El español está de moda en EEUU

En la actualidad, Estados Unidos es el país con el mayor número de hispanohablantes de entre todos los países en los que el español no es una lengua oficial. Son casi 42 millones de personas las que emplean el español de manera nativa. Una cifra que asciende hasta los 57 millones si tenemos en cuenta aquellos hablantes que tienen una competencia limitada del español. Javier Rupérez, exembajador de España en Estados Unidos, destaca que es fácil y notable moverse en español en cualquiera de las regiones. «Sin saber inglés uno puede encontrar una vía en este país. La población latina ha crecido, por la capacidad de integración política, social y constitucional que ha mostrado la inmigración hispana. Es admirable».

De 331 millones de habitantes contabilizados en Estados Unidos, más de 62 millones son de origen hispano según el documento, un crecimiento del 23% en 10 años. Cada dos años la población de origen hispano ha venido aumentando en dos millones de personas, que traducido a lenguaje político significa que ya es el grupo minoritario con mayor peso electoral. Rupérez defiende que es evidente que el español ha crecido en población y en su uso: «Las pruebas son claras. Hay un bilingüismo comunicacional palpable, en el transporte público por ejemplo».

El crecimiento latino además se ha extendido por todos los puntos cardinales de la nación. En unos estados crece en mayor medida que en otros, pero no hay un solo estado en el mapa de Estados Unidos en el que la población de origen hispana haya disminuido entre los años 2010 y 2020. 27 de los 50 estados poseen una población hispana superior al 10%. Resulta curioso el reparto por edades de dicho grupo, ya que los latinos menores de 18 años son más numerosos que la población adulta, lo que mantendrá este crecimiento en el tiempo.

El uso del español no entró en la política hasta 1960. Se tiene constancia de que fue durante las elecciones, en las que se enfrentaron el demócrata John F. Kennedy y el republicano Richard Nixon. El equipo de comunicación política del Partido Demócrata creó los «Viva Kennedy Groups» , cuyo cometido era dar a conocer en español el complejo sistema electoral estadounidense a los ciudadanos hispanos del suroeste del país.

Desde entonces el auge del idioma ha sido inmenso. De los 62 congresistas en 2018 a 74 en 2022: el uso del español entre miembros de la Cámara de Representantes ha crecido más de un 21% en cuatro años. Además dicho impacto progresivo del habla ha sido paralelo en el Senado también, donde 28 de los cien miembros utiliza el español en su comunicación digital. «Las personalidades políticas le conceden un valor: El secretario de educación de Biden es bilingüe y defiende el sistema bilingüista», explica Fernando Prieto, secretario general de la Fundación Consejo España-EE.UU. Rupérez incluso advierte de un cambio de escenario tras las pasadas elecciones, ya que Trump cerró la web en español nada más llegar al poder, y Biden ordenó que se rehabitilara minutos después de ser elegido.

«España debe conseguir que se genere más información y conocimiento en español». Áurea Moltó, directora de 'Política Exterior', defiende que es una ocasión importante para los países hispanohablantes. «Los grandes debates internacionales son en medios anglosajones. La visión del mundo, los debates, los conceptos internacionales se han hecho en inglés. Y esto es importante porque el español no es una lengua minoritaria ni muerta». El Centro Español de Derechos Reprográficos denota que es la segunda lengua más utilizada en redes sociales solo por detrás del inglés y a gran distancia del portugués y del francés, y que incluso supera al inglés en crecimiento.

En el caso de la revista de análisis internacional la digitalización les ha hecho cobrar verdadera relevancia y potencia, y han tenido alcances en latinoamérica que constituyen 75-85% de sus usuarios. Es precisamente este punto el que defiende Cristina Gallach, comisionada especial para la Alianza por la Nueva Economía de la Lengua, para aumentar la relevancia del español a nivel global: «Que se publique en español, no por patriotismo, y que esté perfectamente conectado con la comunidad científica por ejemplo, para conseguir que haya interés legítimo en conocer la lengua. La digitalización es vital para esto».