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Mercedes Gallego
Nueva York
Viernes, 19 de abril 2024
Humo, gritos, el sonido de un extintor de incendios. Así empezó a las 1:35 p.m. (hora local) la inmolación de Max Azzarello, un hombre de 37 años que este viernes buscó la atención de las cámaras para prenderse fuego a lo bonzo frente ... a los tribunales donde se juzga al expresidente Donald Trump. Azzarello sufrió quemaduras de extrema gravedad y murió posteriormente en el hospital, según han informado este sábado fuentes policiales.
A priori, no estaba ni a favor ni en contra del magnate, sino que era «algo así como un conspiracionista», determinó en conferencia de prensa el jefe de Policía de Nueva York, Jeffrey Maddrey. Lo decía a juzgar por el contenido de los panfletos que lanzó al aire antes de derramarse por encima un líquido inflamatorio y prenderse fuego a la altura del pecho, así como otros manifiestos encontrados por internet.
En 'Los Papeles Ponzi»' se declaraba «un investigador» y anunciaba que se prendería fuego como «un acto extremo de protesta» contra un Gobierno «a punto de dar un golpe de Estado« para sustituirlo por otro «totalitario y fascista». La Policía estima que llegó a Nueva York a principio de semana desde San Augustín (Florida), donde su coche pasó por algún peaje el sábado pasado. En un video anterior que colgó en las redes sociales se le ve cantando al volante a pleno pulmón «únete a la puta revolución, porque no hay nada que perder».
Su familia no sabía que estaba en Nueva York, a pesar de que habló con ella esa misma mañana. No llegó al parque en metro. Hay un coche asociado con él, bajo investigación, sin que se haya determinado si era de algún conocido. Al filo de la 1:30 de la tarde, hora local, entró al área designada para los manifestantes del parque Collect Pond, frente a los juzgados, vistiendo pantalón vaquero y una camiseta oscura. Sacó los panfletos de una bolsa, los tiró al aire y procedió a autoinmolarse, para horror de los testigos.
El primero en intentar socorrerle fue un detective, que llegó en dos minutos y trató de quitarle la chaqueta. El resto de los agentes buscaron un extintor de incendios con el que apagar las llamas. Les costó tres intentos, porque cuando parecía que lo habían conseguido, volvían a emanar del cuerpo retorcido y con pequeñas convulsiones. Aún estaba con vida cuando llegó la ambulancia para trasladarlo a un centro médico. Falleció horas más tarde al no poder superar la gravedad de las lesiones.
Entre los papeles que quedaron desperdigados en la escena, acordonada por la policía, se encontraba uno titulado 'Ocuppy Returns»', en referencia al movimiento estadounidense de indignados que nació como Occupy Wall Street. No se sabe si Azzarello estuvo vinculado a aquella protesta, pero sí que arremete contra las criptomonedas, los «diabólicos multimillonarios», «la corrupción del gobierno», George W. Bush, Bill Clinton y el recuento electoral del año 2000. Aparentemente, ninguna referencia a Trump ni a Joe Biden, que vieran los testigos.
Trump está siendo procesado por supuestamente sobornar a una actriz de cine porno con la que niega haber mantenido una relación. Se acababa de completar una etapa crítica en el juicio: la selección del jurado y seis sustitutos, hasta un total de 18 personas que en las próximas seis semanas deberán determinar la suerte del expresidente.
Hace dos meses un militar estadounidense perdió la vida tras prenderse fuego mientras se grababa en directo frente al consulado israelí de Washington, en protesta por la complicidad de su país con la masacre de Gaza. En diciembre lo hizo una mujer en Atlanta, también como protesta pro Palestina, sin que se conozca su estado.
El impactante suceso de ayer se produjo poco después de que concluyera la selección del jurado para el juicio, lo que despeja el camino para que los fiscales y los abogados de la defensa realicen las declaraciones de apertura la próxima semana en un caso derivado del pago de dinero encubierto a una estrella del cine porno. Los doce miembros -siete hombres y cinco mujeres-, junto con seis suplentes, examinarán las pruebas en un juicio que por primera vez determinará si un expresidente de EE UU es culpable de infringir la ley.
Son, en su mayoría, empleados en profesiones liberales: dos abogados de empresa, un ingeniero informático, un logopeda y un profesor de inglés. En justicia a la diversidad de la ciudad de los rascacielos, no son nativos de Nueva York, sino que proceden de todo Estados Unidos y de países como Irlanda y Líbano. Entre los suplentes hay también una española.
130.000 dólares
Trump está acusado de encubrir el pago de 130.000 dólares que su exabogado Michael Cohen hizo a la actriz porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016 para que guardara silencio sobre un encuentro sexual que ella asegura que mantuvieron una década antes. El ex presidente se ha declarado inocente de los 34 cargos de falsificación de registros comerciales presentados por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, y niega cualquier encuentro de ese tipo con Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford.
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