Los defensores de las restricciones podrán manifestarse en Berlín, los críticos no

Destacó que en las protestas autorizadas «partimos siempre del supuesto de que los participantes respetaran normas como la obligación de guardar una distancia física mínima o llevar mascarillas». Unas reglas que se considera que se iban a violar sistemáticamente en las manifestaciones prohibidas ante el Reichstag, la histórica sede del parlamento alemán, y la Puerta de Brandeburgo, a las que se esperaba la asistencia de miles de negacionistas del coronavirus, seguidores de teorías conspirativas, militantes contrarios a toda vacunación y elementos de grupos y organizaciones de la extrema derecha y neonazis. La prohibición dictada por la policía de Berlín afecta a un total de diez convocatorias distintas de iniciativas inconformistas y personas privadas. En protestas similares celebradas el pasado 1 de agosto en la capital alemana los participantes «atentaron descarada y conscientemente contra las normas de higiene», dijo el senador de Interior de Berlín, Andreas Geisel, a la hora de defender la prohibición dictada en esta ocasión. «No se trata de una decisión contra el derecho a la libertad de asamblea, sino de una decisión a favor de la protección contra las infecciones», subrayó Geisel.

Varios organizadores de las manifestaciones prohibidas han anunciado su intención de apelar ante la justicia por la vía urgente. Apoyo han recibido únicamente de los ultranacionalistas del partido populista y xenófobo Alternativa para Alemania (AfD), que ha acusado a las autoridades de Berlín de actuar por motivos políticos. Entre tanto han surgido en varios portales de internet llamamientos a acudir pese a la prohibición a Berlín y a celebrar la protesta. Algunos llaman incluso al uso de la violencia y el golpe de estado. La extrema derecha y los neonazis proponen el «asalto de Berlín». El profesor de politología y experto en la ultraderecha alemana, Josef Holnburger, advierte en declaraciones a la agencia DPA de que «las fuerzas extremistas son las que más insisten en celebrar las protestas» y comenta que «la actual prohibición hará que los más moderados renuncien a acudir a la capital alemana, pero no así los más radicales». Holnburger señaló que son de esperar disturbios en la ciudad protagonizados por ultraderechistas y neonazis.

Entre tanto, la policía de Berlín, que espera refuerzos de unidades antidisturbios procedentes de otros estados federados, asegura estar lista para cualquier eventualidad. «Estamos preparados para el caso de que un tribunal levante la prohibición y autorice las manifestaciones, pero también para el caso de que se produzcan protestas pese a haber sido prohibidas», dijo un portavoz de la policía, quien advirtió de que los agentes actuarán severa y consecuentemente contra todo aquel que atente contra la legislación sobre manifestaciones o viole las normas y reglas de higiene y distancia física dictadas para combatir la epidemia de coronavirus.