Borrar
Las diez noticias imprescindibles de Burgos este lunes 20 de enero
Danilo Souza Cavalcante escapando de la prisión de Pensilvania REUTERS
Un asesino fugado de una cárcel tiene aterrorizada a media Pensilvania

Un asesino fugado de una cárcel tiene aterrorizada a media Pensilvania

Danilo Cavalcante, condenado a cadena perpetua por matar a su mujer, escapó de la prisión trepando por los pasillos como si fuera Spiderman

Mercedes Gallego

Corresponsal. Nueva York

Jueves, 7 de septiembre 2023, 21:58

Tiene 34 años, nació en Brasil, pero también habla español, y es un asesino «extremadamente peligroso». Danilo Souza Cavalcante escapó de la prisión del condado estadounidense de Chester (Pensilvania) hace ocho días y desde entonces tiene aterrorizada a la población.

Las calles están desiertas, y ... no se debe sólo a la ola de calor, que dificulta la búsqueda del habilidoso brasileño que fue capaz de trepar ágilmente por los muros a ambos lados del pasillo de la cárcel como si fuera Spiderman. El vídeo hecho público el miércoles muestra cómo abarcó con su cuerpo el metro y medio que separaba las dos paredes para desaparecer por el techo gateando hacia arriba de espaldas, siguiendo el ejemplo de otro reo que inauguró el método en mayo pasado. A aquél tardaron cinco minutos en cogerlo, pero esta vez los guardias de seguridad no estaban tan pendientes de las 160 cámaras.

Una semana antes había sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. ¿Qué tenía que perder? Mató a su novia, Deborah Brandao, de 38 puñaladas delante de los hijos de esta de 4 y 7 años. Su hermana, Sarah Brandao, es una de las más aterrorizadas, ahora que sabe que ronda por los alrededores, pero no la única.

Las autoridades han pedido que todos los habitantes en un perímetro de más de once kilómetros cuadrados permanezcan encerrados en casa con las puertas y ventanas cerradas, a pesar de las altas temperaturas que baten récords, inutilizan las cámaras de infrarrojos y tienen a los perros exhaustos. En las zonas donde se le ha visto recientemente –al menos cinco creíbles, dice la Policía, según la cual entra en las casas a robar comida– hay retenes cada 50 metros. Los agentes registran coches y maleteros para asegurarse de que no viaja escondido en los bajos de algún automóvil o intimida a los conductores.

La mitad de los seis colegios del condado siguen cerrados. Los vecinos van en grupo al supermercado o la farmacia, las únicas actividades permitidas, como si esto fuera el momento álgido de la pandemia. A los perros los sacan a pasear en familia y ni el cartero se atreve a hacer la ronda. Nadie duerme de noche. Cualquier crujido les hace saltar de la cama. Y de día el rugido de los helicópteros les saca de quicio. El miércoles, la Policía añadió altavoces con grabaciones de la madre del asesino pidiéndole en portugués que se entregara.

Se mueve por la noche

La zona está rodeada de una densa masa forestal y el fugitivo viaja de noche, por lo que se ha visto en las cámaras de seguridad. Se cree que hacia el sur, tal vez en dirección a la frontera con México para volver a Brasil, donde también se le busca por haber asesinado de seis disparos a un mecánico al que robó el coche y el teléfono. Entró a Estados Unidos ilegalmente vía Puerto Rico y aunque pudo haber iniciado en Pensilvania una nueva vida, la ira de sus propios demonios no tardó en truncarla.

Brandao dice que al principio era dulce y amable con su hermana y los hijos de esta, aunque silencioso y retraído. Pronto comenzaron las disputas, los celos, la desconfianza y la intimidación. Cuando bebía «era otra persona».. Llegó a morderla, a sacarla de casa por los pelos y a golpearla, hasta que esta obtuvo una orden de alejamiento que él no respetó. La teoría es que ella, también brasileña, de 33 años, descubrió que tenía una orden de búsqueda y captura en su país y le amenazó con entregarlo a las autoridades. El juicio duró tres días y en apenas 15 minutos el jurado concluyó unánimemente que era culpable.

Ahora está en alguna parte a sólo 45 kilómetros de Filadelfia y muy cerca de la frontera de Delaware, donde el presidente Joe Biden tiene su residencia. Si se colara en un tren podría estar pronto en Nueva York, la ciudad donde se ve a Deborah entre los rascacielos, congelada en el tiempo, en una foto de sus últimos momentos felices con su asesino. Los 20.000 dólares de recompensa que se ofrecen por su captura son un aliciente, pero la verdadera motivación es acabar con la pesadilla de saberle suelto.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Un asesino fugado de una cárcel tiene aterrorizada a media Pensilvania