpiente», un estadounidense adepto del movimiento conspirativo QAnon fue acusado el miércoles de asesinato, según consta en los documentos oficiales. Matthew Taylor Coleman, de 40 años, dijo que sabía que estaba haciendo mal, pero que «era ... la única manera de actuar para salvar el mundo», según la demanda presentada en los tribunales contra él por agentes federales de EE UU.

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Coleman ha sido acusado de llevar a sus hijos, de dos años y diez meses, a México y matarlos allí antes de regresar a Estados Unidos, donde fue detenido, según un comunicado de la oficina del fiscal general de California.

La madre de los niños dio la voz de alarma por primera vez el 7 de agosto, cuando el sospechoso se los llevó de la casa que compartían. Había dicho que irían a acampar, pero se negó a decirle dónde y no respondió las llamadas ni los mensajes de texto. Tampoco puso en el coche las sillas para transportarlos.

Un día después la Policía lo localizó mediante la aplicación para móvilesd 'Find My iPhone', que indicaba que su última ubicación conocida era Rosarito (México). Cuando volvió a cruzar a Estados Unidos, al día siguiente, fue detenido por el FBI en la frontera.

«Iban a convertirse en monstruos»

Coleman confesó haber disparado a sus dos hijos con un fusil de pesca submarina y haber abandonado sus cuerpos en México, donde fueron encontrados por las autoridades mexicanas. Afirmó que «creía que sus hijos iban a convertirse en monstruos, por lo que tenía que matarlos», según la demanda.

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Dijo a los agentes que estaba «iluminado por las teorías conspirativas de QAnon y los llamados Illuminati y que estaba recibiendo visiones y señales que revelaban que su esposa (...) poseía ADN de serpiente y se lo había transmitido a sus hijos». En sus declaraciones ante las autoridades federales, Coleman insistió en que creía estar «salvando al mundo de los monstruos». La acusación formal que pesa ahora sobre él es la de asesinato en el extranjero de ciudadanos estadounidenses.

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