EFE

California autoriza la venta de «gasolina de invierno» para bajar los precios

Debido al impacto del huracán 'Ian' y el cierre de cinco refinerías por mantenimiento, el Estado paga casi el doble de la media nacional

mercedes gallego

Martes, 4 de octubre 2022, 20:29

El invierno ha llegado un mes antes a las gasolineras de California. Indignado por lo que considera «una extorsión» de la industria, que mantiene los precios por las nubes por mucho que el Estado baje los impuestos, el gobernador, Gavin Newsom, ha autorizado que empiece ... a venderse la «gasolina de invierno», cuya temporada empieza el 30 de octubre.

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Se trata de un mezcla más barata y de menor calidad, al 15% de etanol (E15), cuyos gases se diluyen con más facilidad en la atmósfera. En verano, debido a las altas temperaturas, esa volatilidad es todavía más alta, por lo que el Gobierno de California, que tiene las regulaciones más estrictas del país, obliga a las gasolineras a vender mezclas más limpias y más caras.

El cambio no será inmediato, porque muchas gasolineras lo tenían previsto para noviembre. Ni resultará tan dramático como le gustaría al gobernador, pero hasta unos céntimos cuentan en el actual clima económico. El precio de la gasolina en el Estado más progresista del país es casi el doble de la media nacional, sin que haya transportes urbanos que permitan a sus habitantes prescindir del coche para ir a la compra o al trabajo. Ante la crisis energética actual, su Gobierno ha tomado algunas de las medidas más drásticas que se conocen, como prohibir la venta de automóviles de carburantes fósiles para el 2035, fecha en la que todos los vehículos nuevos que salgan al mercado en California tendrán que ser eléctricos. Entre tanto, ha reconocido el gobernador, la transición será dura.

Las existencias son tan limitadas que el cierre de cinco refinerías por trabajos de mantenimiento ha disparado los precios esta semana. A eso se le añade el impacto del huracán 'Ian' y la extinción de la industria en un Estado con normas medioambientales tan estrictas que resultan poco atractivas para las empresas contaminantes. De las 50 refinerías que llegó a tener California, solo quedan 14, por lo que el territorio tiene que importar de otras refinerías del país. Solo once en todo EE UU fabrican carburantes con los estándares que requiere y algunas cerraron la producción en previsión por el curso que pudiera tomar el quinto huracán más catastrófico en la historia del gigante americano.

«Os están estafando»

Con todo, el gobernador Newsom echa la culpa a la industria. «Nunca hemos estado tan lejos de los precios nacionales», dijo en un discurso televisado. «La realidad es que (las petroleras) os están estafando. Si los precios del crudo bajan, los beneficios de la industria petrolera suben y aún así el precio de la gasolina en California aumenta en cantidades récord, algo no cuadra», decidió.

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Su propuesta es instar a los legisladores a establecer un nuevo impuesto para aquellos que vendan por encima del precio de mercado. La industria se defiende acusándole a él y a sus predecesores de irresponsabilidad al haber centrado las políticas del Estado durante décadas en reducir las emisiones contaminantes de los hidrocarburos, en lugar de favorecer su producción. Después de haber visto bajar los precios en todo el país durante cien días consecutivos, gracias a la reducción de impuestos y los esfuerzos federales, los californianos solo saben que es a ellos a quien les duele el bolsillo.

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