Joe Biden junto a su esposa REUTERS

Biden acepta la nominación dispuesto a ser el presidente que acabe con el racismo

El candidato demócrata propone en su discurso un plan nacional de diagnóstico rápido para controlar la pandemia

mercedes gallego

Nueva York

Viernes, 21 de agosto 2020, 07:55

En 1961 Daniel Boorstin acuñó el término de 'pseudoevento' para definir aquellos eventos producidos por un equipo de comunicación con el único propósito de generar atención mediática y publicidad. Las convenciones de los grandes partidos políticos, que desde 1952 llegan con todo decidido, son el ... más claro ejemplo de esos pseudoeventos o «eventos que carecen de auténtico valor informativo, pero que aun así se convierten en objeto de cobertura mediática».

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El Covid-19 ha provocado una nueva mutación para transformarlas en miniseries a caballo con el 'reality show', ya sin globos, confetis, ni aplausos, pero que han tenido enganchados cada noche (madrugada en España) a 20 millones de estadounidenses. El gran publirreportaje político de los demócratas acabó este viernes con el discurso de aceptación del nominado a candidato presidencial, Joe Biden, aunque nadie tuviera ninguna duda de que la iba a aceptar.

Los cuatro días de discursos han servido para definir al candidato que todo el país conoce porque lleva más de medio siglo en política, pero precisamente por eso los publicistas necesitaban relanzarlo bajo una nueva luz que resalte su contraste con Donald Trump, al que se enfrentará en las urnas el 3 de noviembre. La palabra clave de la semana ha sido «empatía», no sólo porque sea la característica más auténtica del ex vicepresidente de Obama sino porque deja al descubierto la ausencia de ésta en su rival. Uno tras otro, niños y adultos, conocidos y desconocidos, relataron sus anécdotas con un político capaz de dejarlo todo para hablar con la abuela de un extraño o consolar alguna mujer llorosa.

LA CLAVE:

  • Esperanza. El rival de Trump en la carrera a la Casa Blanca promete sacar al país de unos «tiempos oscuros»

  • Apoyo progresista. El socialista Sanders recuerda a sus seguidores que Biden es la apuesta por la honestidad

Y la frase más repetida ha sido la de «Black Lives Matter», que incluso salió de boca de Hillary Clinton. Este viernes al discurso del candidato le precedió un homenaje póstumo al congresista negro John Lewis, que desfiló por los derechos civiles con Martin Luther King en el puente de Selma (Alabama). Biden se envolvió en la capa de King para presentarse a los estadounidenses como el mandatario que será capaz de completar el sueño. Alguien en quien Barack Obama dijo el miércoles haber encontrado a un auténtico «hermano», que ha hecho historia al elegir como compañera de viaje a la primera mujer de color que puede ser vicepresidenta. Y que dice estar convencido de que en estos oscuros momentos, EE UU ha encontrado «la luz», esa que le permitirá dar otro paso de gigante como el de los años 60 para ser «la generación que finalmente borre la mancha del racismo», el pecado original del país desde su nacimiento.

«Este es nuestro momento de rimar esperanza e historia», invocó. «El amor es más poderoso que el odio, la esperanza es más poderosa que el miedo, la luz es más poderosa que la oscuridad. Éste es nuestro momento. Ésta es nuestra misión».

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Caladeros de votos

Biden podía permitirse la poesía porque había dejado el trabajo sucio a quienes les precedieron en el escenario virtual. El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, que no pudo ganar la candidatura ni con todos sus millones, pintó en cuatro brochazos las claras diferencias entre los dos candidatos que se enfrentarán en noviembre: «Uno que cree en los hechos y otro que no. Uno que escucha a los expertos y otro que piensa que lo sabe todo. Uno que mira hacia delante y ve la fuerza en la diversidad de Estados Unidos y el otro que mira hacia detrás».

La senadora Tummy Duckworth, que perdió las dos piernas en Irak, compartió su historia de guerra para incluir a Biden, alguien que la entiende porque hizo el sacrificio de enviar a su hijo a ese mismo país. Beau Biden no murió en la guerra, sino años después de cáncer, pero este viernes prestó un último servicio a su padre al conmover a los espectadores emocionándolos de forma póstuma.

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Lo que queda claro es que los demócratas apuestan por tres grandes grupos del electorado para enterrar a Trump: los negros, los republicanos desafectos y los militares, sin perder a los demás. A todos les prometió Biden un plan de choque contra la pandemia que empieza por el despliegue masivo de pruebas de diagnóstico rápidas con resultados inmediatos por todo el país, «que es lo que se debería haber hecho desde el principio».

«Todas las elecciones son importantes, pero sabemos en nuestros huesos que estás serán todavía más relevantes», afirmó. Quizás por eso los principales aspirantes demócratas que optaron junto a él por la nominación se reunieron en video para conversar amistosamente sobre las cualidades del candidato y compartir de viva voz las anécdotas más entrañables de la campaña de primarias. Pero, sobre todo, un mensaje que el socialista Bernie Sanders transmitió con contundencia a sus bases progresistas: «En Joe Biden tenéis a un candidato empático, honesto y decente. Y en este particular momento de la historia de Estados Unidos, Dios mío, eso es algo que este país absolutamente necesita».

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