Biden llama a las democracias a luchar por unos procesos electorales limpios

Citando estudios recientes, Biden advirtió del importante retroceso democrático en más de la mitad de las democracias en el mundo en los últimos 15 años, incluido su propio país, y de la necesidad de un esfuerzo concertado para protegerla. El presidente norteamericano presentó la cumbre como un medio para impulsar la idea de la necesidad de fortalecer las instituciones democráticas nacionales y de forjar una agenda común para contrarrestar el avance de los regímenes autoritarios.

Los embajadores de Rusia y China en Washington incluyeron una declaración conjunta en la publicación del Centro de Interés Nacional en la que condenaron a la Administración Biden por adoptar una «mentalidad de guerra fría» divisiva, señalando que sus Estados autoritarios son un modelo diferente de democracia.

El primer día de la cumbre, un grupo de observación de la democracia Civicus Monitor anunció que 9 de cada 10 personas en el mundo viven en países donde las libertades civiles están gravemente restringidas. Su informe más reciente rebaja la posición democrática de 13 países, incluidos Bélgica, República Checa y Polonia, todos ellos presentes en la cita virtual. Tan solo el mes pasado, el grupo de expertos de IDEA Internacional añadió por primera vez a EE UU a su lista anual de democracias en retroceso destacando el «visible deterioro» desde 2019.

Los países incluidos en la cumbre se comprometieron públicamente a fortalecer sus propias democracias en casa, una tarea casi heroica en sí misma en estos tiempos. En Europa, Hungría fue el único país de la UE que no recibió una invitación, además de Bosnia y Herzegovina, algo que causó consternación en Sarajevo. Entre los invitados, el Reino Unido, que recientemente abandonó la UE, y Polonia, cuyo gobierno ha tenido importantes desacuerdos con la UE sobre temas relacionados con el Estado de Derecho y los derechos humanos.

La invitación de Taiwán indignó a China, aunque no asistió como Estado soberano. Pakistán se retiró el jueves abruptamente de la cumbre sin dar explicaciones, aunque fuentes de Islamabad señalaron como razón la ausencia de China. Desde la toma del poder de los talibanes en Afganistán, Pakistán ha recibido el hombro frío de Washington y el presidente Biden aún no ha telefoneado al primer ministro Imran Khan.

En América Latina, donde el apoyo a la democracia ha descendido a menos del 50% en la última década según la organización Latinobarómetro, siete países quedaron fuera de la lista de invitados, incluidos Bolivia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Venezuela. Algunos críticos expresaron preocupación por la inclusión Brasil, en grave retroceso democrático, o sobre el apoyo a Cuba y Venezuela por parte de países invitados como México y Argentina. Otros cuestionaron la autoridad de Washington para hacer distinciones en un momento en que sufre su propio declive democrático.

Biden ha definido correctamente la necesidad de salvar los sistemas democráticos como el problema político fundamental de nuestro tiempo, que enfrenta con una actitud más modesta alejada de la tradicional arrogancia diplomática que ha caracterizado al país. Si de algo han servido los últimos 4 años ha sido para enseñar humildad.