Una nueva variante del covid más agresiva, detectada en Nueva York

La B.1.526 se detectó por primera vez en noviembre pasado y, fiel a la virulencia que caracteriza al covid-19, se ha abierto paso por el estado hasta el punto de que a mitad de este mes representaba ya una de cada cuatro secuencias del virus detectadas por los científicos, según un estudio que el Grupo Caltrech publicó on line el miércoles, y otro que la Universidad de Columbia hizo público este jueves. Ninguno ha sufrido todavía el escrutinio de la comunidad científica pero los expertos coinciden en que la propagación de la variante está constatada.

Lo más preocupante es que esta variante alberga una mutación que la hace más resistente a las vacunas y pone en duda su efectividad. No es un solo foco que resulte fácil de contener, sino que se ha detectado en zonas del condado de Westchester, Manhattan, Bronx, Queens y Brooklyn.

«No son particularmente buenas noticias, pero al menos ahora que lo sabemos tal vez podamos hacer algo al respecto», dijo a The New York Times Michel Nussenzweig, un inmunólogo de la Universidad de Rockefeller que ha participado en el estudio. El investigador admitió que la variante neoyorquina es más preocupante que la californiana, pero también el temor de que la que se convertirá en dominante es la británica, por la velocidad del avance. De esta se han identificado ya 2.000 casos en 45 estados de la Unión. Está también la variante sudafricana y brasileña con la mutación E484K, que se resiste a las vacunas y equivale al 12% de los infectados. Esta parece afectar a gente de más edad y suele provocar más hospitalizaciones.

Un nubarrón que augura tormenta, justo cuando el estado celebraba una buena noticia: el notable descenso de casos y fallecimientos en las residencias de ancianos, gracias a la campaña de vacunación que priorizó a este sector tan vulnerable. Desde que comenzó en diciembre hasta principios de febrero, las nuevas infecciones bajaron un 80%, el doble de rápido que en el resto de la población. Las muertes dentro de estas residencias descendieron un 65%, a pesar de que habitualmente el invierno extiende un manto de luto sobre los centros de ancianos, con o sin pandemia.

Según los datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas (CDC), 4.5 millones de residentes y empleados de estos centros han recibido al menos una dosis de la vacuna, y 2.1 millón las dos requeridas. El gobierno de Biden anunció este jueves un nuevo empujón a la campaña contra el virus al ofrecer a lo largo de los próximos dos meses la distribución gratuita de 25 millones de mascarillas para la población más vulnerable, que incluirá comedores sociales y centros de salud. «Cualquiera que necesite una mascarilla podrá recogerla de forma gratuita en uno de estos centros», asegura el comunicado del CDC. Desde principios de febrero la autoridad epidemiológica estadounidense recomienda usar doble mascarilla, o sea, una quirúrgica debajo de la tela.